TRANVÍAS
EN BUENOS AIRES
PARTE
II
El
tranvía… derrotar la mentira y el olvido
Una historia para ser conocida y comprendida… el Tranvía en Buenos Aires, el porqué de su expulsión y enterramiento en las catacumbas del transporte automotor; algo similar será, posteriormente, lo que hacen con los Ferrocarriles Argentinos.
Por Elena Luz González Bazán especial para Latitud Periódico
14 de diciembre del 2015. Actualizado y ampliado el 13 de julio del 2020
HACIENDO UN POCO DE HISTORIA
En nuestro país hubo tranvías en muchas ciudades, el sistema más extenso de vías férreas para tranvías lo tuvo la entonces Capital Federal, la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con casi 900 kilómetros de extensión.
El primer tranvía fue de tracción a sangre, o sea, se utilizaron caballos, estos animales fueron traídos por los conquistadores; comenzó a circular en 1863, según algunas fuentes fue, en principio, complemento del sistema ferroviario que empezó a transitar por las calles de Buenos Aires, el 30 de agosto de 1857.
Es importante destacar que el primer ferrocarril fue el Ferrocarril del Oeste y luego por una ley de la provincia de Buenos Aires, téngase presente que no había aún Capital Federal, se acuerda, a don Augusto Hopkins, la concesión de una línea ferroviaria entre Buenos Aires a San Fernando, es así que se formó la compañía Ferrocarril de San Fernando. Los estatutos fueron aprobados por decreto del 26 de agosto de 1857 y modificados el 26 de mayo de 1860.
Después de esto, por otro decreto, del 17 de octubre de 1862, se reconoce la transferencia que hace la Compañía del Ferrocarril de San Fernando a la del Ferrocarril del Norte de Buenos Aires.
Esta línea se inauguró en 1862 con una sección que tenía 8 kilómetros de recorrido entre Retiro y Belgrano.
EL TRANVÍA
Volviendo al tranvía, entre 1863 y 1870 el tranvía era arrastrado por caballos, ya existía el ómnibus con la misma tracción a sangre, estos eran los medios de transporte en un espacio urbano que aún no se había definido como Capital Federal, es esencial destacarlo, porque Buenos Aires pasa a ser Capital de la República en 1880.
A partir de 1870 hay un lento crecimiento de los servicios con caballos, una expansión importante a partir de la década siguiente. Subsiguientemente a este ciclo aparecerían los cinco servicios restantes, el último en 1901 en la ciudad cordobesa de Bell Ville, la antigua Fraile Muerto.
Es dable destacar que, la aparición del tranvía (tracción animal) trae entre la población existente, hacia 1860, algo cercano a las 150.000 almas, temores que deben ser contemplados por las autoridades estatales.
El 14 de julio de 1863 se inaugura una línea de tranvías cuyo recorrido era entre Retiro y Plaza de Mayo, la primera de Buenos Aires y de la Argentina, ya que el 8 de junio de 1860 habíamos pasado a ser República Argentina.
Luego se inauguró otra línea desde la estación Plaza Constitución a lo largo de la calle Lima, debemos comprender que la presencia del ferrocarril hacía que estos tranvías descongestionaran pasajeros desde estas terminales hacia el centro de la zona urbanizada en principio, fue un complemento ideal para el transporte de los trabajadores y otras actividades.
En 1870 se inauguraron el Tramway Central y el Tramway 11 de Septiembre, esto fue el 27 de febrero de 1870, era un domingo de Carnaval.
En 1880 la red de tranvías era ya muy importante en la Capital Federal, había seis empresas que se disputaban la clientela. Las otras compañías eran la Tramway Anglo Argentino y la Compañía Ciudad de Buenos Aires a la cual se le anexaron otras menores.
Asimismo, en esta misma década, importante por el proyecto nacional de los sectores dominantes, surgen otras nuevas como: "La Gran Nacional", "La Capital", "La Nueva" y "El Metropolitano". Así Buenos Aires queda a la cabeza de las ciudades del mundo en lo que a transporte tranviario se refiere. Esto vale en la comparación que se hace entre el kilometraje de vías con relación a la cantidad de habitantes, ninguna otra ciudad la superaba. Es cuando comenzó a ser mundialmente conocida como: "Buenos Ayres, la cité des tramways", esto en francés, en castellano era la Ciudad de los tranvías.
El tranvía conducido por caballos recorría las calles de las ciudades de nuestro país. ¨Eran sobre relucientes rieles los pesados tranvías tirados por caballos¨. Iba un jinete, armado de sonora corneta que guiaba el vehículo llamando, con sus repetidos toques, la atención de los clientes y poniendo en alerta a los transeúntes para evitar los posibles accidentes que podría provocar la entonces "veloz" marcha del tranvía.
Décadas después llegarían los coches con motor que dejarían atrás aquellas velocidades.
Por otro lado, en el libro de Ordenanzas 1, de la Municipalidad de Almirante Brown, en la provincia de Buenos Aires, se puede apreciar, el 29 de enero de 1911, que se otorgaba permiso para construir y explotar el servicio de tranvías, allí se sostiene, claramente, que los servicios de tracción a sangre se cambiarán por eléctrico, nafta o vapor.
En la ciudad de Buenos Aires podemos ver la tracción a sangre en los primeros años de los tranvías, la tracción a vapor desde 1895.
