HORACIO
QUIROGA
31
DE DICIEMBRE DE 1878 – 19 DE FEBRERO DE 1937
31
DE JULIO DE 1926 SE PUBLICA LOS DESTERRADOS
Por Elena
Luz González Bazán especial para Latitud Periódico
23 de agosto
del 2016
Entre la
numerosa bibliografía del escritor uruguayo que dejó
su sello en nuestro país, pero sustancialmente en nuestra
ciudad, porque aquí vivió muchos días con
sus noches y no tan gratamente.
Horacio
Quiroga fue un escritor nacido en la hermana República
del Uruguay, en Salto en 1878. Vivió gran parte de su
vida en Argentina y en Buenos Aires largos tramos de la misma.
Escribió
crónicas cinematográficas, relatos para niños
y colaboró con distintos medios gráficos. Sus
relatos más famosos están ambientados en la selva
misionera. En 1936, al saberse enfermo terminal, se suicidó.
Una década antes la editorial porteña Losada había
publicado su volumen de cuentos más celebrados y ricos
de su narrativa: “Los desterrados”.
BREVE
BIOGRAFÍA
Su nombre
completo era: Horacio Silvestre Quiroga Corteza, nace en Salto,
el 31 de diciembre de 1878 y muere en Buenos Aires el 19 de
febrero de 1937. Su multifacética personalidad lo llevó
a destacarse como: cuentista, dramaturgo y poeta.
Se lo considera
el maestro del cuento latinoamericano, de prosa vívida,
naturalista y modernista. La otra especificidad es la materialista.
Sus relatos,
cuentos, crónicas son breves, tienen una profunda relación
con la naturaleza, con rasgos temibles y horrorosos y como enemiga
del ser humano, le valieron ser comparado con el escritor estadounidense
Edgar Allan Poe.
En su país
vivió hasta los 23 años, se afirma que ante la
muerte de su mejor amigo, en forma accidental decidió
emigrar hacia estas tierras, donde vivió el resto de
su vida, otros 35 años.
Se casó
dos veces, tuvo tres hijos y desarrolló la mayor parte
de su obra. Mostró una eterna pasión por el territorio
de Misiones y su selva, empleando a esta y sus habitantes en
la trama de muchos de sus cuentos más reconocidos.
La vida
de Quiroga, marcada por la tragedia, los accidentes y los suicidios,
culminó por decisión propia, cuando bebió
un vaso de cianuro en el Hospital de Clínicas de la ciudad
de Buenos Aires a los 58 años de edad, tras enterarse
de que padecía cáncer de próstata.
ESCUELA
MODERNISTA
Fue un seguidor
y continuador de la escuela fundada por el escritor Rubén
Darío, lector apasionado de Edgar Allan Poe, Guy de Mauppassant
y otros.
En ese devenir de la muerte y la tragedia, la naturaleza y la
selva se destaca su libro de: Cuentos de amor de locura y de
muerte.
Asimismo,
se percibe en Quiroga la influencia del británico Rudyard
Kipling (Libro de las tierras vírgenes), que cristalizaría
en su propio Cuentos de la selva, delicioso ejercicio de fantasía
dividido en varios relatos protagonizados por animales.
EL
DECÁLOGO DE QUIROGA
•
Pregona un estilo económico y preciso,
• Empleando pocos adjetivos,
• Redacción natural y llana y
• Claridad en la expresión,
Muchos de
sus críticos afirman que en muchas de sus relatos Quiroga
no sigue sus propios preceptos, utilizando un lenguaje recargado,
con abundantes adjetivos y un vocabulario por momentos ostentoso.
Al desarrollarse
aún más su particular estilo, Quiroga evolucionó
hacia el retrato realista (casi siempre angustioso y desesperado)
de la salvaje Naturaleza que lo rodeaba en Misiones: la jungla,
el río, la fauna, el clima y el terreno forman el andamiaje
y el decorado en que sus personajes se mueven, padecen y a menudo
mueren.
LOS
OBREROS RURALES
En especial,
en sus relatos, Horacio Quiroga describe con arte y humanismo
la tragedia que persigue a los miserables obreros rurales de
la región, los peligros y padecimientos a que se ven
expuestos y el modo en que se perpetúa este dolor existencial
a las generaciones siguientes.
Una verdad incontrastable cuando se pueden apreciar en toda
su magnitud situaciones históricas como las que refleja
la película Quebracho, la verdad ominosa de los obreros
en el campo que trabajan en los yerbatales y con la caña
de azúcar. La súper explotación que Quiroga
se compromete en su trabajo literario.
Trató,
además, muchos temas considerados tabú en la sociedad
de principios del siglo XX, revelándose como un escritor
arriesgado, desconocedor del miedo y avanzado en sus ideas y
tratamientos. Estas particularidades siguen siendo evidentes
al leer sus textos hoy en día.
