EN
EL MARCO DEL BICENTERNARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL
AURORA:
LA CANCIÓN PATRIA
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
23
de febrero del 2016
LA
HISTORIA DE AURORA
Aurora
es una canción patria, una de las más cantadas
y más difíciles de interpretar.
Sus vicisitudes son muchas, pero simbolizan el nacimiento de
la Nación Argentina.
FUE UNA OPERA ITALIANA Y DE AHÍ SE TRANSFORMÓ
EN EL SALUDO A LA BANDERA
Compuesta por Héctor Panizza en la ciudad de Milán,
Italia. Esta pieza musical fue encargada por el gobierno argentino
a Panizza en 1906 y que la compuso en su departamento en la
ciudad italiana donde residía.
Es
la historia local de un hecho trágico narrado en un relato
de Héctor Cipriano Quesada y Luigi Illica y lleva el
nombre de la protagonista femenina, quien simboliza el nacimiento
de la Nación Argentina.
Paniza hijo de italianos concurrió al Real Conservatorio
de Milán, el que hoy lleva el nombre de otro grande como
fue Guiseppe Verdi, además porque Illica, uno de los
autores del texto, fue un reconocido libretista de Giacomo Puccini.
La parte instrumental fue completada en Londres, pero, en ocasión
del debut, los cantantes fueron italianos, Cesare Assanti, Amedeo
Bassi, Giuseppe La Puma y Titta Ruffo, quienes llegaron a la
Argentina desde Génova.
“Aurora”
fue representada por primera vez el 5 de septiembre de 1908
en el Teatro Colón de Buenos Aires, inaugurado ese mismo
año. En aquel histórico momento, mientras se alzaba
el telón, en un profundo clima emotivo, todos los presentes
escucharon la voz del tenor Amedeo Bassi, quien moduló
el aria en italiano:
“Alta
pel cielo, un’aquila guerriera,
ardita s’erge in volo trionfale.
Ha un’ala azzurra, del color del mare,
ha un’ala azzurra, del color del cielo.
“Così nell’alta aurora irradiale,
il rostro d’or punta di freccia appare,
porpora il teso collo e forma stelo,
l’ali son drappo e l’aquila è bandiera.
“È la bandiera del Paese mio,
nata dal sole; e ce l’ha data Iddio!”.
El llamado melodrama se desarrolla en la ciudad
de Córdoba, en el interior del virreinato, corre mayo
de 1810, efervescencia independentista.
Cuenta la historia que a ¨un convento de la Compañía
de Jesús llega un cesto de flores que un fiel devoto
envía a la Virgen de los Dolores. En el cesto hay también
un mensaje clandestino, enviado desde Buenos Aires: “Muchachos:
saluden a la Aurora. Ella brilla triunfal en el límpido
cielo de la Patria¨ Empieza la lucha por la Independencia”.
El gobernador era Ignacio del Puente, que es interpretado por
el barítono Titta Rufo, quien reacciona brutalmente para
restaurar el orden luego que estalla la Revolución de
Mayo y proclama: “¡En Buenos Aires flamea
un estandarte rebelde e indigno! ¡¡¡Lo ahogaré
en su propia sangre!”.
La
historia continúa de esta forma, porque el gobernador
no puede evitar que un patriota se enamore de su hija Aurora
que es interpretada por la soprano María Farletti. Mariano
es el protagonista y éste pelea con coraje y es capturado
como espía. Del Puente no acepta la historia de amor
y sostiene: “¡Antes que padre, soldado!”.
Los amantes consiguen escapar pero, la historia termina trágicamente,
con Aurora herida mortalmente por el fuego de las armas de las
tropas de su padre, y con el inmenso amor de Mariano: “Te
amaré por toda la eternidad, porque el cielo es Aurora,
y es Aurora de la Patria”.
Hay,
por otro lado, errores históricos, porque los jesuitas
son expulsados por la Corona en 1767 y la bandera nacional es
creada en 1812.
LA
OPERA AURORA
Esta fue representada en numerosas temporadas, siempre con gran
éxito, pero su definitiva consagración popular
se produjo con la traducción al español a 35 años
de su estreno. Y ello no obstante las dificultades encontradas
para conservar la métrica y la melodía del aria,
cuyos arreglos se ocuparon Ángelo Pettita (un italiano
con muy buen conocimiento del idioma español) y Josué
Quesada (hijo de uno de los autores).
