MIGUEL
J. J MUÑOZ
No
hay cosa más hermosa
que ver a un hombre honrado
Romain Rolland – De su libro Juan Cristóbal
Don
Miguel Muñoz cumplió 100 años
Por Juan Carlos Cena
3 de junio del 2015
Don
Miguel Muñoz es un maestro de la vida, de la vida misma,
de la vida ferroviaria. Recordarlo es rendirle homenaje a su
honestidad y coherencia, a sus comportamientos éticos
y conductas. Actitudes que marcaron su vida. Ese comportamiento
nos marcó a los que trabajamos con él. Queremos
señalar sus virtudes de hombre cabal, pero, eso no es
suficiente. Sino que debemos rendirle cuenta a él y a
otros como él, que nunca desfallecieron, ante lo que
le ocurrió al ferrocarril; y qué estamos haciendo
nosotros.
Don Miguel Muñoz nació en 1915, en San Cristóbal,
ciudad santafesina. Se destacó tempranamente por su capacidad
por las artes plásticas y el dibujo.
“Yo
entré como aprendiz del ferrocarril en San Cristóbal
ganando 20 centavos la hora cuando un par de alpargatas costaban
30 y rotando por cada una de las secciones, hasta que me pasaron
a la oficina técnica por mi disposición para pintar
y dibujar”.
Al tiempo pide el traslado a Córdoba por razones de estudio.
Se ilustra en canto y pintura en Bellas Artes de esa ciudad.
Trabaja en los talleres Córdoba como diseñador.
Bajo las órdenes del Ing. La Padula diseña la
primera locomotora de vapor fabricada en la Argentina en 1945,
Serie 3500 (ver foto con todo el equipo)
Al
tiempo, por necesidades de servicio, es trasladado a Buenos
Aires donde trabaja, con el Ing. Otto Krause (h), a las órdenes
del Ing. Nogues administrador de los F.C. del Estado.
En tiempos del gobierno de Perón participa en el diseño
del Tren Sanitario; inaugurado en la Estación Boulogne
Sur Mer del F.C. Belgrano, junto a Eva Perón y Juan D.
Perón. Por este trabajo recibe una conceptuosa nota de
Eva Perón. Continúa con sus estudios de canto
y pintura. Él es uno de los impulsores de la Cultura
en el ferrocarril Belgrano. Por su iniciativa, junto a otros,
se crea el coro polifónico y los talleres de pintura.
Él ofrece conciertos en el salón de actos de las
oficinas centrales del F.C. Belgrano, calle los Inmigrantes
1950. Edificio construido con las ganancias que daban los F.C
del Estado, hoy F.C. Belgrano. Dio recitales con don Juan de
Dios Filiberto, entre otros.
Con
los ferroviarios Bartolomé y Nelly Wilke crean la primera
biblioteca. Este fue el primer paso para que después
Nelly Wilke, Jorge Piatti y Mónica Bottini fundaran el
Tren de las Artes que recorrió el país hasta que
llegó la mediocridad menemista.
En su carrera ferroviaria, su labor pasa, por
pedido de las autoridades del ferrocarril, a desempeñarse
en todo lo que atañe al área de materiales y repuestos
generales del F.C. Belgrano.
Fue un ferviente defensor de los ferrocarriles. Durante el gobierno
del Dr. Illia le es encomendado junto a otros técnicos
la clasificación de materiales y repuestos, en ese momento
era una anarquía, ya que cada ferrocarril tenía
las viejas nomenclatura de antes de la nacionalización.
Esa desorganización era aprovechada por la corrupción.
Termina junto a otros técnicos el Nomenclador Único
de Materiales.
De lejos la nube corrupta que iba a horadar, perforar los cimientos
del ferrocarril para luego destruirlo y saquearlo. La corrupción
fue la herramienta política para no dejar piedra sobre
piedra del sistema ferroviario argentino.
La
maldición por la destrucción le nace de las entrañas.
La emoción traicionera atraganta más de una lágrima.
