LEONARDO
ANDRADA: FERROVIARIO Y RESISTENTE DURANTE LAS ÚLTIMAS
HUELGAS FERROVIARIAS 1991 – 1992
EXIGIMOS
JUSTICIA
Por
Juan Carlos Cena * y Elena Luz González Bazán
* MONAREFA
10
de febrero del 2013
No
declamamos los Derechos Humanos, hemos sido fieles al mandato
de exigir justicia ante todos los hechos aberrantes: durante
todas las dictaduras, recomponiendo el largo trayecto de una
nómina dolorosa de 111 detenidos desaparecidos y asesinados
ferroviarios y ferroportuarios, entre 1975 y 1983. Reclamamos
justicia por Jorge Julio López, Mariano Ferreyra, los
muertos y heridos en todos los denominados accidentes ferroviarios
y la masacre de Once, entre tantos otros.
Hoy,
demandamos justicia por LEONARDO ANDRADA.
Leonardo
fue un experimentado ferroviario, un conductor de locomotoras
que quedó, como otros 85.000 ferroviarios, en la calle,
cuando el gobierno de Carlos Menem determinó que ramal
que paraba, ramal que cerraba. Realidad que hay que decirlo
no se ha modificado.
Su
excelencia laboral, junto a otros conductores, lo llevó
a que durante el 2006 y 2007 fueran convocados al ferrocarril
concesionado del TBA para volver a conducir formaciones ferroviarias.
Era la experiencia y la capacidad para el oficio lo que hizo
que estos resistentes de la huelga de 1991 y 1992 fueran citados
a trabajar en el ferrocarril, nuevamente.
Entregó
la formación antes de la masacre de Once, testificó
con la verdad de su conocimiento y discernimiento.
Leonardo
es un compañero que conocemos hace muchos años,
estuvo cuando en el Centro Cultural el Transformador, aquel
31 de julio del 2004, se conformó la Coordinadora Nacional
por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos que
luego mudó como MONAREFA (Movimiento Nacional por la
Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos) el 9 de
octubre de ese año.
Desde
aquellos días es parte de nosotros…
Hoy,
debemos lamentar este desenlace…
No
podemos ser crédulos, tenemos grandes dudas sobre que
su asesinato es producto de un robo. Casualmente, en el robo
no se llevan sólo el celular y luego se asalta la casa.
Por
eso, porque su testimonio debe tener un peso sustancial para
la causa, podemos inferir que fue un asesinato cruel con cuatro
tiros y uno de gracia.
Con
Leonardo compartimos asados donde el dolor por estar fuera de
los ferrocarriles fue parte de aquellas tardes de domingo en
las famosas ¨galponeadas¨ (asados en el día del
ferroviario, actos conmemorativos, presentaciones de libros,
que se hacen en alguna casa o bien en los galpones ferroviarios).
También
compartimos la alegría cuando fueron reincorporados y
dejaron de ¨correr la coneja¨. En aquella tarde de domingo,
cuando todos los reincorporados tenían una alegría
desbordante, le preguntamos que sentían volver al ferrocarril,
uno de los resistentes contestó: nada, porque nosotros
no nos fuimos nunca… algo que aprobaron todos…
Tenemos
dolor, un profundo dolor.
Los
ferroviarios se conocen hace mucho tiempo, Leonardo junto a
otros compañeros fueron parte de la Seccional Castelar
del Ferrocarril Sarmiento, un lugar resistente de aquellas jornadas
de 1991 y 1992.
Lo
conocimos y sabemos quién era…conocemos su compromiso
con la lucha, su oposición al cierre del ferrocarril,
solidaridad y compañerismo.
Estamos
acostumbrados a que nos inunden con los panegíricos de
figuras tanto de la política y la farándula cuando
mueren, en igual sintonía, siempre se es consecuente
con que se hable muy poco de los trabajadores.
Por
ello, nuestro compromiso para homenajear a Leonardo, y volver
a exigir justicia, porque hay responsables por su asesinato
y porque esta masacre tiene demasiadas víctimas y pocos
responsables.
Han
asesinado a un imprescindible. Apuntaron bien…
Es
como las derrotas, que están huérfanas antes de
nacer…
*
Miembros fundadores del MONAREFA.
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Infobae.
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