El 9 de julio de 1945 se presenta la nueva
versión en una noche de gala, por supuesto se conmemoraba,
festejaba la Independencia Nacional.
En ese momento las máximas autoridades nacionales eran:
el presidente Edelmiro J. Farrel y el vicepresidente, coronel
Juan Domingo Perón. Desde entonces, y mediante un decreto
gubernamental, se estableció que el aria de “Aurora”,
con el nombre de “Saludo a la Bandera”, se convirtiese
en canción a la bandera y fuese de interpretación
obligatoria en los actos oficiales y en todas las escuelas al
momento de izarse la misma.
La
denominación oficial es saludo a la bandera, pero en
todos los tiempos es y fue conocida como Aurora.
Algo
así como 9.500.000 de niños y adolescentes la
entonan cada mañana en las escuelas. También los
adultos conservan entre sus más bellos recuerdos aquellos
versos inolvidables que dicen:
“Alta
en el cielo un águila guerrera,
Audaz se eleva en vuelo triunfal.
Azul un ala, del color del cielo,
azul un ala, del color del mar.
Así en el alta aurora irradial,
punta de flecha el áureo rostro imita,
y forma estela al purpurado cuello.
El ala es paño, el águila es bandera.
Es la bandera de la Patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios”.
Posteriormente,
Mariano fue representado por el tenor argentino Darío
Volanté, el 2 de abril del 2002, al cumplirse 20 años
de la ocupación de las Islas Malvinas, esto fue cuando
el Teatro Colón decidió honrar a los caídos.
Ese día fue en un clima de gran emoción y participación
popular. Aquella jornada Volonté cerró aquella
memorable noche en su doble condición de tenor y sobreviviente
del hundimiento del crucero “General Belgrano”.
"Alta
en el cielo un águila guerrera..."
Aurora es una de las canciones a la bandera
más cantada, a pesar de no haber sido escrita con esa
intención.
La ópera fue compuesta por Héctor Panizza (1875-1967),
como decimos más arriba.
Aurora fue repuesta en el Teatro Colón en 1909, 1945,
1953, 1955, 1965, 1966, 1983 y 1999. Luego se hizo el homenaje
en el 2002.
BREVE
BIOGRAFÍA DE HÉCTOR PANIZZA
Héctor
Panizza, en Italia Ettore Panizza, nace en Buenos Aires el 12
de agosto de 1875 y fallece en Milán, Italia, el 27 de
noviembre de 1967; fue un compositor y director de orquesta
argentino de trascendencia internacional. Uno de los máximos
directores de ópera de la primera mitad del siglo XX,
es básicamente asociado con el Teatro Colón de
Buenos Aires, La Scala, Covent Garden, Chicago y el Metropolitan
Opera; compuso cuatro óperas entre ellas la popular Aurora
(ópera).
Estudió primero con su padre (chelista de la orquesta
del Teatro Colón) y luego en el Conservatorio de Milán
y debutó en Roma en 1897, dirigiendo luego por toda Italia,
España y Sudamérica.
La opera Aurora tiene tres actos y el ambiente es en las provincias
virreinales, en la etapa colonial.
Acto
Primero
Se desarrolla en el aula donde ha sido instalada la biblioteca,
en la iglesia y convento de la Compañía de Jesús,
en Córdoba, se encuentran los novicios Mariano y Raymundo,
quienes encuentran un pedazo de papel en que se lee: Jóvenes:
¡Salud a la aurora que surge en el cielo de la Patria!
La lucha por la Independencia principia hoy, 25 de mayo; hoy
comienza la Patria" y otro mensaje que dice: ¿Córdoba
únicamente ha de ver agitarse contra la patria el estandarte
de la reacción? ¡No, Córdoba no ha de ser
vil! ¡Muerte a Linares y a Ignacio de la Puente! Jóvenes:
vuestro convento domina la plaza. Linares ha escondido allí
armas y municiones. Abrid esta noche el convento al pueblo y
entregadle las armas, o todo se habrá perdido".
Ante la perplejidad de todos Mariano reacciona y los gana para
la causa patriótica. Ante el inesperado pronunciamiento,
los jefes realistas deciden convertir la iglesia en fortaleza.