Evoca siempre los méritos, con nombre y apellido de los
pioneros: ingenieros, técnicos, idóneos y trabajadores
ferroviarios que lo construyeron. Como una obsesión se
pregunta: “¿quiénes son esos individuos
que han masacrado el ferrocarril?”.
El gobierno de Carlos Saúl Menem privatizó
(concesionó) en 1991 el sistema de trenes que pertenecían
hasta entonces a Ferrocarriles del Estado, Fue concesionado
a empresas privadas los servicios urbanos y de carga y cerrando
la mayor parte de los ramales, como los 37 talleres que produjo
la cesantía de 85 mil ferroviarios y la despoblación
y desintegración territorial con 1.200 pueblos fantasmas.
Se sigue preguntando:
-
“¿Quiénes han cerrado talleres ferroviarios
como los de Tafí Viejo, con 5.500 trabajadores; o Laguna
Paiva, con 2.000; y los 700 que había en San Cristóbal
y los 400 de Cruz del Eje?”, se pregunta Muñoz.
- “¿Quién echó por tierra la trayectoria
de los individuos que realizaban tareas superiores, que provenían
de las escuelas ferroviarias y se habían forjado en esos
talleres?”. Dice que “han vendido el ferrocarril
por chaucha y palito y han destruido el tren cuando el mundo
desarrolla los ferrocarriles con nuevas inquietudes”.
Miguel Muñoz mostrando y explicando al red del F.C. Belgrano
como un sistema armónico de transporte
Dignidad, pasión y sentimiento patriótico
son características que definen a Miguel Muñoz,
un antiguo jefe ferroviario, y en él, a los hacedores
del ferrocarril nacional que procuran hoy la recuperación
de una red que sumó más de 47 mil kilómetros.
En la venta vil de los bienes ferroviarios
y propiedades, Miguel Muñoz fue un empecinado y duro
defensor de esa propiedad que era del Estado Nacional. Son muchos
los ejemplos. Uno, el más significativo: La defensa del
desguace del cable carril que va desde La Estación Chilecito
al Cerro Famatina donde estaba la mina de oro. Toda una obra
de ingeniería. Él sabía de esa obra, porque
estaba a su cargo el mantenimiento del cable carril, siendo
su brazo ejecutor talleres de Cruz del Eje. Desde la División
Materiales el cual él era el responsable, todos los años
presupuestaba el mantenimiento de esa obra. Durante el gobierno
de Menem se la quiso desguazar para venderla por chatarra. Muñoz
se opuso tenazmente. Todos los años la registraba como
propiedad del Estado en la oficina del Registro de la Propiedad
Intelectual (Me costa, lo he acompañado). Como resultado,
su empecinamiento patriótico venció, consiguió
que el cable carril sea declarado Monumento Nacional.
Si se multiplica la biografía de Muñoz
por la de muchos de los integrantes del personal de dirección
de los Ferrocarriles Argentinos, se tendrá una dimensión
aproximada de la incidencia social del complejo técnico
industrial que en Argentina llegó a estar conformado
por unos 220 mil ferroviarios.
Recuerda y estalla de nuevo: “Menem es
un degenerado y un forajido que debería ser bañado
en miel y puesto en un hormiguero de Capilla del Monte (porque)
la destrucción del ferrocarril debería tener un
castigo”.
Mucho antes que eso, el impulso al desarrollo
ferroviario de pioneros como Pablo Nogués, en la década
del '30, y posteriormente la nacionalización de la red
ferroviaria por el gobierno de Juan Domingo Perón, en
1947, habían ido creando las condiciones para lograr
la fabricación de 15 locomotoras nacionales, sus repuestos
y unos 900 coches dormitorios en Talleres Córdoba.
Los
ojos claros de Don Miguel vuelven a titilar cuando relata los
acontecimientos y anécdotas de aquella época productiva
porque con fuerza y convicción afirma: “un
ferroviario es un tipo de grandes sentimientos”.
Primera locomotora de vapor diseñada
por Miguel J-J. Muñoz, construida en talleres Córdoba
bajo la dirección del Ing. La Padula. Foto del día
de la puesta en marcha con todo el personal.
Caracteres:
7289