SOJA
Y FERROCARRIL
Por
Carlos Grassano especial para Latitud Periódico –
MONAREFA
10
de noviembre del 2013
La
soja avanza sobre Los Indios*. No es una metáfora, es
literal. El Plan Estratégico Agroalimentario 2010/2020,
proyecta aumentar a 160 millones TN de granos y el 27 % de la
superficie cultivada. La superficie de la Pampa Húmeda
ya está saturada, ¿cómo aumentar? Desmontes
en Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, con la
expulsión y persecución de comunidades indígenas
y campesinas, son las consecuencias directas.
El negocio de la soja necesita: Agroquímicos –
Maquinaria de alta tecnología – Petróleo
– Ausencia de mamíferos.
Millones
de litros de agroquímicos (fertilizantes sintéticos,
herbicidas (glifosato), pesticidas y funguicidas) se vierten
sobre la tierra y los residuos de estos contaminan las napas
y cursos de aguas. En los pueblos bonaerenses no se puede tomar
agua fresca de pozo, escasean los sapos, ni se ven lechuzas
o perdices, se está destruyendo el ecosistema.
Además
de la política del Estado, ¿cómo se pudo
imponer este monocultivo?
A principios de los 90 se cierran ramales y talleres ferroviarios,
esto provoca la desarticulación de los pueblos del interior
y la expulsión de su población. Si bien esto fue
en beneficio de las automotrices y las petroleras, resulto funcional
a la entrada de la soja. Esta no necesita presencia humana,
con unas máquinas, un par de hombres y unos litros de
químicos pueden manejar miles de hectáreas. No
solo exprimen los suelos y contaminan el ambiente, están
logrando destruir la cultura de los agricultores, muchos pequeños
chacareros ya ni saben como manejar la tierra, viven del arriendo
de sus tierras a los pools de siembra. Junto a los grandes dueños
de la tierra, estas empresas a las que le interesan el país
manejan el negocio: Monsanto – Bayer – Dow Chemical
– Cargill – Bunge – Dreifus- Nidera –
Syngenta – John Deere New Holland – Agco- Agrale,
etc.
¿QUE
HACE EL ESTADO?, en los últimos 20 años
entregó, destruyó y abandonó el patrimonio
y la industria ferroviaria. Fomenta y subsidia el transporte
automotor en beneficio de las automotrices y petroleras, mientras
un puñado de estas empresas, a las que también
les interesa el país, hacen el negocio, el conjunto de
la población se hace cargo del costo de los factores
externos (contaminación – accidentes – construcción
y mantenimiento de rutas – congestión vehicular
– aumento de fletes y seguros – déficit petrolero).
Al
igual que con los ferrocarriles, en la agricultura se fomenta
y subsidia el monocultivo, desplazando el trigo, la ganadería,
los tambos, la horticultura y junto con ellos a quienes lo producen.
Una vez más la sociedad paga el costo de los factores
externos (contaminación - agotamiento de los suelos –
alimentos caros (pan, lácteos, carne, verduras) y
de mala calidad- enfermedades derivadas).
IMPACTO
SOCIO AMBIENTAL: zorzales, palomas, cotorras, calandrias,
benteveos, horneros, chingolos, boyeros, chimangos y caranchos
habitan la zona metropolitana, las fumigaciones y desmontes,
los han desterrado. Casi 2.000.000 de habitantes del interior
migraron a las grandes ciudades, producto de la destrucción
del ferrocarril y el monocultivo. Esto ha generado una periferia,
con condiciones inhumanas y un alto grado de marginalidad. La
zona metropolitana está colapsada, saturada de personas
y vehículos. Mientras tanto 1.000 pueblos del interior
se están apagando.
IMPACTO
ENERGETICO: el sobre consumo del transporte automotor
y del complejo sojero, ha llevado a importar combustibles por
U$S 12.000 millones, a plantar soja para biocombustibles y a
esta nueva perla: el fracking petrolero (Chevron – Dow
Chemical). Como siempre, estos costos los pagamos el conjunto
de la sociedad.
NUEVO
PARADIGMA: hace unos años “el mercado”
imperaba en Latinoamérica, hoy se impone “el crecimiento
“Sobre la base de extraer nuestros recursos naturales,
nuestra región es la que más “creció
“y se produce comida para alimentar a más de 1.000
millones. Paralelamente persisten un 30 % de pobreza estructural
y millones de hambrientos. ¿Quiénes hacen negocio
con el “crecimiento”? ¿Hay otras opciones
en favor de nuestra gente y el medio ambiente?
DESAFIOS:
Repoblar y darles vida a los pueblos del interior es una necesidad
para un país equilibrado y revertir la superpoblación
de las grandes ciudades. La llave para articular, comunicar
y transportar en el interior, es la reconstrucción de
la industria y el sistema ferroviario. La otra clave es reformular
el manejo de la tierra, impulsar y proteger el trabajo de los
agricultores, combatiendo el monocultivo y direccionando en
ese sentido a los organismos técnicos (Senasa –
INTA – Conicet). Reconstruir los FF.CC. y revertir la
Sojización, son tareas hermanas, indisolubles.
Innumerables
comunidades aborígenes, campesinas y del interior, empujan
por la vuelta del tren, la defensa de la tierra y el ambiente.
Dicen SI al tren, NO a los desmontes, NO a las fumigaciones,
NO a la minería a cielo abierto, NO al fracking. ¿Y
nosotros, los habitantes de las grandes ciudades, que decimos?
Tenemos la palabra.
“De
nosotros depende su realización. No esperemos que otros
hagan lo que nosotros no somos capaces de hacer.
Los gobiernos no pueden realizar sino aquello que los pueblos
saben pedir con autoridad y con firmeza “
Raúl Scalabrini Ortiz – (Historia de los ferrocarriles
argentinos)
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Estación Los Indios – Partido de Rojas –
F.C. San Martín
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