Independientemente
de su fascinación con la muerte, los accidentes, enfermedades,
aspectos tenebrosos que surgen en sus escritos. Su relación
con Edgar Allan Poe y Baudelaire; Quiroga tuvo evidentemente
una vida trágica hasta su propia muerte. En tal sentido
muchos de sus críticos afirman que esto lo marcó
para sus textos literarios. Sea así o no, la realidad
es que Horacio Quiroga ha dejado para la posteridad algunas
de las piezas más terribles, brillantes y trascendentales
de la literatura hispanoamericana del siglo XX.
SUS
DÍAS EN BUENOS AIRES
Con
el suicidio de su esposa, Horacio Quiroga se traslada a la ciudad
de Buenos Aires junto a sus hijos, allí recibe el un
cargo de Secretario Contador en el Consulado General uruguayo
en la ciudad, éste cargo lo obtiene por la ayuda de amigos
que quieren ayudarlo.
VIVIENDO
EN UN SÓTANO EN EL BARRIO DE VILLA CRESPO
Corría
el año 1917, un año realmente histórico
en el mundo, el escritor junto a sus hijos vivió en un
sótano de la avenida Canning (hoy Raúl Scalabrini
Ortiz) 164, alternando sus labores diplomáticas con la
instalación de un taller en su vivienda y el trabajo
en muchos relatos que iban siendo publicados en diversas publicaciones
como revistas y otros, en el «P.B.T.» y «Pulgarcito».
Todos estos fueron recopilados por el autor para sus libros:
Cuentos de amor de locura y de muerte (1917) (por decisión
expresa del autor, el título no lleva coma) La redacción
del libro le había sido solicitada por el escritor Manuel
Gálvez, responsable de Cooperativa Editorial de Buenos
Aires, y el volumen se convirtió de inmediato en un enorme
éxito de público y de crítica, consolidando
a Quiroga como el verdadero maestro del cuento latinoamericano.
Luego se va a Barrio Norte, en un pequeño departamento
de la calle Agüero, al tiempo que apareció su celebrado
Cuentos de la selva, colección de relatos infantiles
protagonizados por animales y ambientados en la selva misionera.
Quiroga dedicó este libro a sus hijos, que lo acompañaron
durante ese período de pobreza en el húmedo sótano
de dos pequeñas habitaciones y una cocina con comedor.
Luego vendrán numerosas publicaciones y escribe para
revista Atlántida, El Hogar y La Nación. También
escribió el guión para un largometraje («La
jangada florida») que jamás llegó a filmarse.
Poco tiempo después, fue invitado a formar una Escuela
de Cinematografía.
Entre los numerosos escritores conoció a Leopoldo Lugones,
José Enrique Rodo, Alfonsina Storni, Ezequiel Martínez
Estrada. Siguió publicando en otros medios y publicó
escritos biográficos de distintos autores como Robert
Scott, Luis Pasteur, H:G: Wells entre otros.
Ya enfermo y luego de un viaje a Misiones nuevamente, es tratado
e internado en el Hospital de Clínicas, con un cáncer
de próstata y teniendo en cuenta los sufrimientos por
venir, se suicida tomando cianuro.
Su cadáver fue velado en la Casa del Teatro de la Sociedad
Argentina de Escritores (SADE) que lo contó como fundador
y vicepresidente.
SUS
LIBROS
•
Diario de viaje a París (Testimonio y observaciones,
Ed. Páginas de Espuma, Montevideo, 1900)
• Los arrecifes de coral (Prosa y verso, El Siglo Ilustrado,
Montevideo, 1901)
• El crimen del otro (Cuentos, Ed. Emilio Spinelli, Buenos
Aires, 1904)
• Los perseguidos (Relato, Ed. Arnaldo Moen y Hno., Buenos
Aires, 1905)
• Historia de un amor turbio (Novela, Ed. Arnaldo Moen
y Hno., Buenos Aires, 1908)
• Cuentos de amor, de locura y de muerte (Cuentos, Soc.
Coop. Editorial Ltda., Buenos Aires, 1917)
• Cuentos de la selva (Cuentos infantiles, Soc. Coop.
Editorial Ltda., Buenos Aires, 1918)
• El salvaje (Cuentos, Soc. Coop. Editorial Ltda., Buenos
Aires, 1920)
• Las sacrificadas (Cuentos escénicos en cuatro
actos, Soc. Coop. Editorial Ltda., Buenos Aires, 1920)
• Anaconda (Cuentos, Agencia Gral. de Librería
y Publicaciones, Buenos Aires, 1921)
• El desierto (Cuentos, Ed. Babel, Buenos Aires, 1924)
• Los desterrados (Cuentos, Ed. Babel, Buenos Aires, 1926)
• Pasado amor (Novela, Ed. Babel, Buenos Aires, 1929)
• Suelo natal (Cuentos, Ed. Crespillo, Buenos Aires, 1931)
• Más allá (Cuentos, Soc. Amigos del Libro
Rioplatense, Buenos Aires - Montevideo, 1935)
FUENTES:
varias y propias.
Caracteres:
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