ADEPA
/ ASOCIACIÓN DE ENTIDADES PERIODÍSTICAS ARGENTINAS
Por
la Redacción de Latitud Periódico
3
de octubre del 2014
ADEPA
emitió un comunicado en el día de hoy donde advierte
sobre los peligros de la intolerancia y la negación.
En tal sentido sostiene que informar para el gobierno significa
una acción o actitud destituyente.
En
la misma línea afirma que se ha ido ampliando la lista
de enemigos ya que todos aquellos que cuestionan esa construcción
artificiosa que realiza el gobierno, es inmediatamente catalogado
y puesto como enemigo.
La
declaración está firmada por: el presidente de
Adepa, Guillermo Ignacio y, el titular de la Comisión
de Libertad de Prensa e Información, Carlos Jornet.
Lo que sigue es el comunicado:
Informar
sobre las cuestiones que el Gobierno busca maquillar, una de
las definiciones del buen periodismo, es interpretado como una
acción destituyente.
En
2003, cuando el Gobierno nacional comenzó sus embates
contra periodistas y medios, muchos no se preocuparon, porque
no trabajaban en esos medios o porque no eran periodistas. El
periodismo independiente, que en cumplimiento de lo más
elemental de su misión cuestionaba el discurso oficial,
irritó a gobernantes que se esforzaron por sostener un
relato que progresivamente se alejaba de la realidad, advierte
la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas
(Adepa) en una declaración dada a conocer hoy.
Por
eso, a la lista de enemigos se fue sumando todo aquel que cuestionara
esa construcción artificiosa. Quien osara decir que le
preocupaba el nivel inflacionario o que había sido víctima
de hechos de inseguridad no registrados por los índices
oficiales, corría el riesgo de quedar estigmatizado como
antipatriota y el de ser perseguido por los organismos de control.
Dijimos
entonces desde Adepa que la descalificación, el agravio
y la persecución ideológica, "lejos de sentar
las bases para una nueva sociedad, destruyen la convivencia
y representan un ataque a derechos humanos fundamentales".
Hoy,
en tiempos en que la narrativa oficial incorpora a personajes
de dimensión planetaria y en que el contexto socioeconómico
es la contracara de la versión idílica que propone
el Gobierno, el peligro es mayor.
La
Presidenta y funcionarios de alta jerarquía, como el
jefe de Gabinete, constantemente sugieren que algunos medios,
junto a un grupo de villanos que suele estar integrado entre
otros por la oposición, los empresarios, los sindicalistas,
los yihadistas, el gobierno norteamericano y los fondos buitre,
urden maniobras desestabilizadoras.
Informar
sobre las cuestiones que el Gobierno busca maquillar, una de
las definiciones del buen periodismo, es interpretado como una
acción destituyente.
Estas
acusaciones ponen en riesgo la integridad física de los
periodistas y atentan contra la libertad que exige su oficio.
Mientras persista esta manía negacionista frente a la
realidad y las reacciones hostiles ante cualquier manifestación
de inquietud sobre la compleja situación que estamos
viviendo, la libertad de expresión, de todos los ciudadanos,
estará amenazada, concluye la declaración de Adepa.
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