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MARÍA EVA DUARTE DE PERÓN – EVITA
Por Elena Luz González Bazán especial para Latitud Periódico *
9 de mayo del 2020 *
Ha llegado la hora de los pueblos…
“Hace un tiempo, para definir mi condición de peronista, expresé: Luchamos por la independencia y la soberanía de la Patria, por la dignidad de nuestros hijos y de nuestros padres, por el honor de una bandera y por la felicidad de un pueblo escarnecido y sacrificado en aras de una avaricia y un egoísmo que no nos ha traído sino dolores y luchas estériles y destructivas…¨
Fragmento del Discurso de Eva Perón pronunciado el 17 de octubre de 1949.
Evita nace el 7 de mayo de 1919, en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, de allí a Junín y de esta ciudad bonaerense a la gran Capital. Las biografías sobre Evita son numerosas, por ende rescatamos su trabajo, sus discursos nos permiten apreciar otra Evita.
María Eva Duarte de Perón pasará a la inmortalidad a las 20,25 horas, del 26 de julio de 1952, tenía 33 años, la edad de Cristo. Aquel día de mucho frío, la voz lacónica del locutor nacional anunció la muerte de Evita, la tristeza, las velas y los ruegos se transformaron, mudaron a gran dolor, dejaron la esperanza, vislumbraron padecimientos, grandes y profundos sufrimientos.
Aquel día de invierno, estaba precedido por certezas que indicaban el desenlace, la muerte irreversible de Evita, millones de hombres y mujeres desfilaban frente a la Residencia de Libertador y Agüero luego destruida, derribado por la dictadura de Aramburu y Rojas. Las iglesias de todo el país vivieron el paso y el ruego permanente en cualquier sitio donde se juntaban trabajadores, familias, había profundas convicciones.
El 22 de octubre de 1945 Perón y Eva Duarte se casaban ante el Registro Civil de la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires. El 10 de diciembre de ese año el coronel Perón se casa con María Eva Duarte en la Iglesia de San Francisco - La Plata.
A contramano de la sociedad tanto militar como la civil, Perón se casa con Evita, una plebeya. La hace la primera dama a partir del 4 de junio de 1946, ahí comienza un romance, una vida apasionante de esta mujer con el pueblo, con la inmensa masa de trabajadores que la llevarán, en 1951, a proclamarla como compañera de fórmula de Perón, cuestionada por el Ejército y las fuerzas del poder económico.
El pensamiento y acción de Evita se verán en las ideas que se corporizan en el nuevo Estado. El Estado cumple el rol de llevar adelante las resoluciones de esas necesidades. La pertenencia implica que hay un dueño, ese dueño es el pueblo, que debe asir estos patrimonios y pelear por ellos, no son abstractos en el planteo de Evita, están corporizados en su trabajo social y el planteo de la Fundación.
Por eso no hay más caridad, se generan políticas de Estado, hay ayuda social por parte del Estado para resolver los problemas acuciantes, hay generación de trabajos y soluciones prioritarias de los problemas sociales emergentes. La solidaridad por sobre la caridad, los bienes de la Nación se deben redistribuir, es la redistribución de la riqueza en cada bicicleta, juguete, ropa, el calzado y vivienda, el pedazo de tierra y las semillas, las máquinas de coser y las herramientas para trabajar. Es la redistribución en ofrecer las camas necesarias para la atención hospitalaria y todos los medicamentos, los servicios esenciales están en la construcción y reparación de las escuelas y en la Ciudad de los Niños; es la redistribución en los mejores salarios y las mejores condiciones laborales. Estas son formas de redistribución de la riqueza que generan los trabajadores argentinos. Evita apoya a quienes merecen estas riquezas, sus creadores. Además, esta es la esencia del peronismo y la Comunidad Organizada.
Evita combate a las damas de beneficencia, las expulsa como Jesús a los fariseos del templo, porque la beneficencia no es redistribución de la riqueza, es la exculpación hipócrita, la confesión de partes y la limpieza de espíritus que buscan en los confesionarios…
Por decreto 20.564 del 8 de julio de 1948, el Presidente de la Nación da personería a la Fundación Eva Perón con 10.000 pesos donados por Evita. Cuando la dictadura de Aramburu y Rojas accedieron al gobierno, después del golpe de estado de 1955, tras haber dejado en el camino al general Lonardi, la fundación contaba con 3 mil millones de pesos que estos se incautan. Vale preguntarse ¿Qué se hizo con esos fondos?
No se sonroja cuando compra 5.000 pistolas y fusiles a los belgas, las municiones y otros armamentos que son destinados a la CGT.
