Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
Confucio

En las adversidades sale a la luz la virtud.
Aristóteles

Actualizado: 18 Diciembre, 2021 13:54

MOVIMIENTO OBRERO INFORMES / INVESTIGACIONES

HISTORIA

El 30 de marzo de 1982, la movilización obrera invisible, la que no se quiere historiar…

UNA GESTA OLVIDADA

Parte I

¨El olvido es ausencia de memoria. El olvido es una herramienta de la clase dominante. La memoria es un proceso social. Despojados de su memoria, los pueblos se opacan, mueren. Y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que los llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta fidelidad no hay ética posible¨.
Juan Carlos Cena

Por Elena Luz González Bazán * especial para Latitud Periódico

24 de junio del 2011

El 27 y 28 de junio de 1975 se llevó adelante un paro general por 48 horas que enfrentó la política económica del gobierno de Isabel Martínez, su ministro de Economía, Celestino Rodrigo y el ministro de Bienestar Social, José López Rega. El éxito de aquella movilización fue el desplazamiento de ambos ministros. Luego, el tiempo del golpe se apresuraría y desde las usinas del golpe impulsarían a aquella etapa que se inició el 24 de marzo de 1976.
En homenaje a aquella jornada, un adelanto sobre una gesta olvidada: el 30 de marzo de 1982.

El 30 de marzo de 1982, Buenos Aires asomó más ocupado de lo usual, carros de asalto, carros hidrantes, la montada de la Policía Federal, militares en traje de fajina, armas largas y cortas, policías de civil, todos oteando el horizonte del centro porteño. Las ciudades de la república se preparaban para la gran movilización, el interior del país era también un hervidero.

Así era en el país resistente, en el Buenos Aires de aquel año, porque fue el ejemplo maldito, era y es la Capital de la Argentina, donde tres años antes había estado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esta ciudad mostró que también resistía. Por eso, seguramente, y a la distancia podemos sostener que había que sepultar el 30 de marzo de 1982.

Antes de la dictadura
El poder económico y político fue artífice del golpe de estado de 1976, su brazo armado: las fuerzas armas y de seguridad. Como siempre la derecha se había agrupado, cuando la primera usina del golpe, el Grupo Perriaux ya se reunía en oficinas céntricas, apenas despuntaba el gobierno de Héctor Cámpora-Solano Lima.
La existencia de la violencia incluido el accionar de la Triple A merecen categorizar a estas en forma diferente. Las organizaciones armadas nacen en un proceso contra las anteriores dictaduras. El caso de la Triple A – alianza anticomunista Argentina fue el engendro que salió desde las oficinas estatales, desde el propio poder político y económico.
Por otro lado, el avance y victoria del capital financiero a nivel internacional se estaba haciendo sentir en estas orillas, la dirigencia sindical levantó la consigna de la Patria Metalúrgica y arrastrado por las bases, Comisiones Internas, Cuerpos de Delegados Coordinadoras en lucha en todo el espacio nacional obligaron a la burocracia a enfrentar las políticas de ajuste del ministro Celestino Rodrigo, durante el gobierno de Isabel Martínez.
El gremio docente, que no se le puede negar un papel confrontativo durante los tiempos previos al golpe y posteriormente, estamos hablando de la rama de servicios, tuvo un acercamiento con los gremios industriales o de producción, esencialmente en Tucumán, Jujuy y Mendoza, eran las políticas de unidad, de necesidad de enfrentar un horizonte ennegrecido.

Por ello, estos comportamientos que intentan historiar desde distintos ámbitos del movimiento obrero, aún sumamente insuficientes, retratan un nivel de conciencia no sólo por lo que podía venir, sino por lo que se vivía a diario.
Villa Constitución, San Lorenzo, el Paraná rojo, la represión en Tucumán a los obreros y trabajadores de la FOTIA, a los obreros y trabajadores ferroviarios en Tafí Viejo, las persecuciones en Córdoba, el cordón industrial bonaerense y tanto más muestran los objetivos del gobierno de Isabel Martínez de Perón y por otro lado, que el agotamiento de este acarrearía la llegada de la dictadura para ejecutar la política económica, social que se impuso a rajatabla, en realidad, en la punta de las bayonetas.
La política neoliberal, ya en ese momento de Celestino Rodrigo, fue resistida por la CGT, el 27 y 28 de junio de 1975 el paro y movilización fue impresionante. La derecha y las fuerzas armadas tomaron cuenta de esta organización y resistencia del Movimiento Obrero Argentino. En realidad los únicos que vieron con claridad. Como siempre desde el campo popular las diferencias y la falta de unidad en la acción terminaron en las intervenciones a los sindicatos, las persecuciones y demás.
Se impuso la suspensión del derecho de huelga y de toda medida de acción directa; la eliminación del fuero sindical consagrado por la ley de asociaciones profesionales; la disolución de los partidos y organizaciones políticas, la represión de sus militantes, y la clausura y confiscación de sus locales y bienes; el establecimiento de la pena de muerte; etc.

