ARGENTINA
Y LAS MATEMATICAS
Por
Juan Carlos Cena
6
de mayo del 2015
¨Las
matemáticas impregnan todos los campos del conocimiento
científico y desempeñan un papel incalculable
en biología, física, química, economía,
sociología e ingeniería. Las matemáticas
pueden utilizarse para explicar los colores de un atardecer
o la estructura cerebral. Nos ayuda a construir aviones supersónicos
y montañas rusas, a simular el fluir de los recursos
naturales de la Tierra, a explorar las realidades subatómicas
y a imaginar galaxias lejanas. Las matemáticas han cambiado
el modo en que miramos el cosmos…¨
Philips Davis y Reuben Hersh: The Mathimatical Experience.
Agrego:
las matemáticas nos permiten medir el tiempo y el espacio,
pero, lo fundamental es el aporte al desarrollo del pensamiento
humano y profundizar el razonamiento.
Hemos
estado escuchando en forma quejosa del abandono de la enseñanza
de esta ciencia. Para opinar sobre esa ausencia inducida debemos
apelar a la historia de las matemáticas en el país
y el papel que jugaron los diferentes gobiernos civiles y militares
frente a ella. Este gemido nos anuncia el abandono de las matematicas,
pero no el porqué de ese abandono. Tratemos de explicar
ese porque.
Partamos
de la historia, pero para no hacerla larga y latosa, remontémonos
a los gobiernos de Arturo Frondizi y la política de Estado
que de él emanó. Risieri Frondizi, rector de la
UBA / Universidad de Buenos Aires, introduce en la universidad,
la matemática aplicada como Investigación Operativa,
Espera en Fila, Programación por Camino Crítico,
Cálculo de Probabilidades, Teoría de Conjuntos,
entre otras técnicas.
Por
ese entonces, las universidades Argentinas gozaban de un gran
prestigio en el mundo entero. Ingenieros aeronáuticos
de la ciudad de Córdoba eran convocados por la NASA,
en esa misma ciudad crecía el IMAF – Instituto
Matemático Astro Físico; después de muchos
años, ese organismo es institucionalizado como Facultad.
Del
mismo modo, el Instituto Balseiro, en Bariloche, sembró
de físicos el mundo, nos consta. Instituto bastardeado
a más no poder por las dirigencias políticas argentinas.
En todos estos organismos de estudio y de investigación
mencionados brillaban las matemáticas. Herramienta imprescindible
para cualquier investigación.
Repasando el desarrollo industrial o científico en Argentina,éste
no pudo haberse concretado sino se hubiera adoptado como política
de Estado la enseñanza de dicha ciencia. Es que no hay
desarrollo científico ni industrial sino no hay una educación
de las matemáticas en forma obligatoria. Este es un breve
resumen histórico general respecto a las matemáticas.
Veamos
lo particular.
En
1938 se crea la primera Universidad Obrera Argentina de la mano
de Mario Bunge, científico radicado en Canadá.
Mario Bunge tenía una `profunda preocupación por
la capacitación de los trabajadores y del estudio de
las matemáticas.
En
1949, el presidente Perón crea La Comisión Nacional
de Aprendizaje y Orientación Profesional. Necesitaba
1.000.000 técnicos para la concreción del primer
Plan Quinquenal. En ese marco, crea las Escuelas Fábricas,
el Ciclo Superior Técnico donde egresábamos como
técnicos, para después ingresar a la Universidad
Obrera. No eran iguales pero muy parecidas a las escuelas politécnicas
soviéticas. La historia de las matemáticas en
Rusia, luego la Unión Soviética es frondosa. Sofia
Vasílievna Kovalévskaya fue la primera matemática
rusa de importancia y la primera mujer que consiguió
una plaza de profesota universitaria en Suecia, en 1881.
UNA
EXPERIENCIA PERSONAL
En
1950 Ingreso a la Escuela Fábrica Nº 12 en talleres
del F.C. Belgrano, en Córdoba. La otra escuela fábrica
estaba en la Fabrica Militar de Aviones. En todos los cursos,
matemáticas era la materia principal. Luego venía
física, química, tecnología de los materiales,
entre otras materias…
El
profesor Altamirano nos enseñaba el mundo de las matemáticas.
Con él descubrimos que el universo de los números
no es árido. Nos contó, entre teoremas y ecuaciones,
la vida de Evariste Galois, un poeta-matemático romántico
que se batió a duelo por una mujer. Cuando muere tenía
20 años, participó en la Revolución Francesa,
también nos habló de Paul Valery, otro científico
que rimaba poesía con cálculos diferenciales e
integrales.
El
profesor Altamirano también era poeta, se le notaba.
Nos comprometía con los números por la manera
en que estos se movían en el laberinto de los cálculos.
Los cálculos debían tener armonía, belleza.
Enlazaba los números con los fierros y con la materia
del profesor Olivera que nos dictaba tecnología de los
materiales. Nos decía que si no comprendíamos
cómo se movían los números en el laberinto
de los cálculos no podríamos construir nada. Si
llegábamos a comprender, estudiando, ese movimiento,
entenderíamos por qué el metal vuela, flota, o
por qué se desliza el tren por la vía sin patinar.
Que el metal volara como los pájaros, no igual pero parecido,
era fantástico. Nosotros levitábamos en el aula.
Nos hablaba de Leonardo da Vinci como si fuera su Padre, nos
contaba su vida, sus inventos, su pasión por volar y
lo bueno que había sido para él las matemáticas.
O de Ícaro de la mitología griega. Así
nos inculcó el entusiasmo por los cálculos.
Volviendo
a nuestra historia.
En 1966 los militares consumaron un golpe de Estado. El general
Ongania, elegido por los tres comandantes que se alzaron contra
el gobierno del Dr. Arturo Umberto Illia, un canto a la honestidad
y a la decencia.
