REFERENTE
INDISCUTIBLE DE LOS DD.HH.
MURIÓ
NILDA ELOY
Por
Elena Luz Gónzález Bazán especial para
Latitud Periódico
13
de noviembre del 2017
La
mejor vida no es la más duradera, sino más bien
aquella que está repleta de buenas acciones.
Marie
Curie
Nilda
Eloy llevó adelante buenas acciones, supo sobre las cadenas
que soportó y lo hizo con estoicismo y valentía
y se transformó en una mujer, con mayúsculas y
con gran sencillez, quiso cambiar el mundo injusto por un mundo
digno y con valores.
Nilda tenía 60 años y atravesaba una enfermedad
terminal tal lo informado por familiares y amigos y murió
en La Plata este domingo 12 de noviembre. Los últimos
días estuvo internada en un centro de atención.
Sus
restos fueron velados desde las 13 hasta las 20 en la sede de
ATE provincia de Buenos Aires, ubicada en la calles 8, entre
55 y 56 en La Plata. El entierro de Nilda se hizo en el día
de hoy en lugar a confirmar.
QUIEN
FUE NILDA ELOY
Secuestrada
en octubre de 1976 en la casa de sus padres, soportó
el cautiverio en los centros clandestinos de detención
– CCD – bajo la órbita del represor, entonces
jefe de la Policía bonaerense Ramón Camps, fue
liberada en 1979.
Nilda
Eloy declaró contra el ex comisario de la Policía
bonaerense, Miguel Ángel Etchecolatz en el juicio que
se le siguió en el 2006 por crímenes de lesa humanidad
cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
En
ese mismo juicio declaró el obrero de la construcción,
Jorge Julio López, quien fue desaparecido por segunda
vez el 18 de septiembre de 2006, en vísperas de que se
conociera la sentencia del juicio contra el ex policía.
Nilda
fue dirigente de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos
(AEED). En este camino se unió a Adriana Calvo de Laborde,
Cachito Fukman y Jorge Julio López.
Nilda
advirtió sobre la desaparición de Jorge Julio
López, nunca dejó de reclamar para que el Estado
administrado por los k dieran una explicación sobre la
suerte corrida por el albañil y militante peronista.
Para
despedir a la dirigente estuvieron presentes referentes de distintas
agrupaciones sindicales, políticas y estudiantiles en
la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE),
en La Plata.
Allí,
entre otros, estuvieron presentes el titular de ATE, Hugo Cachorro
Godoy; la titular de la Correpi, María del Carmen Verdú,
y la titular de la Línea Fundadora de Madres de Plaza
de Mayo, Nora Cortiñas.
Se
leyeron diferentes muestras de apoyo y homenaje como la de la
agrupación Hijos La Plata que la despidió con
un: "Hasta la memoria siempre compañera
Nilda Eloy! Militante junto a las y los 30000 y valiente testigo
en los juicios por crímenes de lesa humanidad. Memoria,
verdad y justicia para siempre".
La Correpi – Coordinadora contra la Represión Policial
e Institucional afirma en su comunicado que: La compañera
Nilda Eloy, histórica referente en la lucha de los DDHH
desde La Plata, la ciudad en la que fue secuestrada en el año
1976 por la policía de la Pcia. de Bs. As., dirigida
por los represores Ramón Camps y Miguel Etchecolatz.
Torturada en seis centros clandestinos de detención,
fue liberada tres años después. Desde entonces
sostuvo una lucha incansable por la Memoria, la Verdad y la
Justicia desde su lugar militante en la Asociación de
Ex Detenidos Desaparecidos.
Sobre
su actitud afirman: Fue testigo determinante en el juicio
a los represores y emblema de la lucha frente a la segunda desaparición
forzada del compañero Julio Jorge López, pero
su trayectoria no se limitó a enfrentar las políticas
represivas del pasado. Con la coherencia que la caracterizaba,
fue también una referencia insoslayable de la lucha contra
la represión de todos los gobiernos patronales que asumieron
la administración del Estado desde 1983.
Y
lo hizo, además, fiel a la bandera que junto al entrañable
Cachito Fukman sostuvo contra los embates del oportunismo, la
claudicación y la cooptación: la absoluta independencia
del estado y sus administradores de turno.
Nada
ni nadie condicionaba sus posiciones, sólo la guiaban
sus principios. Frente a la represión de cualquier gobierno,
ella caminaba por la vereda de enfrente, junto a los represaliados,
siempre.
EL
VALOR DE NILDA
Quienes
no se mueven no notan sus cadenas.
Rosa
Luxemburgo
La
prueba más categórica de su enorme valía
fue la manera en que procesó su calvario en tiempos de
la dictadura: "No era una militante, el enemigo,
al secuestrarme y torturarme, me hizo militante". Nunca
abandonó esa condición, nunca dejó de combatir
las injusticias y las desigualdades, dice Correpi.
Para cerrar parafrasean al poeta, periodista y detenido desaparecido
Roberto Santoro: "ella estaba para que el mundo
cambie". Y seguirá estando en cada
lucha, como Adriana Calvo, como Cachito Fukman, como cada compañero
que vivió peleando.
En su largo testimonio brindado en el 2006, Nilda Eloy comentaba
que los represores afirmaban: “Esto es el
infierno y de acá no se sale”.
Ella
salió y no dejó de brindar testimonio y luchar
por los derechos humanos.
Por
ello, para cerrar nuestro recuerdo y homenaje citar a otra mujer
como Simone de Beauvoir cuando afirmaba:
No nacemos como mujer, sino que nos convertimos
en una.
FUENTES: Correpi, diario El Día, La Nación, Agencia
Télam, otros medios y fuentes propias.
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