En 1897 aparece, en Buenos Aires, la tracción mecánica y desaparecería en La Plata en 1966. En Buenos Aires dejaron de circular los tranvías en 1963.
El tren eléctrico aparece en el siglo XX, hacia el Centenario de la Independencia, en 1916.
En 1871 la ciudad está convertida en un conglomerado de vías, algo así como 146 kilómetros la recorren hacia esa fecha llega a la localidad de San José de Flores, en plena Pampa. Hay que volver a destacar que Buenos Aires no era Capital de Argentina y que Flores era parte de la campaña bonaerense.
El censo de 1869 arrojaba una población, para la que luego sería la Capital Federal, de unos 178.000 habitantes. En 1877 se calculaban cerca de los 200.000 pobladores con este tendido férreo de 146 kilómetros. Valga la comparación con la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, con un millón de habitantes y 121 kilómetros… cuanto hemos perdido…
Era ¨La ciudad de los Tranvías" y Georges Clemenceau (1841-1929), presidente de la República de Francia, inmediatamente después de visitar Argentina, escribirá en sus memorias: "Daría la impresión de que los porteños usaran el tranvía hasta para ir al baño".
Los coches eran ingleses, de la Compañía Starbruck y los norteamericanos Stephenson. Hay dos modelos: el abierto y conocido como Jardinera que tenía capacidad para 30 pasajeros y el cerrado llamada Cucaracha para 22 usuarios.
LOS TRABAJADORES DEL TRANVÍA
Ahora es bueno retratar quienes trabajaban en estas máquinas de fierro que circulaban por la ciudad y por muchas zonas urbanas de Argentina, trasladando miles de personas que iban a trabajar a diario.
El conductor, el guarda, el trabajador que ayudaba al tranvía en las cuestas y el que tocaba el silbato y de a caballo precediendo la formación, de esa forma anunciaba el paso del tranvía. Los trabajadores eran cuatro: en los lugares de origen de dónde venían los coches se los llamaban: cochero, mayoral, cuarteador y el postillón.
La ley de tranvías
Esta es promulgada el 26 de octubre de 1868, en ella se regulaba la velocidad, el máximo de caballos por coche y otros aspectos de su funcionamiento. La velocidad de 6 millas por hora, algo así como 10 kilómetros p/h, un máximo de dos caballos por coche a excepción de los tramos con pendiente que debían llevar cuatro.
La historia del tranvía dejó un camino, luego adoptada para el transporte en general. Al principio no había paradas fijas, en realidad el tranvía detenía su marcha ante el pedido del cliente, del pasajero que deseaba subir. En este contexto se conoce que el establecimiento del tranvía trajo como consecuencia que muchos ciudadanos, por temor, levantaran firmas para evitar su instalación.
Pero, el paso del tranvía demostró que no sólo fue aceptado sino que serán los mismos habitantes quienes terminen instalando bancos frente a sus casas para que el pasajero tenga donde sentarse mientras esperaba la llegada del tranvía.
El tranvía será de uso múltiple: transportará carbón, basura y verdura, brindará servicios fúnebres y ceremoniales. En el inicio de este servicio que trasladó trabajadores, obreros y habitantes en general, utilizaba los mismos coches para todas las transferencias y servicios que prestaba. Pronto se utilizaron zorras y carros especiales para el envío de mercancías.
Los barrios y el impulso para su desarrollo
El tranvía jugó un papel esencial en la vida de la comunidad y su desarrollo posterior. Como el ferrocarril y el subterráneo, los tranvías acarrearon progreso y progreso. Todos los medios que se deslizaron y deslizan por las vías, que surcaron nuestro país, prestaron un servicio público. Nunca el colectivo, el autobús o los micros actuales prestaron o prestan ese servicio público. Los actuales medios concesionados ya no son un servicio público.
La contaminación ambiente del transporte automotor ha castigado a una ciudad que hoy tiene una cota alta. El tranvía por un siglo supo ser un medio de transporte no contaminante. El desguace del servicio de tranvías para beneficiar al transporte automotor no privilegió la realidad de la ciudad y sus habitantes, sino el lucro, el comercio y la ganancia. Por ende, hoy la ciudad está colapsada y contaminada. No se tuvo en cuenta la salud de sus habitantes. El ruido, el smog, los accidentes son entre otras cosas lo que trae consigo el colectivo o el ómnibus. Bajo el punto de vista técnico no solucionó la movilidad de los pasajeros, salvándolos de los hacinamientos y accidentes.
El bajo costo del boleto de los tranvías promovió el desarrollo de las zonas aledañas y alejadas de la ciudad, centro neurálgico del trabajo diario. Las zonas apartadas en aquel momento, esencialmente el Sur y Centro Sur de la ciudad, se convirtieron en un pulmón industrial que albergó a la familia trabajadora, llevándola a poder trasladarse y armar construcciones que eran incentivadas con ladrillos y terrenos en medio de la ¨aventura¨ que se iba perfilando. Una ciudad se fue abriendo hacia otro territorio, desmalezando y armando otra existencia.
Es una larga etapa entre inquilinatos y pequeñas construcciones obreras, dejar el hacinamiento y buscar otra situación social, otra vida más digna y justa.
Con el paso de las décadas la ciudad modificará sus estructuras sanitarias y hoy son la prueba, tanto nuestra ciudad como el denominada Conurbano bonaerense plagado de asentamientos y villas embargadas en la oscuridad más aplastante…
FUENTES: Varias y propias.
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