La Resistencia
Los nombres que figuran en largos y dolorosos listados son entre otros dirigentes de los distintos gremios en lucha por aquellos años.
Algunos trabajos realizados en estos años nos hablan de más de cinco mil delegados de base, muchos de ellos fueron entregados por los mismos dirigentes sindicales burocráticos. En el caso de la CTERA perdió entre sus cuadros a Isauro Arancibia que fue asesinado en la sede de su sindicato en Tucumán, junto con su hermano, en la misma madrugada del golpe. Luego el listado nos habla de más de 600 docentes desaparecidos, entre ellos varios miembros de la Junta Ejecutiva Nacional como Marina Vilte de Jujuy, Eduardo Requena de Córdoba y Susana Pertierra de la Unión de Educadores de General Sarmiento. Muchos otros militantes fueron encarcelados, este es el caso de Marcos Garcetti en Mendoza y los cesanteados como Mary Sánchez y Hugo Yasky en La Matanza, o tuvieron que salir del país o partir hacia el "exilio interno".
René Salamanca del Smata Córdoba, la Comisión Interna de Mercedes Benz, los desaparecidos de Tafí Viejo, de su población y sus Talleres Ferroviarios, por ahora sólo citamos a estos trabajadores.

Lo real y nada maravilloso, es que mientras, en 1976, los partidos políticos, una parte de la sociedad civil, la burocracia sindical y el poder económico sacaron las banderitas para aplaudir la llegada dictatorial, el movimiento obrero resistió, se enfrentó y mostró un valor y coraje inclaudicable.

Los recursos de los trabajadores
Cientos de expresiones de lucha clandestina se llevaron adelante en aquellos años, la pelea, el enfrentamiento a la dictadura militar queda en los anales de un momento histórico del Movimiento Obrero Argentino, la astucia obrera no tuvo reparos. En el caso de los docentes se llamó Guardería "Lirolay", estaba en La Matanza, provincia de Buenos Aires, así continuaron con la organización y el enfrentamiento.
Estas astucias quedaron plasmadas por los gremios ferroviarios, los de Luz y Fuerza de distintas partes del país, los metalúrgicos, los mecánicos. Conformaban comisiones clandestinas que ejecutaban planes de sabotaje, emitían comunicados y levantaban las fábricas.

Durante estos años fueron significativos los paros de obreros y trabajadores ferroviarios, mecánicos, textiles, luz y fuerza. Porque además de los paros a desgano, la aplicación a rajatabla de los trabajos a reglamento, trabajo a tristeza, trabajo de brazos caídos, sabotaje a la producción, cortes de energía y otras variadas formas demuestran que la lucha fue denodada, no reparó en perjuicios hacia las clases dominantes. En muchas de esas manifestaciones se exigió una consigna que años después sería voceada en todo el territorio nacional: Abajo la dictadura militar.
Las volanteadas, los paros de tristeza, los sabotajes, las pintadas y tanto más reclamando por la aparición de los compañeros delegados, dirigentes o militantes hizo de estos tiempos una lucha incrustada en el corazón de la resistencia obrera. Estos ejemplos están en la Ford de Pacheco, en la Mercedes Benz, en Grafa. Actitudes de solidaridad salvando a sus representantes sindicales, los verdaderos hijos del pueblo… a quienes no se escatimó esfuerzo alguno para evitar el secuestro y que pasaran a revistar en la larga lista de desaparecidos.

