DEL
LIBRO FERROVIARIOS • SINFONÍA DE ACERO Y LUCHA
LOS POLICLÍNICOS/HOSPITALES FERROVIARIOS
Por
Rafael Cattáneo * especial para Latitud Periódico
8
de febrero del 2011
Dedicado a todos los trabajadores
del riel que lucharon
Por un hospital ejemplo de atención y modernización.
A todos los ferroviarios que dieron sus nervios,
Vidas y sueños por los ferrocarriles argentinos.
A la memoria de todos los trabajadores que
Ocuparon un puesto en el policlínico ferroviario.
Rafael Cattáneo
PARTE
II
El
1 de enero de 1947 en un articulo publicado en el boletín
“El obrero ferroviario” el señor Ceferino
López (Presidente de la cámara gremial) en el
instituto de previsión social decía, entre otras
cosas, que rescato para ilustrar las diferentes épocas
de la salud del trabajador ferroviario, una de grandes emprendimientos
como el caso del Policlínico Central y está en
estado de abandono, es la desidia por la salud del trabajador.
Ceferino López decía lo siguiente:
“No alcanza con mejorar la jornada de trabajo y lograr
mejoras salariales
sino que debido a que el hombre en su instinto de comprenderlo
todo,
olvidó lo que debió aprender primero “el
cuidado de si mismo”… de que
sirve al obrero buenos sueldos si el carece de los medios que
lo invite, que lo eleve a comprender que sin una constante y
permanente vigilancia de su organismo termina su maquina atrofiándose
minando paulatinamente su salud, cercenando su alegría,
descontento ente social; lastre que disgrega y rompe la más
bella visión de la irrealidad en la medicina social…
a estos fines tiende la medicina preventiva, problema social
que al fomentarlo una organización obrera, le da aliento
de inmortalidad…”.
Sobre estas premisas claras y justas se basa el anhelo de construir
el policlínico ferroviario, no con ansias de hacer negocios
como lo hicieron los últimos administradores de la comisión
directiva de la obra social ferroviaria hasta vaciar en forma
completa el Hospital Ferroviario. No fueron fuerzas externas,
ni imágenes divinas, sino políticas económicas
basadas en el más inescrupuloso lucro lo que llevó
al cierre y quiebre del Policlínico.
Políticas
que comenzaron aplicándose ya con la dictadura militar
y siguieron en forma continua en la etapa de la democracia,
pero es en la década del ´90, donde se avanza sobre
el sistema de salud público, con la idea de privatizar
el sistema de obras sociales, pilar fundamental para la atención
medica de los trabajadores argentinos.
Sin entender este proceso de saqueo de los años noventa,
no podemos comprender el motivo de la liquidación y vaciamiento
del sistema de hospitales ferroviarios.
Porque valga la aclaración, que no sólo se cerró
el Policlínico Central, sino junto a él, los 74
centros de salud que tenía la obra social en todo el
país entre hospitales y consultorios externos.
De
la idea de la salud preventiva inaugurando casi 74 centros en
todo el país a la década del ´90 liquidando
todo ese sistema integral de salud, situación de vaciamiento
paralela que sufrió Ferrocarriles Argentinos, pero es
importante aclarar que el motivo del quiebre de la obra social
no fue el cierre del ferrocarril, sino el endeudamiento que
fue acumulando mucho antes de la política de “ramal
que para, ramal que cierra” por las malas administraciones,
desvíos de fondos y luego concesionando el servicio de
salud del hospital a empresas fantasmas que la única
función fue cobrar los bonos y aportes para no invertir
un solo peso, es mas dejando en todos los casos una deuda gigantesca
que como es costumbre en Argentina absorbió el trabajador
en este caso mediante su obra social.
Todo
este proceso no sólo tuvo motivos económicos lucrativos,
sino derrumbar un sistema de salud basado en la solidaridad
de los trabajadores. Por eso es interesante leer este párrafo
que escribió el filósofo Noam Chomsky sobre los
procesos privatizadores en América Latina:
“Las privatizaciones no tienen un motivo sólo económico.
El motivo de las privatizaciones es socavar la democracia. Si
uno saca las cosas de la arena pública y las deposita
en las manos de tiranos privados, la democracia será
formalina, gente que ya no toma decisiones. Las privatizaciones
ahora están avanzando hacia lo que se llaman servicios,
cualquier cosa en la que un ser humano puede interesarse, como
el agua, la educación, la salud. Y si analizamos lo que
hay detrás de todo esto, es pura propaganda…”
(Del libro Conversaciones con Noam Chomsky).
Muy
acertada esta definición para poder entender el proceso
central de la liquidación del sistema de hospitales ferroviarios.
Antes de entrar en algunos detalles sobre las empresas y como
funcionó la maquinaria del vaciamiento de la obra social,
quiero ejemplificar en como funciona hoy, año 2009, la
obra social ferroviaria.