Mariano se encuentra ante un dilema terrible: al enamorarse
de Aurora, hija del jefe realista don Ignacio, no se atreve
a ceder a su amor por no traicionar la causa que se propone
defender. Al final del acto, la llegada de los patriotas interrumpe
sus vacilaciones, al mismo tiempo que las campanas del convento
anuncian un nuevo día.
Acto
Segundo
La escena se traslada a la residencia de don Ignacio de la Puente.
Una comisión de patriotas, al frente de la cual se hallan
don Lucas, Mariano y Raymundo, penetran en el palacio para exigir
la rendición de las tropas realistas. El jefe español
se niega rotundamente; ante la insistencia de los delegados,
les expresa que dará su respuesta definitiva al despuntar
la aurora. Mientras que don Ignacio toma las medidas necesarias
de precaución, Mariano, en traje de seminarista, entra
sigilosamente a la residencia y explica a Aurora sus ideales
de libertad, a los que deberán sacrificarse hasta los
anhelos más queridos del corazón.
Acto
Tercero
Transcurre en una estancia cordobesa. Al anochecer, don Ignacio
se entera del fusilamiento de Linares. La gravedad de la situación
lo decide a dejar a su hija en un convento hasta que haya pasado
la tormenta de la revolución. Momentos después,
se lleva ante el jefe español a un prisionero. Aurora
lo reconoce enseguida: es Mariano. No puede evitar una exclamación
de asombro, que hace comprender a su padre que existe entre
ambos una relación sentimental. Lo condena a muerte por
espía y traidor. Una feliz constelación les hace
posible la fuga. Los amantes aprovechan la circunstancia pero
los centinelas los sorprenden y una bala infortunada hiere a
la joven. La desgraciada muchacha, postrada en el suelo, ve
alborear el día. Al elevarse radiante el sol de la libertad
de América, exclama: "Mirad, es la aurora. Dios
la escribe en el cielo con el sol y en la tierra con su sangre"
y expira en brazos de su amante.
Aria
Fue famosa un aria de la obra que cantaba el tenor Amedeo Bassi,
que hace de Mariano, al final del segundo acto, en un “intermedio
épico” en que se descubría en la figura
de un águila que planeaba en lo alto la imagen de la
bandera nacional y le cantaba.
El escritor Juan Sasturain escribe sobre los
neologismos:
"En el original italiano, no hay “aurora irradial”
(no existe en castellano) sino “aureola irradiale”,
es decir: la aureola de rayos del amanecer que, como la que
ilumina la cabeza de los santos, ilumina al águila(...)
se traduce el verso “il rostro d’or punta de freccia
appare” como “punta de flecha el áureo rostro
imita”, cuando “rostro” es “pico”
en italiano: es decir que el pico del águila, iluminado,
parece una punta de flecha, el extremo metálico del asta.
(...) el verso “Y forma estela al purpurado cuello”
[...] por “porpora il teso collo e forma stello”,
que quiere decir (...) que enrojecen (los rayos del sol) el
tenso, alargado cuello (del águila) y forman el tallo
(“stelo”, no es “estela”), el asta de
la bandera".
AURORA
Letra: H. C. Quesada y L. Illiaca
Música: Héctor Panizza
(De la ópera Aurora)
Del
Colón a la escuela
Aurora puede incluirse en el género lírico de
corte patriótico, en razón de que su contenido
está totalmente teñido de exaltación nacional.
Su estilo respeta los cánones del neoclasicismo europeo
tales como: el uso de frases retóricas, invocaciones
solemnes y majestuosas, con tono algo beligerante y combativo.
Utiliza la metáfora y las comparaciones como recursos
estilísticos: sus alas (los paños de la bandera)
azules: como el cielo y como el mar.
En el estribillo, sólo dos versos que se repiten y es
esa misma reiteración, lo que la da la fuerza expresiva.
“El ala es paño, el águila es bandera”:
en esta construcción gramatical los sustantivos son indistintos,
intercambiables.
El poeta se expresa en 1ª persona del singular con la intención
de transmitir formas posesivas, apego sentimental al símbolo.
Logra transmitirlo partiendo de su relación con la enseña
“es la bandera de la patria mía, del sol nacida,
que me ha dado Dios”.
Se transforma en canción patria, llega
al Colón y se canta para homenajear a los combatientes
de Malvinas…
FUENTES: Efemérides culturales, calendario
porteño, wikipedia, páginas y trabajos sobre Aurora:
la opera y más.
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