El pensamiento de Eva Perón está en un modelo económico que se instaura en la Argentina, en gran parte del mundo capitalista, es el denominado Estado de Bienestar, Benefactor o keynesiano, (economista inglés ideólogo de dicho modelo). Este proceso mundial sirvió para salvar al capitalismo de la caída abrupta. Es más, lo consolidó, desde el Estado se pudo generar un proyecto nacional, en este caso para Argentina que rescató las empresas en manos extranjeras y nacionalizó las herramientas vitales de la economía nacional. Este modelo llevó adelante la redistribución de la riqueza, era esencial para crear un gran mercado interno. Por eso el papel de la Fundación y la legislación en materia de salud pública y educación.
“No fueron los ricos, ni los poderosos los que lo comprendieron sino los humildes. Es que los ricos y poderosos han de tener el alma cerrada por la avaricia y por el egoísmo, mientras que los humildes duermen al aire libre…¨
Ha llegado la hora de los pueblos…
Es necesario que pensemos que para lograr esa justicia debemos organizarnos…
Los pueblos han de gobernarse por sí mismos; ha de llegar el momento en que han de hacer valer su voluntad, y la voluntad de los pueblos que son soberanos, ha de prevalecer, cimentando la justicia social, la independencia económica y la soberanía de sus patrias…”. (Fragmento del Discurso pronunciado el 20 de febrero de 1952, por Eva Perón en la Creación del Comité de Unidad Sindical Latinoamericano realizado en Asunción).
Entre 1946 y 1952 pronunció cientos de discursos, en los lugares más opuestos y que suman un perfil ideológico sobre el justicialismo, el rol de Perón, su papel como mujer y los espacios que debían tener los trabajadores.
Les habló a las mujeres, a los sindicatos, a los obreros y trabajadores de todas las ramas, inauguró escuelas, hospitales, centros de recreación, hogares de ancianos, disertó ante los obreros y trabajadores de España e Italia, expuso ante delegaciones extranjeras, adoctrinó en las escuelas justicialistas y arengó durante los 1º de mayo, recordó como una gesta el 17 de octubre y visitó las provincias argentinas.
Luego de las elecciones del 24 de febrero de 1946, el primer gobierno peronista asume el 25 de mayo de ese año, el primer discurso de Evita fue el 25 de julio de 1946 por LRA Radio Nacional del Estado, dirigido a la mujer argentina. Ese año pronunció 5 alocuciones más, entre ellas una por el 17 de octubre y otra en San Miguel de Tucumán. En 1947 Evita habló, disertó, dio conferencias de prensa y otros en 62 oportunidades. El primer discurso lo hizo el 27 de enero para hablar nuevamente por Radio Nacional sobre el voto femenino.
En 1948 pronuncia 83 discursos.
En 1949 en 42 oportunidades.
En 1950 también hay registrados 42 discursos.
En 1951 35 fueron las oportunidades de exposición pública.
En 1952 14 intervenciones y su testamento.
En total 285 discursos, disertaciones, charlas llevadas en cada lugar donde fue convocada.
No cabe duda que el porcentaje mayor de los discursos fueron dirigidos hacia el movimiento obrero, los sindicatos de oficios y labores más variados recibieron la visita de Evita, sean conmemoraciones, entregas de obras, inauguraciones o charlas que daba en torno a las preocupaciones del momento político. Un párrafo aparte merecen sus discursos a las organizaciones empresarias, el lenguaje era distinto. En el caso de la ley que habilitara el voto de la mujer, leyes políticas que la incorporarán, definitivamente, al mundo laboral, político y cultural, fueron vértice en sus disertaciones.
En el caso de la niñez y adolescencia dedica párrafos hacia la necesidad de incentivar el ejercicio físico, la educación y el conocimiento de otras poblaciones alejadas y no conocidas por los niños, buscando el intercambio solidario y de conocimiento mutuo.
Dentro del discurso que prevalece en Eva Perón está el del pueblo, a quien dedica párrafos completos, intenta y logra afirmarse sobre su planteo de pueblo y lo sostiene en su discurso del 27 de marzo de 1950 en el acto de clausura de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, donde afirma en uno de sus frases: “Nosotros, siguiendo la doctrina de Perón, sostenemos que el pueblo es lo que el pueblo siente que es”. Luego sostiene que el pueblo no se siente plebe, clase, proletario, ni raza y sostiene que:
“El pueblo se siente también como una gran unidad constituida por hombres y mujeres cuya primera función es vivir y para eso trabajar; vivir en el sufrimiento y casi siempre en la pobreza, ayudándose unos a otros a sufrir y a gozar, a vivir y a morir. El concepto de solidaridad, de la fraternidad, de la igualdad y del amor son inseparables del concepto de PUEBLO”.
