FÁBRICA
EL AGUILA
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
29
de junio del 2014
La
zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, antes, la Capital Federal
estuvo cubierta por el mundo laboral. La industrialización
de materias primas inundó la ciudad que se transformó
en la principal ciudad productiva.
Pero
claro, esos fueron otros tiempos…
En
este marco histórico se inscriba la que fuera la Fábrica
El Águila, ubicada en el barrio de Barracas, Comuna 4.
En
su placa, en su anterior territorio, ubicado en Herrera entre
las calles Brandsen y Suárez se colocó una placa,
donde hoy está Easy, que dice:
"En este sitio de Barracas, un visionario de la industria
Abel Saint, fundo El Águila. Homenaje a todos aquellos
obreros que pusieron su esfuerzo en la empresa e hicieron para
el barrio de Barracas uno de los mas importantes lugares donde
se cimentó el progreso de Buenos Aires".
AGUILA
SAINT
SIGLO XIX
En
1880, cuando Buenos Aires se transformaba en la Capital Federal,
Abel Saint abre un comercio de tostado de café sobre
la actual calle Carlos Pellegrini.
1890
La demanda creciente lo obliga a abrir una fábrica, que
se ubica sobre la calle Herrera: allí se instalan los
talleres de chocolatería, tostado de café, embalaje
y expedición de productos (predio que aún conserva).
Al poco tiempo, Abel Saint fallece, y su viuda e hijos quedan
a cargo de la empresa.
SIGLO
XX
1905
Extienden su actividad a la República Oriental del Uruguay.
1923 La sociedad Colectiva se transforma en Sociedad Anónima
bajo el rubro de "Cafés Chocolates Águila
y Productos Saint Hnos. S.A."
1930
Inician la fabricación de helados Laponia.
1931-1970
Se produce una ampliación de las líneas de productos,
por ello, se agrega: caramelo, golosinas, maníes con
chocolate y bombones; llegó a tenera más de 100
diferentes productos.
En
cuanto a su infraestructura es la que les permite el autoabastecimiento
de material para envasar, con una imprenta que estampa los envases
y una sastrería que confecciona la ropa del personal.
La fábrica llegó a tener un personal de 1.800
trabajadores y 100 sucursales que se distribuyeron por toda
la geografía nacional.
BARRACAS
Y SU POBLACIÓN
La epidemia de fiebre amarilla que se desata en 1871, que deja
un tendal entra 14.500 y 17.500 muertos aproximadamente, de
acuerdo a las distintas fuentes, asoló esta zona y las
familias tradicionales se mudan a otros espacios residenciales,
dejando sus mansiones que son transformadas en conventillos.
Hacia
el inicio del siglo XX Barracas es un barrio de clase trabajadora,
con una gran composición de inmigrantes españoles
(gallegos y cántabros), italianos (genoveses) y judíos
sefardíes.
En ese marco, con la población laboriosa como escenario,
se abren cafés sencillos que atraen a los habitantes
de la zona.
Las fábricas dominaban la economía de la zona
hasta alrededor de 1980, siendo una fuente importante de empleo
en el barrio. En 1977, plena dictadura militar, determina la
erradicación fabril, hecatombe que acarreará el
cierre industrial y la desocupación galopante.
Las fábricas de Barracas, comenzaron a cerrarse, La construcción
de autopistas durante la década de 1980 obligó
a la demolición de más de veinte edificios residenciales
y dos parques públicos en Barracas.
En 1911, este barrio y a instancias del Perito Pascasio Moreno,
se crea la Tercera Compañía de Barracas (en la
actualidad Tercera Compañía Scout Coronel Pringles)
siendo hoy el 2° Grupo Scout más antiguo de la República
Argentina y el más antiguo de la Capital Federal.
EL
PAISAJE DE BARRACAS
Junto a la fábrica El Águila, se encontraban las
fábricas de Canale, Bagley Terrabusi. En 1993 fue adquirida
por el grupo Arcor.
Estaban las fábrica de Alpargatas y el Barrio Ferroviario,
ubicado en Australia 2700, un espacio donde vivían los
trabajadores ferroviarios, con 300 departamentos y de estilo
arquitectónico inglés.
A
modo de reflexión
Otro
tiempo, otra realidad… elogioso es que esta placa esté
dedicada a los obreros que construyeron con sus manos las riquezas
de esta fábrica, ciudad y de la Nación…
No
es fácil retratar esta historia fabril, con chimeneas
humeantes, jornadas madrugadoras, pieles y rostros laboriosos
forjando una Buenos Aires que ya no existe más…
en esos días y años se formó la solidaridad
en contraposición del individualismo, el compromiso sobre
el no te metas… fue otro proceso histórico. No
ha sido casual desmontar aquella industrialización en
nuestro país, formó parte del proyecto de aniquilación…
de sojuzgamiento… la destrucción del aparato productivo
y la pérdida de las fuentes de trabajo, sistemática
y sin pausa, garantiza trabajadores con baja calificación,
educación y capacitación exigua y mayores ganancias
para sus patronales… no hay casualidades, sino causalidades.
Producción
compartida con Haydeé Dessal.
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