LA
CIUDAD DE BUENOS AIRES Y EL TRANSPORTE
PARTE III
ALERTAN
EN VARIAS PARTES DEL MUNDO QUE SE
DEBE DEJAR DE USAR EL AUTOMOVIL EN LAS CIUDADES
Por
Juan Carlos Cena * especial para Latitud Periódico
1º
de septiembre del 2011
CONGESTIÓN
VEHICULAR
La congestión vehicular en calles y rutas produce pérdidas
de tiempo del usuario del automotor, peatones y ciclistas, además
de un mayor gasto de combustible, mayor ruido, estrés
y contaminación además de mayor desgaste de los
vehículos.
La congestión produce asimismo un aumento en los costos
de distribución de las mercaderías.
El
señor Claytor Presidente de AMTRAK (empresa estatal encargada
del transporte ferroviario de pasajeros en Estados Unidos) ha
dicho que debido a la congestión rutera en esa nación
se pierden 84.000 millones de horas-hombres por año.
Las cuales equivalen al 20 por ciento del Producto Bruto Nacional.
En
Argentina, la congestión produce un daño que llega
al 2 por ciento del Producto Nacional. La cifra hoy es importante
para un país en desarrollo y se incrementará con
el correr del tiempo si es que aumenta el transporte automotor.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Asociación
de Fabricantes de Automóviles, la producción y
venta de autos para el mercado interno fueron, de enero a agosto
de 1996, de 235 mil unidades, y en el mismo lapso, en 1997,
fue de 275 mil y así hasta llegar al día de hoy
a 10 millones aproximadamente de vehículos en la calle.
El
ejemplo más claro de este crecimiento lo encontramos
entre 1993 y 1994, cuando el parque automotor creció
en 900 mil unidades y las muertes por accidentes de tránsito
aumentaron en un 50 por ciento.
Educación
vial y penas más duras no es lo único, ni suficiente,
ni esencial. Lo verdadero es diseñar un verdadero Proyecto
Nacional de Transporte, donde todos los modos que concurren
al transporte sean complementarios y no competitivos. No podemos
seguir con las evasivas. Todo esto deriva por las ausencias
de políticas de Estado. A la oposición no se le
cae una idea sólo la protestaría. Por otro lado,
mientras los organismos que dicen ocuparse de los accidentes
no penetran en la verdadera naturaleza del problema todo va
a seguir igual
Murió más del 50 por ciento más de peatones
en accidentes hasta mayo, se registró un promedio de
cinco muertos por mes. Hay imprudencia de conductores, pero
también de quienes cruzan mal. La mayoría, víctima
de colectivos y camiones, en la en la ciudad de Buenos Aires.
NIVELES
DE SONORIDAD EN EL TRANSPORTE TERRESTE
A una distancia de 25 metros un tren emite de 65 a 75 decibeles.
Un automóvil particular emite de 70 a 90 decibeles, mientras
que un camión u ómnibus puede sobrepasar los 100
decibeles.
*
Un tren compuesto por tres coches hace ruido durante 8 segundos
al pasar por un punto, transportando cómodamente a 250
pasajeros.
* En una carretera, en 8 segundos, pasan más de 4 automóviles
que no transportan en total más de 20 personas.
CONTAMINACIÓN
DEL AIRE – ALGUNOS EJEMPLOS
En los Estados Unidos el transporte participa en la contaminación
total con un 54 por ciento; de este valor un 86 por ciento pertenece
a los vehículos viales mientras que el ferrocarril lo
hace con 0,4 por ciento.
Si
un tren diesel contamina 1, un automóvil particular contamina
8,3 veces más (y transporta un máximo de 5 pasajeros).
En
caso de utilizarse tracción eléctrica de origen
hidráulico, la polución es nula. Si se obtiene
electricidad quemando petróleo (centrales térmicas)
la contaminación puede ser eficazmente reducida. Además,
se aprovecha al máximo la energía proveniente
de la combustión.
En
una carretera donde circulan 10.000 vehículos por día,
se produce una contaminación equivalente a: 50 a 100
kilos de polvo; 140 gramos de plomo; 40 gramos de zinc; 1 a
5 gramos de hidrocarburos...
La
contaminación de los automóviles causa 80.000
muertes.
Los
automóviles en la CEE, Comunidad Económica Europea,
lanzan 19 millones de toneladas de monóxido de carbono
y 4 millones de toneladas de oxido nitroso por año.
Para
pensar: En la argentina circulan 9.389.096 automóviles.
Cuya mayor concentración está en las grandes ciudades
como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Rosario.
