HISTORIA
El
30 de marzo de 1982, la movilización obrera invisible,
la
que no se quiere historiar…
UNA GESTA OLVIDADA
Parte I
¨El
olvido es ausencia de memoria. El olvido es una herramienta
de la clase dominante. La memoria es un proceso social. Despojados
de su memoria, los pueblos se opacan, mueren. Y suelen morir
en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no
interesa, aturdidos por voces que los llaman a no recordar,
apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza
de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de
memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta fidelidad
no hay ética posible¨.
Juan Carlos Cena
Por
Elena Luz González Bazán * especial para Latitud
Periódico
24
de junio del 2011
El
27 y 28 de junio de 1975 se llevó adelante un paro general
por 48 horas que enfrentó la política económica
del gobierno de Isabel Martínez, su ministro de Economía,
Celestino Rodrigo y el ministro de Bienestar Social, José
López Rega. El éxito de aquella movilización
fue el desplazamiento de ambos ministros. Luego, el tiempo del
golpe se apresuraría y desde las usinas del golpe impulsarían
a aquella etapa que se inició el 24 de marzo de 1976.
En homenaje a aquella jornada, un adelanto sobre una gesta olvidada:
el 30 de marzo de 1982.
El
30 de marzo de 1982, Buenos Aires asomó más ocupado
de lo usual, carros de asalto, carros hidrantes, la montada
de la Policía Federal, militares en traje de fajina,
armas largas y cortas, policías de civil, todos oteando
el horizonte del centro porteño. Las ciudades de la república
se preparaban para la gran movilización, el interior
del país era también un hervidero.
Así
era en el país resistente, en el Buenos Aires de aquel
año, porque fue el ejemplo maldito, era y es la Capital
de la Argentina, donde tres años antes había estado
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esta
ciudad mostró que también resistía. Por
eso, seguramente, y a la distancia podemos sostener que había
que sepultar el 30 de marzo de 1982.
Antes
de la dictadura
El poder económico y político fue artífice
del golpe de estado de 1976, su brazo armado: las fuerzas armas
y de seguridad. Como siempre la derecha se había agrupado,
cuando la primera usina del golpe, el Grupo Perriaux ya se reunía
en oficinas céntricas, apenas despuntaba el gobierno
de Héctor Cámpora-Solano Lima.
La existencia de la violencia incluido el accionar de la Triple
A merecen categorizar a estas en forma diferente. Las organizaciones
armadas nacen en un proceso contra las anteriores dictaduras.
El caso de la Triple A – alianza anticomunista Argentina
fue el engendro que salió desde las oficinas estatales,
desde el propio poder político y económico.
Por otro lado, el avance y victoria del capital financiero a
nivel internacional se estaba haciendo sentir en estas orillas,
la dirigencia sindical levantó la consigna de la Patria
Metalúrgica y arrastrado por las bases, Comisiones Internas,
Cuerpos de Delegados Coordinadoras en lucha en todo el espacio
nacional obligaron a la burocracia a enfrentar las políticas
de ajuste del ministro Celestino Rodrigo, durante el gobierno
de Isabel Martínez.
El gremio docente, que no se le puede negar un papel confrontativo
durante los tiempos previos al golpe y posteriormente, estamos
hablando de la rama de servicios, tuvo un acercamiento con los
gremios industriales o de producción, esencialmente en
Tucumán, Jujuy y Mendoza, eran las políticas de
unidad, de necesidad de enfrentar un horizonte ennegrecido.
Por
ello, estos comportamientos que intentan historiar desde distintos
ámbitos del movimiento obrero, aún sumamente insuficientes,
retratan un nivel de conciencia no sólo por lo que podía
venir, sino por lo que se vivía a diario.
Villa Constitución, San Lorenzo, el Paraná rojo,
la represión en Tucumán a los obreros y trabajadores
de la FOTIA, a los obreros y trabajadores ferroviarios en Tafí
Viejo, las persecuciones en Córdoba, el cordón
industrial bonaerense y tanto más muestran los objetivos
del gobierno de Isabel Martínez de Perón y por
otro lado, que el agotamiento de este acarrearía la llegada
de la dictadura para ejecutar la política económica,
social que se impuso a rajatabla, en realidad, en la punta de
las bayonetas.
