15
DE JUNIO, DÍA DEL BIOQUÍMICO
FECHA
INSTITUIDA EN RECORDATORIO DEL NACIMIENTO DEL DOCTOR JUAN ANTONIO
SÁNCHEZ
Por
Amalia Beatriz Dellamea especial para Latitud Periódico
3
de enero del 2013
Centro
de Divulgación Científica - Facultad de Farmacia
y Bioquímica - Universidad de Buenos Aires
El
Doctorado en Bioquímica propendió a realzar los
valimientos de la carrera farmacéutica y a constituir
no un doctorado más, sino a realizar la aspiración
legítima de sellar la hermandad científica entre
el bioquímico y el médico.
(Juan
Antonio Sánchez, 1871-1953)
El
15 de junio se conmemora en la República Argentina el
Día del Bioquímico, en recordatorio del nacimiento
del doctor Juan Antonio Sánchez, propulsor de la instauración
de una profesión bioquímica con fuertes bases
científicas y profesionales.
Suele
sostenerse en el campo médico actual que al menos un
70 % de los diagnósticos están basados en algún
estudio de laboratorio. Y resulta ya impensable imaginar un
equipo de atención de la salud sin la presencia del bioquímico.
Sin
embargo, la representación social generalizada de la
figura de este profesional no hace honor a sus amplísimas
y relevantes incumbencias, que han ido creciendo y desarrollándose
en los últimos cinco decenios, para ocupar hoy un lugar
central en los servicios de atención de la salud. Su
actividad es fundamental en la prevención, el diagnóstico,
el pronóstico y el tratamiento de las enfermedades; pero
también en la dirección técnica de laboratorios
de: análisis clínicos, bromatológicos,
toxicológicos, de química forense y legal, de
bancos de sangre, de análisis ambientales y de elaboración
y control de reactivos de diagnóstico, productos y materiales
biomédicos; así como en la investigación
y el desarrollo, y en otra notable serie de competencias para
las que habilita el título (ver en Académica,
Carreras de grado, Bioquímica, en www.ffyb.uba.ar).
En
un país como la Argentina, en que lo habitual es conmemorar
fechas de muerte de los mentores de ideas, gestas y proyectos,
resulta vivificante que los bioquímicos hayan escogido
para sí el día del nacimiento de Juan Antonio
Sánchez, de quien se dijo que gustaba de festejar con
exultación cada aniversario de su llegada al mundo. La
fecha fue instituida en una asamblea de la Confederación
Bioquímica Argentina, en 1961.
Como
se desataca en la página oficial de la Asociación
Bioquímica Argentina: “lo que hoy conocemos como
“bioquímica” prácticamente no era
ni siquiera nombrada en los inicios del siglo veinte, pues se
considera que esta ciencia nació con el descubrimiento
de la amilasa en 1893. De ahí la tremenda importancia
que tuvo la creación del doctorado de Bioquímica
y Farmacia en 1919, por la visión del Profesor Juan Sánchez.
Por ese año, Sánchez era Titular de la Cátedra
de Química Analítica Aplicada a Medicamentos de
la Escuela de Farmacia de la Facultad de Ciencias Médicas
de la Universidad de Buenos Aires. Elegido consejero por la
Escuela de Farmacia, Sánchez, secundado por el joven
médico Osvaldo Loudet, ideó y presentó
el proyecto de creación del Doctorado en Bioquímica
y Farmacia”.
Pero
también los profesionales bioquímicos resaltan
otro hito trascendental en su origen. “Un hecho que marca
el nacimiento de la unión entre la Medicina y la Bioquímica
en nuestro país es que el 21 de noviembre de 1919, el
Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas
resolvió la creación del Instituto de Fisiología
bajo la dirección del Profesor de Fisiología,
Bernardo Alberto Houssay, con las cátedras de Fisiología
y de Química y Física biológicas. Quienes
cursasen el Doctorado en Bioquímica y Farmacia cursarían,
asimismo, Física y Química Biológicas en
el Instituto de Fisiología que dirigía Houssay.
De la unión de un profesor visionario y un futuro Premio
Nobel surgiría la marca de nacimiento de la Ciencia y
Profesión Bioquímicas en la Argentina”,
se refiere también en la página oficial de la
ABA.
A
continuación, se propone una semblanza escueta de la
vida de Sánchez.
Una
semblanza de Juan Antonio Sánchez
Nació
en Buenos Aires el 15 de junio de 1871. Estudió en el
Colegio Nacional de Buenos Aires y luego en la Facultad de Ciencias
Médicas de la Universidad de Buenos Aires, donde obtuvo
el título de Farmacéutico en 1896.
