ALFREDO
PALACIOS
Por
Carlos Alberto Nivio * especial para Latitud Periódico
12
de agosto del 2011
Nació
en Buenos Aires el 10 de agosto de 1878. Su tesis doctoral "La
miseria en la República Argentina", es la primera
prueba de su compromiso en la defensa de la clase trabajadora
y la crítica a una inicua organización que hace
-según sus palabras- que: "…..los ricos son
cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres…..".
El
1 de septiembre de 1901 se afilia al Partido Socialista y el
13 de marzo de 1904 fue elegido diputado nacional por los obreros
de La Boca, convirtiéndose en el primer legislador socialista
de América. "Había que llegar al Parlamento
-decía Palacios- y enfrentarse allí con los representantes
de la oligarquía, luchando desde la más alta tribuna
en defensa de los trabajadores nativos y extranjeros, que de
consuno realizaban la grandeza del país".
Con
Palacios llega el debate de lo social al Parlamento y la aprobación
de leyes como el descanso dominical, la supresión de
los medidores de agua en los conventillos, la protección
del trabajo de mujeres y niños, el impuesto a la herencia,
la excepción del pago de patentes a las cooperativas,
la ley contra la trata de blancas, enfrentándose solo
a 119 legisladores oficialistas.
En
1919, creó la cátedra de Legislación del
Trabajo, convirtiéndose en el gran promotor del Derecho
del Trabajo en nuestro país, cuyo pensamiento se sintetiza
en su libro “Nuevo Derecho” publicado en 1920 y
en su obra "La fatiga" indagó las consecuencias
que el trabajo excesivo y expoliador tiene en la salud de los
seres humanos, instaurándose como precursor de la fisiología
laboral.
Recorriendo
las provincias norte, notó la relación existente
entre la miseria en que viven muchos compatriotas y las enfermedades
como el mal de Chagas y el paludismo. De esta experiencia nacieron
sus obras "Pueblos desamparados" y "Dolor argentino",
y el proyecto de ley de creación de hogares escuela,
que luego se convertiría en ley 12.558.
Le
preocupa el destino de la riqueza nacional por lo que sostiene
la nacionalización del petróleo y denuncia como
contrario al interés nacional la explotación ferroviaria
en manos británicas, propiciando su nacionalización.
No
concebía la política separada de la ética,
visión que quedó plasmada en su frase: "La
política para mí es una disciplina moral, tiene
un contenido ético y, si no, es una cosa despreciable".
Expresa
Nivio que “Cuando los socialistas hablamos de combate
a la pobreza y de ética, y citamos ejemplos de los que
abrevamos a lo largo de la historia, Palacios emerge como un
gigante bajo cuyo manto de acción y de lucha justa, los
desposeídos de todos los tiempos encuentran la dignidad
que apaga el grito de dolor para convertirlo en esperanza.”
“Honramos
humildemente su memoria. Estará siempre para ser tomada
y revitalizada por todos aquellos que requieran impulso para
recorrer un camino hacia una Argentina más justa, solidaria
e igualitaria”.
*
Diputado. Agosto de 2011
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