La política neoliberal, ya en ese momento de Celestino
Rodrigo, fue resistida por la CGT, el 27 y 28 de junio de 1975
el paro y movilización fue impresionante. La derecha
y las fuerzas armadas tomaron cuenta de esta organización
y resistencia del Movimiento Obrero Argentino. En realidad los
únicos que vieron con claridad. Como siempre desde el
campo popular las diferencias y la falta de unidad en la acción
terminaron en las intervenciones a los sindicatos, las persecuciones
y demás.
Se impuso la suspensión del derecho de huelga y de toda
medida de acción directa; la eliminación del fuero
sindical consagrado por la ley de asociaciones profesionales;
la disolución de los partidos y organizaciones políticas,
la represión de sus militantes, y la clausura y confiscación
de sus locales y bienes; el establecimiento de la pena de muerte;
etc.
La
Resistencia
Los nombres que figuran en largos y dolorosos listados son entre
otros dirigentes de los distintos gremios en lucha por aquellos
años.
Algunos trabajos realizados en estos años nos hablan
de más de cinco mil delegados de base, muchos de ellos
fueron entregados por los mismos dirigentes sindicales burocráticos.
En el caso de la CTERA perdió entre sus cuadros a Isauro
Arancibia que fue asesinado en la sede de su sindicato en Tucumán,
junto con su hermano, en la misma madrugada del golpe. Luego
el listado nos habla de más de 600 docentes desaparecidos,
entre ellos varios miembros de la Junta Ejecutiva Nacional como
Marina Vilte de Jujuy, Eduardo Requena de Córdoba y Susana
Pertierra de la Unión de Educadores de General Sarmiento.
Muchos otros militantes fueron encarcelados, este es el caso
de Marcos Garcetti en Mendoza y los cesanteados como Mary Sánchez
y Hugo Yasky en La Matanza, o tuvieron que salir del país
o partir hacia el "exilio interno".
René Salamanca del Smata Córdoba, la Comisión
Interna de Mercedes Benz, los desaparecidos de Tafí Viejo,
de su población y sus Talleres Ferroviarios, por ahora
sólo citamos a estos trabajadores.
Lo
real y nada maravilloso, es que mientras, en 1976, los partidos
políticos, una parte de la sociedad civil, la burocracia
sindical y el poder económico sacaron las banderitas
para aplaudir la llegada dictatorial, el movimiento obrero resistió,
se enfrentó y mostró un valor y coraje inclaudicable.
Los
recursos de los trabajadores
Cientos de expresiones de lucha clandestina se llevaron adelante
en aquellos años, la pelea, el enfrentamiento a la dictadura
militar queda en los anales de un momento histórico del
Movimiento Obrero Argentino, la astucia obrera no tuvo reparos.
En el caso de los docentes se llamó Guardería
"Lirolay", estaba en La Matanza, provincia de Buenos
Aires, así continuaron con la organización y el
enfrentamiento.
Estas astucias quedaron plasmadas por los gremios ferroviarios,
los de Luz y Fuerza de distintas partes del país, los
metalúrgicos, los mecánicos. Conformaban comisiones
clandestinas que ejecutaban planes de sabotaje, emitían
comunicados y levantaban las fábricas.
Durante
estos años fueron significativos los paros de obreros
y trabajadores ferroviarios, mecánicos, textiles, luz
y fuerza. Porque además de los paros a desgano, la aplicación
a rajatabla de los trabajos a reglamento, trabajo a tristeza,
trabajo de brazos caídos, sabotaje a la producción,
cortes de energía y otras variadas formas demuestran
que la lucha fue denodada, no reparó en perjuicios hacia
las clases dominantes. En muchas de esas manifestaciones se
exigió una consigna que años después sería
voceada en todo el territorio nacional: Abajo la dictadura militar.
Las volanteadas, los paros de tristeza, los sabotajes, las pintadas
y tanto más reclamando por la aparición de los
compañeros delegados, dirigentes o militantes hizo de
estos tiempos una lucha incrustada en el corazón de la
resistencia obrera. Estos ejemplos están en la Ford de
Pacheco, en la Mercedes Benz, en Grafa. Actitudes de solidaridad
salvando a sus representantes sindicales, los verdaderos hijos
del pueblo… a quienes no se escatimó esfuerzo alguno
para evitar el secuestro y que pasaran a revistar en la larga
lista de desaparecidos.
