
El
hombre es el más misterioso y el más desconcertante
de los objetos descubiertos por la ciencia.
Ángel
Ganivet
El
hombre actual ha nacido o bien para vivir entre las convulsiones
de la inquietud, o bien en el letargo del aburrimiento.
Voltaire
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JOSÉ
INGENIEROS 31 DE OCTUBRE
Producción
periodística de Latitud Periódico
2
de noviembre del 2015
ANIVERSARIO
DE SU FALLECIMIENTO / EL HOMBRE MEDIOCRE
I. La emoción del ideal
Cuando
pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala
hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección
y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso
de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes
acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende
jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría
bazofia humana. Sólo vives por esa partícula de
ensueño que te sobrepone a lo real. Ella es el lis de
tu blasón, el penacho de tu temperamento. Innumerables
signos la revelan: cuando se te anuda la garganta al recordar
la cicuta impuesta a Sócrates, la cruz izada para Cristo
y la hoguera encendida a Bruno; -cuando te abstraes en lo infinito
leyendo un diálogo de Platón, un ensayo de Montaigne
o un discurso de Helvecio; cuando el corazón se te estremece
pensando en la desigual fortuna de esas pasiones en que fuiste,
alternativamente, el Romeo de tal Julieta y el
El
Hombre Mediocre
José Ingenieros
Werther de tal Carlota; -cuando tus sienes se hielan de emoción
al declamar una estrofa de Musset que rima acorde con tu sentir;
-y cuando, en suma, admiras la mente preclara de los genios,
la sublime virtud de los santos, la magna gesta de los héroes,
inclinándote con igual veneración ante los creadores
de Verdad o de Belleza.
Todos no se extasían, como tú, ante un crepúsculo,
no sueñan frente a una aurora o cimbran en una tempestad;
ni gustan de pasear con Dante, reír con Moliére,
temblar con Shakespeare, crujir con Wagner; ni enmudecer ante
el David, la Cena o el Partenón. Es de pocos esa inquietud
de perseguir ávidamente alguna quimera, venerando a filósofos,
artistas y pensadores que fundieron en síntesis supremas
sus visiones del ser y de la eternidad, volando más allá
de lo real.
Los seres de tu estirpe, cuya imaginación se puebla de
ideales y cuyo sentimiento polariza hacia ellos la personalidad
entera, forman raza aparte en la humanidad: son idealistas.
Definiendo su propia emoción, podría
decir quien se sintiera poeta: el Ideal es un gesto del espíritu
hacia alguna perfección.
FRASES
DE JOSÉ INGENIEROS
La
imaginación es madre de toda originalidad.
Es
un gran signo de mediocridad dijo Leibniz elogiar siempre
moderadamente.
En la utopía de ayer, se incubó la realidad
de hoy, así como en la utopía de mañana
palpitarán nuevas realidades.
Las
personas debemos el progreso a los insatisfechos.
La
rutina es el hábito de renunciar a pensar.
No
se nace joven, hay que adquirir la juventud. Y sin un
ideal, no se adquiere.
El
amor a la propia patria debe reflejarse en el respeto
a las otras.
Enseñemos
a perdonar; pero si enseñamos también
a no ofender, sería más eficiente.
La
imaginación y la experiencia van de la mano.
Solas no andan.
Él
es apenas un objeto en el cuadro.
Sin
ideales sería inconcebible el progreso.
Cuando
las miserias morales asolan a un país, culpa
es de todos los que por falta de cultura y de ideal
no han sabido amarlo como patria: de todos los que vivieron
de ella sin trabajar para ella.
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