VOY
A CONTAR UN CUENTO
MARÍA ELENA WALSH
29
de septiembre del 2016
Voy
a contar un cuento.
A la una, a las dos
y a las tres:...
Había una vez.
¿Cómo
sigue después?
Ya
sé, ya sé.
Había una casita, una casita que.
Me
olvidé.
Una
casita blanca, eso es, donde vivía uno que creo era el
Marqués.
El
Marqués era malo, le pegó con un palo a... No,
el Marqués no fue.
Me
equivoqué.
No
importa. Sigo.
Un día llegó la policía.
No,
porque no había.
Llegó
nada más que él, montado en un corcel que andaba
muy ligero.
Y
había un jardinero que era bueno pero.
Después
pasaba algo que no recuerdo bien.
Quizás pasaba el tren.
Pero
lejos de allí, la Reina en el Palacio jugaba al ta te
ti, y dijo varias cosas que no las entendí.
Y
entonces...
Me perdí.
Ah,
vino la Princesa vestida de organdí.
Sí.
Vino
la Princesa.
Seguro que era así.
La
Reina preguntole, no sé qué preguntó, y
la Princesa, triste, le contestó que no.
Porque
la Princesita quería que el Marqués se casara
con ella de una buena vez.
No,
no, así no era, era al revés.
La
cuestión es que un día, la Reina que venía
dio un paso para atrás.
No me acuerdo más.
Ah,
sí, la Reina dijo:
-Hijita, ven acá.
Y entonces no sé quién.
Mejor
que acabe ya.
Creo que a mí también me llama mi mamá.