ESCRITORA
Y POETISA: ALFONSINA STORNI
29
DE MAYO DE 1892 / 25 DE OCTUBRE DE 1938
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
20
de agosto del 2016
La
familia Storni conformada por el padre, la madre y sus hermanos
mayores llegan a la provincia de San Juan desde Lugano en Suiza,
en 1880. Luego regresan a Suiza y Alfonsina nace el 29 de mayo
de 1892, en Sala Capriasca, Suiza.
Los Storni fundaron una pequeña empresa familiar y años
después, las botellas de cerveza etiquetadas "Cerveza
Los Alpes, de Storni y Cía", circulaban por toda
la región.
En tal sentido, los padres de Alfonsina viajan nuevamente a
Suiza, corría el año 1891, de tal forma en este
viaja nace Alfonsina, la tercera hija de la pareja.
Su padre se llamaba Alfonso, en femenino fue el nombre elegido
para la recién nacida: Alfonsina, su madre era Paulina.
Alfonsina le dijo en una oportunidad a su amigo Fermín
Estrella Gutiérrez: "me llamaron Alfonsina, que
quiere decir dispuesta a todo".
Aprendió
el italiano, cuando tenía cinco años, la familia
vuelve a San Juan y allí están sus primeros recuerdos.
"Estoy en San Juan, tengo cuatro años; me veo colorada,
redonda, chatilla y fea. Sentada en el umbral de mi casa, muevo
los labios como leyendo un libro que tengo en la mano y espío
con el rabo del ojo el efecto que causo en el transeúnte.
Unos primos me avergüenzan gritándome que tengo
el libro al revés y corro a llorar detrás de la
puerta".
Los
traslados no cesaron, en 1901, la familia se trasladó
otra vez, pero a la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa
Fe.
Su madre, Paulina, abre una pequeña escuela domiciliaria,
y pasa a ser la cabeza de una familia numerosa y pobre. Instalaron
el "Café Suizo", cerca de la estación
de tren. A los diez años Alfonsina lavaba platos y atendía
las mesas, pero el proyecto fracasó.
Su padre quien se dice era depresivo y también alcohólico
muere en 1906.
EL
TIEMPO DEL TRABAJO DURO
La
costura fue el trabajo indicado para aquellos tiempos, Alfonsina
se emplea como obrera en una fábrica de gorras.
En 1907 llega a Rosario la compañía de Manuel
Cordero, un director de teatro que recorría las provincias
y entonces Alfonsina reemplaza a una actriz que se enferma.
Esto la decide a proponerle a su madre que le permita convertirse
en actriz y viajar con la compañía. Siendo autorizada
por su progenitora, recorre parte de la Argentina: Santa Fe,
Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero y Tucumán.
Después dirá que representó Espectros,
de Ibsen, La loca de la casa, de Pérez Galdós,
y Los muertos, de Florencio Sánchez.
ESCRIBE
Y RECUERDA / TRABAJA Y ESTUDIA
Sus
biógrafos pueden detectar que en sus cartas al filólogo
español don Julio Cejador, Alfonsina resume algunos momentos
de su vida. Refiriéndose a esta época, le dirá:
"A los trece años estaba en el teatro. Este salto
brusco, hijo de una serie de casualidades, tuvo una gran influencia
sobre mi actividad sensorial, pues me puso en contacto con las
mejores obras del teatro contemporáneo y clásico
(…). Pero casi una niña y pareciendo ya una mujer,
la vida se me hizo insoportable. Aquel ambiente me ahogaba.
Torcí rumbos…".
En
un reportaje a la Revista El Hogar relata que al regresar escribió
su primera obra de teatro, Un corazón valiente, de la
que no han quedado testimonios.