El pueblo siente y sabe que está constituido por todos los trabajadores, sostiene Evita, pero siente que también lo integran sus mujeres, sus niños y sus ancianos, concluye que además aquellos que son solidarios con el pueblo aunque no sean trabajadores manuales, pero sí participes de los grandes dolores y las pequeñas alegrías, son parte del pueblo.
Evita fue una mujer que abrazó la comunidad organizada y encontró en el movimiento obrero la esencia del cambio que se estaba dando desde el Estado.
Sin embargo, sus discusiones fueron sugestivas en el marco de aquellos años, porque no dudó en debatir con el ministro de Salud de la Nación, el doctor Ramón Carrillo, hombre de su confianza, y sostener que los hospitales y los bienes de la Nación eran del pueblo y no del Estado. Elementos sustanciales no pequeños, en medio de un entramado de formación y proyecto de Nación. Porque el Estado y el Pueblo diseñan poderíos y pertenencias diferentes. Cuando el pueblo se hace fuerte en sus herencias y pertenencias las defiende hasta morir. Provoca, indudablemente, una necesidad de cuidado y de preservación que no se delega. En el Estado la pertenencia es cuidada por un gobierno al cual se le deposita confianza, pero si este traiciona los intereses populares, los bienes populares se pierden definitivamente, hasta que el pueblo decida recuperarlos.
En medio de las grandes pérdidas del pueblo argentino, durante décadas, Eva Perón se planteaba a partir del trabajo social y político devolver a cada hombre y mujer lo que les habían arrebatado y convertirlos, darle a cada uno conciencia de su destino social, conciencia solidaria, pero no agresiva. Su planteo, se puede decir maternal, porque lo comparaba con el cuidado que hacen las madres de sus niños, era así, porque la seguridad social debería haber cumplido esa función de protección de la realidad de los pueblos.
Luego afirmaba, cuando esa conciencia estaba en el pueblo, existía la determinación del mismo.
El papel de Evita con los niños, a quienes siempre en sus discursos y alocuciones les llama niños y niñas, nunca menores, es el lenguaje llano. En los campeonatos Evita de 1950 les decía lo siguiente:
“Anhelo que el fútbol no constituya un deporte donde intervengan 22 jugadores y trescientos mil espectadores, sino que preferimos que sean 22 los que observen y trescientos mil los que jueguen”.
Descamisados, compañeras, compañeros, trabajadores, trabajadoras, vecinos, ciudadanos, formas de expresión que deja un mensaje político. No hay gente individual, ni menores criminalizados.
Cuando habla a los industriales y empresarios se dirige en tono cordial pero distante. Agradece los aportes a la Fundación pero solicita a otros que tengan la misma actitud “solidaria”.
Perón, la comunidad organizada, el proyecto justicialista, fue el lei motiv del planteo de Evita, lo que se puede buscar y se debe analizar en el proceso de su discurso y su accionar son las formas que va encontrando para la defensa de un gobierno y un proyecto que protege porque es arte y parte.
El 40 por ciento de los discursos fueron dirigidos a los trabajadores, no en vano fue nominada por la C.G.T. para ocupar el cargo de vice presidenta de la Nación, para la reelección presidencial de 1952. No fue una maniobra de los burócratas, porque estos debieron recoger el clamor incontenible del deseo del pueblo trabajador.
A pesar de las diatribas de aquellos años y las mitologías posteriores que la pintaron ordinaria, sin manejos y fuera de protocolo, Evita demuestra en sus exposiciones públicas dos tipos de discurso, el que dirige al pueblo, del cual se siente parte, y los que hace en forma protocolar.
Vale pensar en su forma de respeto hacia el conjunto, cuando en más de una oportunidad pide disculpas por sus llegadas tarde a los actos y rinde cuenta de donde viene y que hizo en esos lugares.
Los 285 discursos de Evita ocupan dos volúmenes, un total 776 páginas, menos de tres páginas por alocución, de 5 a 10 minutos de duración por discurso. De lenguaje sencillo y llano, claro y contundente.
En el discurso de Evita hay proyectos, planes y ejecuciones, con los cuales se puede o no estar de acuerdo, pero que inauguraron un tiempo del Estado y del proyecto de Nación con la participación del pueblo. De la apropiación del pueblo de sus derechos y de cada una de las obras, escuelas, hospitales y centros de recreación que se inauguraban, de las empresas del Estado y de los espacios verdes.
Habló a los agricultores, a los trabajadores del campo y les mostró el proyecto de Nación que se perfilaba en aquel Estado - Nación.
Evita está… Porque como dice León Gieco: “… las mujeres fueron más después de Eva…”
- 26 de julio del 2011
• En el libro MUJER, SOCIEDAD Y POLÍTICA – La Rosa Blindada 2007
Caracteres: 13.987
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