Luego del cierre de todo el sistema la obra social entregó
en forma inescrupulosa la cartilla de afiliados a las empresas
de medicina privada siendo estas las encargadas de brindar la
atención al trabajador. La comisión directiva
en estos tiempos más que nunca tiene un rol de gerenciador
que facilita negocios con el sistema de salud privado entregando
la base de datos de los trabajadores.
En
el año 2000 la obra social entrega la concesión
de la atención de los trabajadores a la gerenciadora
SIRESA que cumplía el rol de cobrar los aportes yse encargaría
de conseguir lugares para la atención de los afiliados.
Aquí pasó que cuando el trabajador se debía
atender en el lugar que figuraba en la cartilla se le decía
que no se podía atender por falta de pago de la obra
social, que, en realidad, la que no pagaba a los profesionales
o centros de salud era la gerenciadora con la complicidad de
la comisión directiva de la obra social. Ya corría
el tiempo de la desregulación del sistema de obras sociales,
sueño de muchas empresas de medicina privadas y dirigentes
sindicales, que gracias al gobierno déspota de la alianza
UCR-FREPASO y etc., pudieron entrar a realizar negocios muy
lucrativos con la salud y atención de los trabajadores
argentinos. Debido a la nula atención de la obra social
ferroviaria, muchos trabajadores del riel decidieron cambiarse
de obra social pasando la mayoría a la del sindicato
de UPCN que tuvo una política de captar afiliados de
otros gremios, similar a la de una empresa privada.
Cuando
el sostenimiento de SIRESA como gerenciadora de la obra social
ferroviaria era imposible, de un día para otro, se hace
humo dejando sin cobertura a los afiliados ferroviarios. No
sólo eso, sino que también dejó una deuda
de más de 13.000.000 de pesos a las arcas de la obra
social, por incumplimiento de pagos y desvíos de aportes
de los trabajadores, que sumado a los 8 millones que tenia la
obra social, estos acuerdos terminaron endeudando a la obra
social en más de 21 millones de pesos. No sólo
eso, también, en un momento se le había vendido
el hospital ferroviario de la ciudad de Rosario (nadie sabe
la cifra) a esta gerenciadora de dudosa conformación
que venia con serios antecedentes de negociados en el PAMI durante
la gestión de la inolvidable Matilde Menéndez
y en este caso hizo abandono del edificio dejando una deuda
con los empleados y sin atención a los afiliados de la
ciudad de Rosario y aledaños. Aquí los trabajadores
del Sanatorio del Litoral como lo bautizó la gerenciadora
SIRESA tomaron el edificio reclamando que den la cara los directivos
de la Unión Ferroviaria y de la obra social, esto no
ocurrió, por lo tanto los trabajadores y profesionales
empezaron una lucha para reclamar que se entregue el sanatorio
a ellos para volverlo a poner en funcionamiento, ya que los
dueños de SIRESA no daban señales de vida para
seguir operando el sanatorio.
Como
decía Raquel Múgica una trabajadora del Sanatorio:
“La responsable de esta situación es la empresa
Siresa SA y no tenemos ni idea quienes son los dueños.
Como representante de la empresa dentro del sanatorio teníamos
a la señora Tania De Feo o también conocida como
María Alejandra Bloomintong, tenia dos nombres, no se
porqué. Empezó siendo administradora, terminó
siendo apoderada y después presidenta de la empresa.
Era la que ponía la cara, la que cobraba las capitas
del Pami. Hace un mes y medio que dejó de venir al sanatorio.
La empresa y el gremio están totalmente borrados, SIRESA.
SA se hizo cargo del sanatorio hace seis años y desde
hace cuatro adeuda aportes, ART y obra social. Se hicieron gestiones
a nivel local, provincial y nacional para que la empresa presente
la quiebra o haga algo, porque es una situación incierta”
(17 de octubre del 2006).
A
estas empresas fantasmas los directivos de la Unión Ferroviaria
y La Fraternidad entregaron en un primer momento la atención
de los trabajadores del riel, como también vendiéndole
uno de los hospitales más importantes que tenia la obra
social, como fue el de la ciudad de Rosario, luego del Policlínico
central, para el vaciamiento completo, abandonando a la buena
de dios no sólo a los trabajadores sino a los afiliados
activos y jubilados que dejaron de tener acceso a una cobertura
medica digna.
•
Rafael Cattáneo es un ferroviario en actividad, por supuesto,
por razones de seguridad laboral no revelamos su nombre. Este
trabajo que entregamos en forma completa fue publicado en forma
exclusiva en el libro de Juan Carlos Cena, FERROVIARIOS, SINFONIA
DE ACERO Y LUCHA – agosto del 2009. Los autores no han
cedido en forma también exclusiva esta investigación.
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