GLOBAL
TEACHER PRIZE 2017
MAESTRA ARGENTINA ELEGIDA
"La verdadera inclusión social sólo
es posible desde la escuela"
Por Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
19
de enero del 2018
Silvana
Corso es del barrio porteño de Villa Real, Comuna 10,
fue elegida en el 2017 entre las cincuenta docentes que premia
Global Teacher.
Es
directora de una escuela secundaria pública en la Ciudad
de Buenos Aires, asisten 500 alumnos y la mayoría de
estos chicos adolescentes provienen de Fuerte Apache, son
chicos con problemas delicados, severos COMO parálisis
cerebral, hidrocefalia, espina bífida y esquizofrenia,
acaba.
Silvana
es profesora de Historia, directora de la Escuela de Educación
Media Nº2 “Rumania” y hace más de
diez años que llevó a su escuela la preocupación
por la inclusión de alumnos con capacidades especiales
y desde entonces se convirtió en el foco de su trabajo
docente.
En
el caso de Silvana fue seleccionada entre 20.000 docentes
y maestros de 179 países, la preselección fue
entre 37 países.
Que decía Silvana Corso cuando fue entrevistada por
medios nacionales, en este caso, el diario La Nación,
apenas enterada de su nominación: “La escuela
inclusiva se construye todos los días. Cada día
es un desafío lograr que los chicos aprendan y promocionen.
En nuestra escuela no hay barreras no importa los problemas
con los que los chicos lleguen o vengan de donde vengan. No
hay selección alguna. Se los incluye a todos”.
“Trabajo
en contexto de riesgo, de vulnerabilidad y pobreza, con chicos
judicializados o de familias judicializadas, alumnas adolescentes
que ya son madres”.
La
escuela que dirige Corso, fue fundada en 1990 y con suparticipación
mostró la veta y el objetivo de incluir a poblaciones
vulnerables en la realidad social.
La
inclusión de alumnos con discapacidades físicas
y mentales, en cambio, fue una preocupación de Silvana:
“Me propuse ampliar el concepto de vulnerabilidad
y de inclusión. Ahora podemos adaptarlo a todos”.
“Faltaban las Catalinas y Catalinos”.
¿Quién
es Catalina?
Es
la hija de Silvana que muere a los 9 años, en el 2009.
“Cata se asfixió al nacer con el cordón
umbilical. Quedó con parálisis cerebral severa”.
Finalmente, en plena epidemia de Gripe A,Catalina
murió de una infección pulmonar.
HISTORIA
CRUZADAS
En
el caso de su hija, respiraba por traqueotomía, comía
con botón gástrico, se movilizaba en silla de
rueda postural porque no podía sostener la cabeza ni
el tronco, no veía ni escuchaba, pudo empezar su escolaridad
en un jardín de infantes común, donde pudo integrarse.
En
el caso de Silvana, su escuela primaria estuvo signada por
el dictamen de sus maestras que decretaron que casi la pequeña
Corso no estaba en condiciones de aprender y convenía
que se dedicara a aprender corte y confección o cocina
en lugar de seguir estudios secundarios.
“Durante
toda la primaria fui pasando de grado más por voluntad
de las maestras que por aprendizaje real. Yo no lograba entender
y aprender”. “Iba a la escuela a la mañana.
Entraba llorando y salía llorando. La tarde era mi
único momento de felicidad. A la noche, volvía
a sufrir imaginando la mañana siguiente. El problema
era que no sabía estudiar”, recuerda.
Sus
padres eran Julio y Vicenta Ortega, que no sabía leer
ni escribir, Julio era pintor de carteles y logra terminar
la escuela primaria.
Silvana
logra terminar la escuela secundaria.
Su
realidad con Catalina la ayuda a asumir este rol de enseñar
a los chicos con problemas determinados.
“En primer año me enseñaron a estudiar“.
“Cuando estaba en primaria, en mi caso que no tenía
en realidad ninguna discapacidad real, nadie se preguntaba
por mí, porqué no aprendía y cómo
podían ayudarme para que aprendiera. Con Cata aprendí
todo lo que hago ahora. Yo empecé a preguntarme cómo
aprendía Catalina. Entendí que había
otras formas de aprender que no eran las convencionales”.
La
hipertonía del cuerpo de Cata o los cambios en su respiración
se convirtieron en las formas poco convencionales de expresar
los aprendizajes que la niña lograba. “Todo
el mundo puede aprender”, afirma Silvana Corso.
Muere
su hija y su vida se orientó hacia la inclusión.
“¿Qué hago con todo esto?”. Así
fue que orientó su carrera docente al tema de la inclusión
de las capacidades diferentes, con énfasis en los problemas
severos.
Ese
principio fue el que Corso llevó a la escuela que dirige
y en su carrera realiza una diplomatura por FLACSO, otra por
la Universidad Central de Chile y el Centro de Altos Estudios
Universitarios de OEI y una especialización por la
Universidad de Salamanca, siempre en el área de inclusión
y discapacidades.
En la escuela que dirige hay muchas dificultades como: Trastornos
del Espectro Autista, con Trastornos Generalizados del Desarrollo,
con síndrome Asperger, síndrome de Tourette,
síndrome de Down, alumnos con problemas psiquiátricos
como esquizofrenia o psicosis. También con parálisis
cerebral, con mielomeningocele, con espina bífida o
microcefalia. “En el turno mañana, donde
cursan unos 300 chicos, entre 60 y 70 alumnos tienen estos
diagnósticos”, dice Silvana Corso.
¿Qué
hacen los docentes?
“Ellos
ponen el cuerpo literalmente cuando algún chico tiene
un brote y se pone violento”. La capacitación
en servicio de los docentes se orienta haca el área
de la inclusión de las capacidades diferentes.
“En
la escuela, además de lo académico, a los chicos
les enseñamos que todos somos iguales. El chico que
viene del Fuerte es tan valorado que se siente único”,
explica Corso.
En su proyecto pedagógico, primer año es el
año clave y agrega:“Ahí todavía
se dan las burlas y la discriminación entre ellos.
Una vez que maman los valores de la escuela, con tutorías
muy personalizadas, los chicos aprenden a cuidarse mutuamente.
Los chicos que llegan de Fuerte Apache, cuando ven a sus compañeros
en sillas de rueda que la siguen peleando, aprenden a relativizanr
sus propias situaciones. Todos aprendemos que todos tienen
algo que aportar y eso enriquece la vida de todos. Trabajamos
sobre el valor agregado de cada uno y no sobre el disvalor”.
En
cuanto a las evaluaciones:“No nos va muy bien en
relación con la media que maneja el ministerio. Nos
va muy bien en relación con nosotros mismos”.
“A veces los atraviesa el barrio y los perdemos en un
verano. Así pasó con ese alumno: terminó
el verano y no volvió. Le cortaron la cara en un boliche.
Lo desfiguraron. Se quedó sin proyecto. Le arruinaron
la vida”.
En
cuanto a los logros afirma: “Festejamos con cada
alumno que se recibe y se puede insertar -explica-. Recién
ahí estamos en condiciones de medir los logros”.
Silvana
Corso se propuso que si ganaba el premio, lo primero que haría
sería arreglar todo lo necesario en el colegio que
es muy pobre y en una zona pobre.
Silvana
Corso... otra docente argentina...
FUENTES:
La Nación, Global Teacher, otras fuentes.
FOTO:
La Nación trabajada por la producción de Latitud
Periódico.
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