Al
regreso a Rosario se encuentra con su madre casada y vive en
Bustinza en tal sentido decide estudiar la carrera de maestra
rural y para ello se va a Coronda, y allí recibe su título
profesional. Gana un lugar sobresaliente en la comunidad escolar,
consigue un puesto de maestra y se vincula a dos revistas literarias,
"Mundo Rosarino" y "Monos y Monadas". Allí
aparecen sus poemas durante todo ese año, y si bien no
hay testimonio de ellos, sí sabemos de otros publicados
al año siguiente en "Mundo Argentino", y que
tienen resonancias hispánicas.
SUS
MOMENTOS DOLOROSOS
Viviendo
en Rosario, en 1911, Alfonsina conoce a un hombre casado, se
enamora y esa relación, se dice, le ocasionará
mucho dolor y pesares más que placer. De esa relación
queda un embarazo, decide ser madre soltera y con mucho dolor
parte definitivamente hacia Buenos Aires,
ALFONSINA
MAMÁ, TRABAJADORA Y ESCRITORA
"En
su maleta traía pobre y escasa ropa, unos libros de Darío
y sus versos". Así, con nostalgia, evoca su hijo
Alejandro la llegada. Pobre equipaje para enfrentarse con una
ciudad que estaba abierta al mundo, con las expectativas puestas
en esa inmigración que traería nuevas manos para
producir y nuevas formas de convivencia. El nacimiento de su
hijo Alejandro, el 21 de abril de 1912, define en su vida una
actitud de mujer que se enfrenta sola a sus decisiones. Trabaja
como cajera en la tienda "A la ciudad de México",
en Florida y Sarmiento. También en la revista "Caras
y Caretas".
Su
primer libro, "La inquietud del rosal", publicado
con grandes dificultades económicas, apareció
en 1916. En un homenaje al novelista Manuel Gálvez, por
primera vez en Buenos Aires, en esta clase de reuniones, aparece
Alfonsina recitando con aplomo sus propios versos.
En junio de 1916, aparece en "Mundo Argentino" un
poema titulado "Versos otoñales". Aunque los
versos son apenas aceptables, sorprende su capacidad de mirarse
por dentro, que por entonces no era común en los poetas
de su generación.
Conoce
a los escritores Gabriela Mistral y Federico Lorca en el Tortoni
cuando el español estuvo en Buenos Aires entre octubre
de 1933 y febrero de1934.
Alfonsina forma parte de la constitución de la Sociedad
Argentina de Escritores, reciben premios literarios y en medio
de toda su realidad conoce al escritor Horacio Quiroga, donde
algunos hablan de un amor, pero que no tuvo futuro. Cuando Quiroga
se suicida ella le escribe un poema, corría el año
1935. Es nombrado jurado en premios literarios, algo poco común
para las mujeres y colabora con diferentes diarios y revistas
de la época.
Alfonsina
muere el 25 de octubre de 1938 en Mar del Plata.
En
el proyecto Cervantes se puede leer: Hacia mitad de año
apareció Mascarilla y trébol y una Antología
poética con sus poemas preferidos. Los meses que siguen
fueron de incertidumbre y temor por la renuencia de la enfermedad.
El 23 de octubre viajó a Mar del Plata y hacia la una
de la madrugada del martes veinticinco Alfonsina abandonó
su habitación y se dirigió al mar. Esa mañana,
dos obreros descubrieron el cadáver en la playa. A la
tarde, los diarios titulaban sus ediciones con la noticia: «Ha
muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poetisa de
América». A su entierro asistieron los escritores
y artistas Enrique Larreta, Ricardo Rojas, Enrique Banchs, Arturo
Capdevila, Manuel Gálvez, Baldomero Fernández
Moreno, Oliverio Girondo, Eduardo Mallea, Alejandro Sirio, Augusto
Riganelli, Carlos Obligado, Atilio Chiappori, Horacio Rega Molina,
Pedro M. Obligado, Amado Villar, Leopoldo Marechal, Centurión,
Pascual de Rogatis, López Buchardo.
FUENTES: Biblioteca Cervantes, Poema del Alma, fuentes propias.
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