En
los periodos anteriores habíamos aprendido a razonar,
a pensar y actuar en la practica concreta luego de un proceso
en el razonamiento lógico de como realizar ese trabajo.
¿Razonar? Para los dictadores el razonamiento no existe.
El que razona es un subversivo. ¡Prohibido razonar! Hay
que destruir todas las herramientas que enseñen a razonar.
¡A la carga! Gritó la brutalidad. Es así
que llega La Noche de los Bastones Largos; fue una paliza, golpiza,
una tunda a la razón. Muchos festejaron el golpe…
Ernesto Sábato, doctor en física, les canta así:
“Llegó el momento de barrer prejuicios y valores
apócrifos que no responden más a la realidad.
¿Vos crees en la Cámara de Diputados? ¿Conocés
a mucha gente que crea en esta farsa? Por eso la gente de la
calle ha sentido un profundo sentido de liberación. Ojalá
que la serenidad, la discreción, la fuerza sin alarde
que ha manifestado Onganía en sus primeros actos sea
lo que prevalezca, y podamos al fin, levantar la gran Nación”.
Fuente diario La Nación
El
Justicialismo a través del Junta Metropolitana, con las
firmas de Paulino Niembro, Miguel Unamuno, Nélida Miguel,
Dámaso Sierra y Nélida Carreiro, redacta un documento
que dice: (…)
”Que la caída del Gobierno anterior se debió
a un estado de cosas intolerables para el país”.
Fuente: Diario La Nación.
Nadie
repudió el golpe. Todos lo justificaron con una palabra
que se hizo de uso común: Intolerable. ¡La democracia
era intolerable!
La
dictadura militar de Onganía arremete contra las ciencias
brutalmente. De tal forma, allana la Facultad de Ciencias Exactas
dependiente de la UBA. La represión penetró en
todos los claustros. Apaleó a todos los estudiantes profesores,
argentinos y extranjeros.
Es
que en la Facultad de Ciencias Exactas las matemáticas
florecían…
Ese proceso de florecimiento, germinación, florecimiento
como un movimiento constante había continuado durante
los tiempos del gobierno del doctor Arturo Illia.
En
Ciencias Exactas el decano era Rolando García (meteorólogo
de renombre mundial).
Los investigadores (sembradores) primarios fueron: Rey Pastor,
Manuel Sadosky, creador de la Carrera de Computador Científico,
en 1960 organizó el Instituto del Cálculo; Rebeca
Guber, Santalo, Cora Rato, Gregorio Klimovsky, Oscar Varsavsky.
En la Plata, provincia de Buenos Aires, Jorge Bosch tradujo,
luego publicado por Eudeba, un libro sobre Algebra Moderna junto
con Georges Papy un gran algebrista belga.
Ese
brutal allanamiento, ocurre al atardecer. La Noche de los Bastones
Largos, fue el desaljo realizado por parte de la Dirección
General de Orden Urbano de la Policía Federal Argentina,
el 29 de julio de 1966, de cinco facultades de la Universidad
de Buenos Aires (UBA).
La
represión a las casas de estudio continúo. El
gobierno de Onganía decreta la prohibición de
la enseñanza de las matemáticas. Más precisamente,
en la ciudad de Córdoba, la instrucción de Lógica
Matemática y Algebra Lógica o cualquier dictado
ya sea de La logica Formal, Logica Dialectica. Ese decreto queda
instalado como Política de Estado; todos los gobiernos
sucesivos acataron. Poco a poco las matemáticas, con
su dinámica propia, renacen, pero nunca llegaron a ser
lo que fueron.
La
deficiencia actual de la enseñanza de las matemáticas
tiene su explicación política: el de evitar razonar,
hay que impedir el ejercicio de razonamiento individual y colectivo.
Esa fue parte de los objetivos oscurantistas del gobierno de
Onganía. Tras de ello vino la desindustrialización
del país; que se llevó a cabo a sangre y fuego.
En
lugar de quejarnos por la deficiencia en la enseñanza
de las matemáticas, debemos preguntarnos siempre el porqué
de las cosas, como los niños.
En
1811 el Imperio de Napoleón brillaba por toda Europa.
El sabía de la podredumbre de su sociedad. En Francia,
florecía una vieja tradición matemática:
Lagrange, Legendre, Laplace, y Monge crearon esa atmosfera matemática.
Napoleón era arrogante, mezquino, entre otras cosas,
pero fue unos de los primeros gobernantes que comprendió
la sencilla verdad de la ciencia, que no es un lujo, pero que
hace brillar al Imperio. Quería que la Escuela Politécnica
fuera un orgullo de Francia. Napoleón decía; “El
avance y progreso de la matemática está íntimamente
relacionado con la prosperidad del Estado”.
La
Historia de las matemáticas y la historia de los matemáticos
es solo un sector de cualquier historia, dice Leopold Infeld,
colaborador de Albert Einstein.
Bertrand Russell tuvo una gran influencia en la lógica
matemática moderna. El filósofo y lógico
estadounidense Willard Quine dijo que el trabajo de Russell
representaba la más grande influencia sobre su propio
trabajo.
El primer libro matemático de Russell, Ensayo sobre los
fundamentos de la geometría (An essay on the foundations
of geometry), fue publicado en 1897. Este trabajo fue fuertemente
influenciado por Immanuel Kant. Russell pronto se dio cuenta
que el concepto aplicado haría imposible el esquema espacio-tiempo
de Albert Einstein, al cual consideraba como superior a sus
propios sistemas. Desde ahí en adelante, rechazó
todo el programa de Kant en lo relacionado a las matemáticas
y a la geometría y sostuvo que su trabajo más
temprano en esa materia carecía de valor.
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