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PRIMERA
PARTE
LA
VOZ DE LA MUJER
MUJERES PERIODISTAS, PERIODICOS PARA MUJERES tienen un antecedente
histórico que data desde 1830. El periódico
La Voz de la Mujer apareció en 1896.
7
de enero del 2015 *. Actualizado el 5 de julio del 2017
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LA
VOZ DE LA MUJER
Por Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
5
de julio del 2017
El
primer periódico redactado, construido, armado y difundido
por mujeres fue LA VOZ DE LA MUJER, salió durante un
año, entre 1896 y 1897, luego apareció en Rosario,
provincia de Santa Fe en 1899.
Llegó
a tirar entre 1.000 y 5.000 ejemplares, lo hizo, como lo decimos
en la primera parte, en forma clandestina, a puro pulmón,
la difusión fue personal y las periodistas, escritoras
y militantes políticas anarquistas se jugaron por el
principio de comunicar, crear conciencia y llegar a la
MUJER TRABAJADORA.
NI
DIOS, NI PATRÓN, NI MARIDO resuena hoy cuando
lo convocamos para hablar e historiar sobre estas mujeres que
dejaron la vida por sus principios e ideales.
Entre
su presentación, el 8 de enero de 1896 sostenían:
Y bien: hastiadas ya de tanto y tanto llanto y miseria,
hastiadas del eterno y desconsolador cuadro que nos ofrecen
nuestros desgraciados hijos, los tiernos pedazos de nuestro
corazón, hastiadas de pedir y suplicar, de ser el juguete,
el objeto de los placeres de nuestros infames explotadores o
de viles esposos, hemos decidido levantar nuestra voz en el
concierto social y exigir, exigir decimos, nuestra parte de
placeres en el banquete de la vida. Largas veladas de trabajo
y padecimientos, negros y horrorosos días sin pan han
pesado sobre nosotras, y ha sido necesario que sintiésemos
el grito seco y desgarrante de nuestros hambrientos hijos, para
que hastiadas ya de tanta miseria y padecimiento, nos decidiésemos
a dejar oír nuestra voz, no ya en forma de lamento ni
suplicante querella, sino en vibrante y enérgica demanda.
Todo es de todos. Hasta ayer hemos suplicado a un Dios, a una
virgen u otro santo no menos imaginario el uno que el otro,
y cuando llenas de confianza hemos acudido a pedir un mendrugo
para nuestros hijos, ¿sabéis lo que hemos hallado?
La mirada lasciva y lujuriosa del que anhelando cambiar de continuo
el objeto de sus impuros placeres, nos ofrecía con insinuante
y artera voz un cambio, un negocio, un pillete de banco con
que tapar la desnudez de nuestro cuerpo, sin más obligación
que l~ de prestarles el mismo. Marchamos más adelante,
siempre confiadas y con la esperanza puesta en Dios y en los
cielos, y después de haber tropezado y caído por
no mirar por donde caminábamos mientras fijábamos
nuestra anhelante mirada en los cielos, ¿sabéis
lo que encontramos? Lascivia y brutal impureza, corrupción
y cieno y una nueva ocasión de vender nuestros flacos
y macilentos cuerpos. Volvimos atrás nuestros ojos, ¡secos
sí, muy secos ya! y allá, a lo lejos, en lontananza,
casi vimos a nuestros hijos, pálidos, débiles
y enfermizos... y la brisa caliginosa ya, nos traía la
eterna melodía del pan. ¡Mamá, pan por Dios!
Y entonces comprendimos porqué se cae... porqué
se mata y porqué se roba (léase expropia). y fue
entonces también, que desconocimos a ese Dios y comprendimos
cuán falsa es su existencia; en suma, que no existe.
Fue entonces que compadecimos a nuestras caídas y desgraciadas
compañeras. Entonces quisimos romper con todas las preocupaciones
y absurdas trabas, con esta cadena impía cuyos eslabones
son más gruesos que nuestros cuerpos. Comprendimos que
teníamos un enemigo poderoso en la sociedad actual y
fue entonces también que mirando a nuestro alrededor,
vimos a muchos de nuestros compañeros luchando contra
la tal sociedad; y como comprendimos que ése era también
nuestro enemigo, decidimos ir con ellos en contra del común
enemigo, mas como no queríamos depender de nadie, alzamos
nosotras también un jirón del rojo estandarte;
salimos a la lucha... sin Dios y sin jefe. He aquí, queridas
compañeras, el porqué de nuestro periódico,
no nuestro sino de todos, y he aquí, también,
porqué nos declaramos COMUNISTAS ANÁRQUICAS proclamando
el derecho a la vida, o sea igualdad y libertad.
LA
REDACCIÓN
En
su portada informaba a los lectores que: “Aparece
cuando puede y por suscripción voluntaria”.
Su
último número, en enero de 1897, y debido a deudas
que no podían saldar llevó a la terminación
de un proyecto de mujeres y para mujeres que le notificaba a
sus lectores de la siguiente forma:
“A
los lectores
Un año ha transcurrido desde que salió a luz el
primer número de La Voz de la Mujer.
Un año de luchas, de sacrificios, de crueles alternativas,
de esperanzas y de caídas, solamente atenuadas en algo,
por satisfacción de la lucha.
En este año la vida de esta hoja ha sido precaria y raquítica,
tanto así, que con pesar confesamos que si los compañeros
no tratan (si les agrada nuestra propaganda) de ayudamos un
poco más eficazmente, nuestros esfuerzos serán
inútiles y tendremos que cesar de publicar La Voz de
la Mujer y con ella la del ÚNICO periódico de
América y tal vez del mundo entero que hace propaganda
de nuestros ideales por mujeres y especialmente para ellas.
Lo repetimos compañeros y compañeras, entusiasmo
y voluntad no nos faltan, pero nuestras fuerzas son pocas, por
eso, si no podemos más, nos retiraremos hasta poder volver
de nuevo a la brecha, y así siempre hasta que la hora
del combate suene en el reloj de la conciencia humana, para
correr a vencer o a morir por la Anarquía, porque por
ella dará su inteligencia, su brazo, y su postrer suspiro.
LA REDACCIÓN DE LA VOZ DE LA MUJER”
FUENTES: Nosdigital, la tundra, Universidad
de Quilmes y fuentes propias: MUJER, SOCIEDAD Y POLÍTICA.
Caracteres: 5404
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