SIMÓN
RADOWITZKY
Producción
de Latitud Periódico
15
de agosto del 2015
CARTA
DESDE LA CÁRCEL
Cárcel
Central, 22 de abril de 1936.
Al Partido Comunista y a la Confederación Nacional del
Trabajo.
Tengo conocimiento que en su propaganda y sus carteles hacen...
figurar mi nombre reclamando mi libertad.
Como anarquista me dirijo a vosotros: declaro que no quiero
ser
instrumento de propaganda de ningún partido político,
inclusive del Partido
Comunista cuya adhesión a la política del gobierno
ruso es absoluta.
En nombre de los anarquistas presos en las cárceles y
en Siberia Soviética,
en nombre de las agrupaciones anarquistas destruidas y cuya
propaganda ha sido prohibida en Rusia, en nombre de los camaradas
fusilados en Cronstadt, en nombre de nuestro camarada Petrini
que fue
entregado por el gobierno soviético al fascismo italiano,
en nombre de la
Federación Obrera Regional Argentina y la Federación
Obrera Regional del
Uruguay y en nombre de nuestros camaradas Kropotkine, Malatesta,
Rocker, Fabbri, Makhno, et., et., declaro que como anarquista
rechazo
todo vuestro apoyo que representa una indigna explotación
que hacen los
jefes bolcheviques del partido y la CGT del generoso sentimiento
de
solidaridad que me presta y la clase trabajadora.
Simón
Radowitzky, Montevideo
Monumento a Ramón Falcón - Recoleta - Buenos Aires
En la base tiene pintada la leyenda "Simón Vive"
y el símbolo anarquista.
Radowitzky
queda en libertad
Simon
Radowitzky
El
1º de mayo de 1909, en reclamo de una jornada laboral de
ocho horas, la FORA –organización obrera anarquista–
marchó a Plaza Lorea (actual Plaza Congreso). Con una
terrible represión, la policía asesinó
a once obreros y hubo ochenta heridos. El coronel Ramón
Falcón era el jefe del operativo. Seis meses después,
el joven anarquista Simón Radowitzky vengó el
asesinato de sus compañeros: con una bomba ajustició
a Falcón. Por el hecho pasaría 21 años
en una cárcel de Ushuaia. En 1936 viajó a España
para luchar contra el fascismo en la guerra civil española.
Murió en 1956 en México. Estigmatizado como delincuente
por las clases dominantes, la memoria popular reivindica a Simón
Radowitzky como uno de los tantos luchadores sociales silenciados
por la historia oficial.