En 1980, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer su informe, este sin duda fue un momento crucial para la dictadura militar, por un lado cinco años de videlismo resultaron insoportables. El debilitamiento llegó, el papel de los organismos de Derechos Humanos y esencialmente el Movimiento obrero organizado, a través de sus sectores más combativos, gestaba la reorganización de la CGT.
Asimismo, la reconstitución de la "CGT Brasil" demostró que la tarea de aniquilación de las organizaciones populares ejecutada por la dictadura militar no había logrado aplastar la capacidad de lucha de las organizaciones sindicales. Saúl Ubaldini asume la conducción de la CGT Brasil en 1980, el 7 de noviembre de 1981 convocó a una marcha a la iglesia de San Cayetano donde se movilizaron más de diez mil personas

En ese momento estaban la C.G.T. Azopardo, con la política conciliadora y entreguista de los delegados de base que se enfrentaban a sus estructuras, por otro C.G.T. Brasil, cuyo referente era Saúl Ubaldini, que debió responder a las profundas presiones que desde abajo llegaban.

El movimiento obrero argentino venía resistiendo, enfrentándose desde tiempos inmemoriales, en todas las dictaduras y en las democracias debió siempre recurrir a las medidas de fuerza como presión para conquistar sus reivindicaciones más sentidas.

El 27 de abril de 1979 fue el primer paro general. Antes el enfrentamiento y resistencia a la dictadura militar se había realizado por medio de paros, trabajo a desgano, trabajo a reglamento, disminución de la productividad, pintadas dentro de las fábricas, paros como los de Luz y Fuerza de todo el país que le cuesta la desaparición a dos dirigentes nacionales: Oscar Smith Secretario General de Luz y Fuerza de Buenos Aires, empresa SEGBA y Tomás, el Titi, Di Toffino, Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, obrero de la empresa EPEC, ambos son desaparecidos. Las luchas y resistencias de los ferroviarios, los portuarios, metalúrgicos, mecánicos.

Cabe aclarar que producido el golpe de estado, las principales empresas de concentración fueron ocupadas por las fuerzas conjuntas, y los trabajadores resistían… y eran desaparecidos y asesinados…

La resistencia y el enfrentamiento del Movimiento obrero fueron contundentes en medio del miedo y terror. Esto ha sido y es deliberadamente ocultado, invisible, para los grandes medios de comunicación, sociólogos, historiadores, filósofos, cientistas y tantos más llenaron libros donde hablan sobre la falta de resistencia a la última dictadura militar y el aval de toda la sociedad.

La clase obrera argentina, los trabajadores debieron resistir porque el proceso dictatorial vino para desindustrializar la Argentina, y son los trabajadores quienes a partir de la defensa de sus fuentes de trabajo, defendían indirectamente la industrialización contra el capitalismo financiero.

La crisis económica se manifestó en escándalos financieros, era el fin de la plata dulce y un considerable aumento de la deuda externa. De los 7.000 millones al final del gobierno de Isabel Martínez a los 48.000 cuando terminó la dictadura.

El dictador Galtieri quiso restablecer la imagen de autoridad del gobierno militar y continuó con la orientación liberal de la política económica, que quedó en manos de un nuevo ministro de Economía, Roberto Alemann, hombre del establishment El endurecimiento de las relaciones con los partidos políticos y con el sindicalismo, era de esperar.

Por eso el paro general convocado por la C.G.T. Brasil para el 30 de marzo de 1982, fue un paro que no pasó desapercibido, Paz, Pan y Trabajo, abajo la dictadura militar eran sus consignas. Desde horas tempranas los obreros y trabajadores de todas las especialidades se fueron convocando para marchar hacia el centro del poder político y económico.

El 30 de marzo de 1982 fue una jornada de lucha contra la dictadura donde hubo una durísima represión contra una movilización de masas, no esperada por la misma dictadura. Las fotos de la represión de aquel día y sus consecuencias posteriores dieron vuelta por todos los teletipos de todo el mundo.

FUENTES: CTERA 11-09-2005, POLITICA Y TEORIA Nº 59 PCR, LOS ANDES DE MENDOZA 2 DE ABRIL DEL 2007


• El presente trabajo es un adelanto del libro de pronta aparición sobre aquella gesta del Movimiento Obrero, el 30 de marzo de 1982.


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