En
1980, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) dio a conocer su informe, este sin duda fue un momento
crucial para la dictadura militar, por un lado cinco años
de videlismo resultaron insoportables. El debilitamiento llegó,
el papel de los organismos de Derechos Humanos y esencialmente
el Movimiento obrero organizado, a través de sus sectores
más combativos, gestaba la reorganización de la
CGT.
Asimismo, la reconstitución de la "CGT Brasil"
demostró que la tarea de aniquilación de las organizaciones
populares ejecutada por la dictadura militar no había
logrado aplastar la capacidad de lucha de las organizaciones
sindicales. Saúl Ubaldini asume la conducción
de la CGT Brasil en 1980, el 7 de noviembre de 1981 convocó
a una marcha a la iglesia de San Cayetano donde se movilizaron
más de diez mil personas
En
ese momento estaban la C.G.T. Azopardo, con la política
conciliadora y entreguista de los delegados de base que se enfrentaban
a sus estructuras, por otro C.G.T. Brasil, cuyo referente era
Saúl Ubaldini, que debió responder a las profundas
presiones que desde abajo llegaban.
El
movimiento obrero argentino venía resistiendo, enfrentándose
desde tiempos inmemoriales, en todas las dictaduras y en las
democracias debió siempre recurrir a las medidas de fuerza
como presión para conquistar sus reivindicaciones más
sentidas.
El
27 de abril de 1979 fue el primer paro general. Antes el enfrentamiento
y resistencia a la dictadura militar se había realizado
por medio de paros, trabajo a desgano, trabajo a reglamento,
disminución de la productividad, pintadas dentro de las
fábricas, paros como los de Luz y Fuerza de todo el país
que le cuesta la desaparición a dos dirigentes nacionales:
Oscar Smith Secretario General de Luz y Fuerza de Buenos Aires,
empresa SEGBA y Tomás, el Titi, Di Toffino, Secretario
General del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, obrero
de la empresa EPEC, ambos son desaparecidos. Las luchas y resistencias
de los ferroviarios, los portuarios, metalúrgicos, mecánicos.
Cabe
aclarar que producido el golpe de estado, las principales empresas
de concentración fueron ocupadas por las fuerzas conjuntas,
y los trabajadores resistían… y eran desaparecidos
y asesinados…
La
resistencia y el enfrentamiento del Movimiento obrero fueron
contundentes en medio del miedo y terror. Esto ha sido y es
deliberadamente ocultado, invisible, para los grandes medios
de comunicación, sociólogos, historiadores, filósofos,
cientistas y tantos más llenaron libros donde hablan
sobre la falta de resistencia a la última dictadura militar
y el aval de toda la sociedad.
La
clase obrera argentina, los trabajadores debieron resistir porque
el proceso dictatorial vino para desindustrializar la Argentina,
y son los trabajadores quienes a partir de la defensa de sus
fuentes de trabajo, defendían indirectamente la industrialización
contra el capitalismo financiero.
La
crisis económica se manifestó en escándalos
financieros, era el fin de la plata dulce y un considerable
aumento de la deuda externa. De los 7.000 millones al final
del gobierno de Isabel Martínez a los 48.000 cuando terminó
la dictadura.
El
dictador Galtieri quiso restablecer la imagen de autoridad del
gobierno militar y continuó con la orientación
liberal de la política económica, que quedó
en manos de un nuevo ministro de Economía, Roberto Alemann,
hombre del establishment El endurecimiento de las relaciones
con los partidos políticos y con el sindicalismo, era
de esperar.
Por
eso el paro general convocado por la C.G.T. Brasil para el 30
de marzo de 1982, fue un paro que no pasó desapercibido,
Paz, Pan y Trabajo, abajo la dictadura militar eran sus consignas.
Desde horas tempranas los obreros y trabajadores de todas las
especialidades se fueron convocando para marchar hacia el centro
del poder político y económico.
El
30 de marzo de 1982 fue una jornada de lucha contra la dictadura
donde hubo una durísima represión contra una movilización
de masas, no esperada por la misma dictadura. Las fotos de la
represión de aquel día y sus consecuencias posteriores
dieron vuelta por todos los teletipos de todo el mundo.
FUENTES:
CTERA 11-09-2005, POLITICA Y TEORIA Nº 59 PCR, LOS ANDES
DE MENDOZA 2 DE ABRIL DEL 2007
• El presente trabajo es un adelanto del libro de pronta
aparición sobre aquella gesta del Movimiento Obrero,
el 30 de marzo de 1982.
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