EL
TREN Y EL SUBTERRANEO CONTAMINAN MENOS
En todos esos países, especialmente, Alemania, Francia,
Italia, España, entre otros, se ha privilegiado para
el transporte urbano a los ferrocarriles y al sistema de subterráneos.
Los presupuestos cada vez son mayores a efectos de implementar
la expansión de las líneas, con trenes de circunvalación
de uno o dos anillos que rodean las ciudades interconectando
a su vez a todos los ramales. En cada interconexión hay
una estación de intercambio de pasajeros, de estacionamiento
de autos y ómnibus. En ese lugar los diferentes modos
se complementan, no compiten. Es decir, las tierras públicas
son utilizadas para construir centros de transferencias de pasajeros,
cargas o encomiendas, playas de estacionamiento, para ómnibus,
autos, taxis, no para emprendimientos inmobiliarios.
Este
gobierno ni los anteriores que administran y administraron el
Estado Nacional y los de la ciudad de Buenos Aires nunca diseñaron
un proyecto serio de transporte, ni tienen anotado en una agenda,
o en un mísero borrador, la cuestión del Sistema
de Transporte.
Algunas
observaciones puntuales: En la actualidad, cuando ponderan y
evalúan los accidentes y las causales, no se nombra ni
por casualidad los deficientes servicios prestados por el sistema
de transporte ferroviario y de subterráneos. Salvo tibias
excepciones. Porque las deficiencias de estos modos de transporte
han contribuido al aumento de los accidentes, con el agregado,
además, que estos modos de transporte, en buen estado,
aliviarían la saturación de las calles, avenidas
y corredores de accesos. En consecuencia se producen atascamientos
en las entradas de las grandes ciudades. Reglamentar el tránsito,
por ejemplo, en la avenida Juan B Justo, del paso de camiones
de gran porte equivale en superficie a 5 o 6 automóviles.
SINIESTROS
VIALES
La realidad nos muestra, sin anuncios ni chirridos, la cantidad
de accidentes seguidos de muerte por saturación en las
calles, avenidas, autopistas por la oleada de vehículos
que bloquean los accesos a las grandes ciudades en las horas
picos de entrada y salida. Factor indiscutible que provoca un
colapsamiento cotidiano. Esa saturación a las horas cumbres
del ingreso y egreso vehicular, estrés que causa el accidente,
horas perdidas de trabajo, heridos y muertes, demoras, polución,
roturas de autopistas, calles, carreteras de accesos, despilfarro
de energía y combustibles no renovables, entre otros
inconvenientes. Es toda una muestra por la falta de previsión,
planificación y organización del transporte en
general y del servicio ferroviario y subterráneo en particular,
que es en definitiva la de preocuparse por los ciudadanos que
van a laborar; es la ausencia de políticas.
Políticas
de estado que los países desarrollados del mundo han
tomado con suma seriedad. Políticas que a pesar de la
renovación de las autoridades de diferentes signos políticos
partidarios, las mismas han perdurado y ampliado, caso más
cercano es España. Política de Estado iniciada
por Felipe González, continuada por Aznar y ahora por
Zapatero, manteniendo a las empresas de ferrocarriles y subterráneos
en la esfera estatal. Por otra parte, perfeccionado la ley del
Transporte de España, Ley de ordenación de los
transportes terrestres. Ley 16/1987, de 30 de julio, BOE del
31 del mismo mes.
POR
ESO ES NECESARIO COMPARAR
*La capacidad de tráfico de una vía férrea,
ya sea subte o ferrocarril es 17 veces más que el de
la ruta.
*Un tren suburbano ferroviario de ocho (8) coches equivale a
68 colectivos
*Una formación de subtes de 8 coches equivale a 36 colectivos
Esta
desproporción entre un modo u otro contamina más
el aire, triplica el ruido ambiente, aumenta la congestión
vehicular y se incrementan los accidentes.* Para tener una idea
y dimensionar mejor el problema. Una locomotora que arrastra
una carga determinada sólo puede ser reemplazada por
50 camiones (Provistos por la industria del transporte automotor),
que a su vez consumen 3,5 veces más combustible.
Según
datos oficiales, el promedio de muertes por accidentes de rutas,
en el mes de marzo de 1996 fue de 34 diarias, en marzo del 2001
ascendía a 42 diarias.
En
Alemania citan 450.000 accidentes, tan solo 450 son ferroviarios.
En
Francia, por la autopista Paris-Lyón, ¿cuántos
accidentes viales con muertos y heridos hubo? No existen datos
confiables, se oculta.