Como
relató una de sus discípulas, Rosa D´Alessio
de Carnevale Bonino en el título dedicado a su vida y
obra: “Ya graduado, realizó su primera experiencia
profesional, adquiriendo una farmacia en el centro de la ciudad,
que por razones económicas debió trasladar a un
barrio apartado donde no había luz eléctrica y
muy pocos medios de comunicación con el radio céntrico”.
Se trataba de la localidad de Villa Ortúzar; y fue allí
donde Sánchez comenzó a efectuar sus primeras
armas en la investigación.
En
1901, obtuvo por concurso un cargo en el Laboratorio de Química
del Ministerio de Agricultura, donde comenzó a desempeñarse
el 10 de julio de 1902 y donde, además, cumplió
una dilatada trayectoria. Luego de vender su farmacia, decidió
cursar el doctorado en Química en la Facultad de Ciencias
Exactas de la Universidad de Buenos Aires, de donde egresó
en 1909, con la tesis titulada “Ensayo de halogenimetría”,
aprobada con sobresaliente y felicitación. Se adscribió,
posteriormente, a la cátedra de Química Analítica
y Toxicológica de la Escuela de Farmacia.
Es
de destacar que, ya en 1909 había sido designado miembro
de la Sociedad Química de Francia y varios de sus primeros
trabajos se publicaron en revistas científicas francesas
de renombre, como Bulletin de la Societé Chimique de
France, Annales de Chimie Analytique y Journal de Pharmacie
et de Chimie. Desde la iniciación de su carrera y hasta
el final de su vida, Sánchez estuvo fuertemente vinculado
con distinguidos farmacéuticos y químicos latinoamericanos
y europeos, particularmente con colegas franceses.
Para
1910 solicitó dictar un curso libre de Ensayo y Determinación
de Drogas. El 27 de julio de 1911 fue designado por concurso
profesor suplente de Química Analítica. El 10
de abril de 1917 fue nombrado profesor titular para el curso
de Química Analítica (Medicamentos) del primer
año del Doctorado en Farmacia, que había sido
recientemente creado en la Facultad de Ciencias Médicas
de la UBA.
En
1919 Sánchez fue designado consejero de la Facultad de
Ciencias Médicas por la Escuela de Farmacia. “El
3 de noviembre de ese año presentó un plan de
estudios que incorporaba la nueva carrera de Doctorado en Bioquímica
y Farmacia como un perfeccionamiento de la carrera de Farmacia.
Fue precisamente el consejero estudiantil, Osvaldo Loudet, el
mismo que luego brillara como estupendo espécimen humanista
y científico, quien apoyara este proyecto”, expresó
el doctor Enrique Iovine, en ocasión de su discurso en
la conmemoración del 75 aniversario de la Asociación
Bioquímica Argentina.
A
lo que Iovine agregó: “La revolución que
introdujo Sánchez es la de proponer una carrera íntegramente
cursada en la Facultad de Ciencias Médicas. Nótese
que decimos revolución, porque realmente era un cambio
profundo el que se preconizaba . No era el intento caprichoso
de contar con una nueva carrera profesional sino el reconocimiento
de la estrecha correlación entre los estudios médicos,
farmacéuticos y químicos biológicos”.
“De
ese modo se independiza en la enseñanza de la Facultad
de Ciencias Físico-Matemáticas. Sobre la base
de su plan se crearon las siguientes nuevas cátedras:
Anatomía y Fisiología Comparada, a cargo del profesor
doctor Frank L. Soler; Bromatología, del profesor doctor
Felipe A. Justo y de Farmacología Argentina y Fotoquímica,
del doctor Juan A. Domínguez”, detallan los doctores
Roberto García, Adriana Carlucci y Carlos Bregni, de
la Cátedra de Farmacotecnia I de la FFyB, en un artículo
de la revista Acta Farmacéutica Bonaerense.
“Con
la visión de futuro que (Sánchez) siempre imprimió
a sus obras, destacó las proyecciones de la nueva carrera
y las modificaciones que introducidas en la enseñanza,
prepararían al farmacéutico y al bioquímico
para desempeñarse con eficiencia `en la industria farmacéutica
nacional del porvenir´”, señala Carnevale
Bonino en la historia de vida que elaboró sobre el químico
argentino.
En
1939, a raíz de una presentación de la Asociación
Bioquímica Argentina, le fue conferido el título
de Doctor Honoris Causa en Bioquímica y Farmacia. Se
convirtió, así “en el primero y único
doctor honoris causa en la disciplina que él mismo creó”,
según la reseña que publicó Francisco Cignoli
en el libro jubilar que se le dedicó a Sánchez
en 1943.
En
1941 fue designado profesor honorario y se puso al frente del
Instituto de Investigaciones de Química Analítica
Funcional de Medicamentos, donde continuó trabajando
hasta su muerte, acaecida en Buenos Aires el 31 de octubre de
1953, a los 82 años.
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