NO
NATURALIZAR LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS
Redacción
de Latitud Periódico
15
de mayo del 2014
La
Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires se
pronunció ante la muerte de la adolescente de Junín
Nayra Ayelén Cofreces, golpeada brutalmente por compañeras
de su colegio, afirman: nos conmueve y genera profunda preocupación.
Luego
afirman: Se trata de una forma brutal de discriminación,
resultado de una cultura que incentiva a los chicos y chicas
a tener conductas violentas, a no respetar y no reconocer a
quienes son diferentes por el aspecto físico, el origen
social y étnico y la orientación sexual, entre
otras variables que definen la identidad.
El
hostigamiento, acoso escolar o bullying es un fenómeno
mundial. En nuestras escuelas también se expresa. Si
bien hay una cultura democrática que ha incorporado regímenes
de autodisciplina y de convivencia escolar, es necesario profundizarlos,
ya que muchas veces se cumplen de manera formal.
El
año pasado se sancionó una ley nacional de prevención
de la violencia escolar que fija las bases para “la promoción
de la convivencia y el abordaje de la conflictividad social
en las instituciones educativas”. Hay que avanzar en su
implementación a lo largo y ancho del país, con
clases especiales, talleres y otro tipo de iniciativas destinadas
a prevenir en los chicos/as y jóvenes estas prácticas
de acoso.
Necesitamos
poner en marcha las múltiples normativas destinadas a
educar en resoluciones alternativas de conflictos y condenar
los distintos tipos de violencias que puedan atravesar la vida
de nuestros adolescentes y jóvenes.
Sabemos
que es posible trabajar en función de vínculos
sin violencia. Evitemos naturalizar las situaciones de hostigamiento,
acoso, agresiones diversas.
Tenemos
que actuar con profundidad y evaluando resultados, evitando
la burocracia y el cumplimiento inercial de los contenidos educativos.
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