Mientras
que el tren TGV que desarrolla una velocidad de 300 kilómetros
por hora no produjo ningún accidente hasta el momento.
El
ferrocarril, es el único medio de transporte, junto con
el subterráneo y el trolebús que pueden usar energía
renovable. Los otros utilizan la no renovable, que es petróleo
o gas.
El auto transporte automotor no cumple con las leyes laborales,
por un lado: por otro, no paga a la sociedad el daño
que produce por la contaminación, el ruido y el estrés;
la parte social de los accidentes vehiculares, la utilización
de los combustibles no renovables, la congestión vehicular,
etc.
La
ocupación del suelo es otra cuestión a tener en
cuenta. Partimos de una ley física: la impenetrabilidad
de los cuerpos. No caben más vehículos en las
carreteras, las mismas están saturadas, vale la pena
repetir de nuevo el concepto de la impenetrabilidad de los cuerpos,
no entran más vehículos, no se pueden encimar
o penetrarse el uno con el otro. El transporte es movimiento,
al producirse el mismo, en forma inevitable, se producen accidentes
por falta de espacio. Y da por resultado el atasco en las holguras
anulando toda movilidad en las autopistas, avenidas, carreteras
de acceso a las grandes ciudades. .
VEAMOS
LA OCUPACIÓN DE LOS ESPACIOS
SEGÚN EL MODO DE TRANSPORTE
El
tren y el subte ocupan poco espacio y no interrumpen el transporte
de automóviles y ómnibus teniendo a punto las
infraestructuras de puentes, paso a nivel bajos y altos, puentes
y alcantarillas. Para transportar más de 45.000 personas
por hora y por dirección. El tren necesita un ancho máximo
de 13,70 metros...
En cambio, el transporte automotor (ómnibus o camión)
en la carretera, calles o avenidas necesita un ancho de 37,50
metros aproximadamente. Por todos estos conceptos se puede afirmar
que el ferrocarril y el subterráneo son los modos de
transporte que mejor contribuyen al abaratamiento de los costos
y a la calidad de vida porque produce:
* Menos accidentes
* Menos contaminación
* Menos estrés
* Menos utilización de combustibles no renovables (Pudiendo
llegar a no necesitarlos al utilizar energía eléctrica,
de procedencia hidráulica o atómica.
* Menor ocupación del espacio territorial
* Menos ruido
* Menos congestión
El
aumento de los accidentes por esa ausencia es casi exponencial,
con el agregado de que ha aparecido una violencia inusitada
en las colisiones, se ha saltado, por su violencia y cantidad,
de la accidentologia a la siniestralidad.
Cuando se estudia un problema, se lo debe hacer siempre desde
una visión global. En este caso, el transporte. Este
requiere un análisis de la infraestructura (caminos,
calles, vías férreas, vías navegables,
etc.) de la explotación u operación de cada medio
de transporte, y de los efectos externos (accidentes, contaminación,
estrés, ruido, utilización del suelo y de combustibles
no renovables, congestión vehicular, etc.)
Dicha
visión conduce a la noción de costo social de
cada medio de transporte.
Ya en septiembre de 1990 el Ing. Vicente Repetto “(especialista
en economía del transporte en su artículo. Ante
la Privatización de Ferrocarriles Argentinos, afirmaba:
“La situación actual del país quizás
obligue a centrar los esfuerzos en la reducción del déficit
del Estado, pero debe aclararse al pueblo, ante una eventual
privatización de los ferrocarriles, las consecuencias
negativas que traerá aparejadas en relación a
los efectos externos mencionados que actuarán sobre la
vida de la población.
¿En
cuánto aumentarán las muertes, los lisiados, los
heridos, el estrés, el ruido, la contaminación,
la congestión, etc., como consecuencia de una reducción
o desaparición de los ferrocarriles y el consecuente
traspaso de su tráfico al automotor?
Repito
una vez más, circulan aproximadamente 10 millones de
autos por nuestras carreteras. Se patentan 3.000 autos diarios
de promedio. La solución no es más autopistas
como proponen algunos, la solución es la complementariedad
de los diferentes modos transporte. Es decir, ferrocarriles,
subtes y transporte de carreteras y la flota fluvial deben funcionar
coordinadamente para beneficio del país y no de intereses
particulares.
•
Juan Carlos Cena experto en Transporte.
• Autor de los libros:
• El Ferrocidio 1º y 2º edición ampliada.
• Ferrocarriles Argentinos – Origen, apogeo, destrucción
y recuperación, de pronta aparición.
• Numerosos trabajos de investigación sobre la
temática del transporte, publicados en portales en Argentina,
América Latina y Europa.
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