RICARDO
GUTIÉRREZ
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
18
de febrero del 2015
Nacido
en Arrecifes el 10 de noviembre de 1836 y muere, no había
cumplido los 60 años, el 26 de agosto o el 23 de septiembre
de 1896.
Médico y escritor.
Cursó
sus estudios en el Colegio conocido como Nacional de Buenos
Aires, entre 1836 y 1841, la institución tomó
el nombre de Colegio de San Ignacio.
Estudió derecho en la Facultad de Derecho, pero terminó
graduándose en la escuela de Medicina. Si bien tuvo que
interrumpir sus estudios lo hizo para alistarse en el ejército
a las órdenes del general Bartolomé Mitre para
combatir en la batalla de Cepeda y en la de Pavón.
Después
de la caída de Juan Manuel de Rosas y la posterior batalla
de Pavón hizo sus primeros ensayos en las letras. Su
más importante producción poética tiene
que ver con su juventud.
Fue "el poeta de la tristeza y de la piedad", y "en
la monotonía que algunos le achacan, hay admirable unidad
de inspiración".
Tenía
22 años cuando se hace conocer en las letras por haber
escrito La fibra salvaje, al que le siguieron Lázaro,
El libro de las lágrimas y El libro de los cantos.
A
partir de 1865 y durante cinco años participa en la Guerra
de la Triple Alianza, donde organiza los servicios sanitarios.
Los países aliados lo condecoraron por su honroso comportamiento.
EPIDEMIAS
Luchó
contra las epidemias de cólera en 1867 y 1877 y la fiebre
amarilla en 1871.
En ese año emprende su viaje a perfeccionarse en Europa,
es becado por el gobierno para tal fin. Se especializó
en enfermedades de los chicos y fue considerado el primer especialista
que hubo en nuestro país. De tal forma el primer hospital
de Niños lleva su nombre.
"Médico
genial, de un prestigio único en nuestro país,
su dedicación a los niños desvióle del
arte", se lamentaba Argerich: "¡Lástima
que no haya escrito el poema de la enfermedad, de la agonía
o de la salvación del niño, dejándonos
el más punzante y el más hermoso de los cantos!".
En 1879 fundó junto a sus hermanos La Patria Argentina,
donde publicó en folletín la novela Cristian (1880),
exaltación de su romanticismo amoroso.
Sus
poemas más conocidos
•
La victoria (Escrita en ocasión de la guerra del Paraguay)
• El Misionero (Poesía breve donde exalta la conquista
espiritual de América).
• La Oración
• Los Nocturnos
• La hermana de caridad
"En
su producción es necesario distinguir entre los poemas
que el autor, por primera inspiración, llamó Cantos
-según se desprende de la carta que el doctor Miguel
Cané, padre, le dirigió en 1860, la cual figura
al frente de su libro; y las poesías líricas,
imponiéndose al estudio separado de La fibra salvaje
y Lázaro que, no obstante las creencias generales, tienen
menor vitalidad como obras de conjunto"2, afirman sus biógrafos.
Sobre La fibra salvaje y Lázaro. "Carecía
Gutiérrez del don "objetivo" de la vida, de
la facultad soberana de plasmar seres humanos; y aunque La fibra
salvaje y Lázaro se muevan en el mundo indeciso de la
leyenda, no satisfacen la trama y el mecanismo de sus acciones.
Faltan cohesión y ductilidad. Es forzado, hasta el movimiento
mismo de las personas, en el drama. En La fibra salvaje Ezequiel
ama a Lucía:
¡Él
la soñó para el hogar sereno
Donde el ideal de la ilusión se anida,
Y la encontró, para su hogar perdida,
En el sagrado del hogar ajeno!
"Huye enseguida, dejándola presa de fatales presentimientos.
En el canto tercero, Ezequiel aparece convertido en monje":2
Monje de los altares
Muy larga es tu oración. La noche avanza
¿Velas en ella, tú, cuando descansa
De recuerdos el alma y de pesares?
¡Muy larga es tu oración! Pasó la hora
Del rezo y la plegaria;
La campana sonora
Apagó ya su lamentable acento,
Y en la tranquila celda del convento
¡Reina la triste noche solitaria!
Extraña es tu plegaria;
Y el claustro helado y lóbrego y desnudo
No es tampoco un altar: tú no te humillas,
No ruegas de rodillas,
¡Y estás de pie reconcentrado y mudo!
. . . . .
Nadie a afrontar su intimidad se atreve,
Su gesto es como el bote de una lanza,
¡Y hay algo en él que revelar parece
Que aquella tempestad le arrulla el alma!
"Allí se encuentra una noche con el marido de Lucía,
vendida por aquél después de una orgía
(en el canto segundo, La fuerza del destino, Lucía hizo
esa confidencia a Ezequiel, en un encuentro sumamente casual).
Julio se confiesa y gime, y Ezequiel le dice":2
¡La sombra del pesar está en mi frente!
¿Por qué, entonces, tu alma envilecida
Cree que no alcanzó la pasión demente
Que agita aún las horas de tu vida?
"Ezequiel
mata a Julio (el cuadro tiene sombría majestad) y se
fuga. En el canto cuarto, convencido de que Lucía ha
muerto, se incorpora a las fuerzas de San Martín y, combatiendo
en nombre de la patria, muere por la eterna libertad".
"No
basta decir con el bondadoso Cané, padre, que este poema
evoca 'las endechas de Gulnara y los acentos del Corsario' para
que la crítica admita su excelencia. Es la tendencia
romántica pura, la inverosimilitud más acabada,
cuadros desasidos sobre fondo opaco, y las figuras, exceptuando
la de Ezequiel, ni contorneadas aparecen: argumento a saltos,
cuyos recursos son de trivialidad desesperante, en espíritu
tan grande", concluyen.
FUENTES:
Biografías de Ricardo Gutiérrez.
Caracteres:
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