JUAN
JOSÉ CASTELLI
12 DE OCTUBRE DE 1812
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
18
de octubre del 2016
Ningún
tirano haría progresos si no hubieren malvados que conducidos
por el egoísmo y arrastrados por el torrente de la pasiones
antisociales, no sirviesen de apoyo al trono erigido por los
déspotas entre las ruinas de la virtud y derechos más
augustos del hombre.
Juan José Castelli.
El
12 de octubre de 1812 fallece Juan José Castelli, había
nacido en Buenos Aires, el 19 de julio de 1764. Tenía
tan solo 48 años, la enfermedad fue cruel como los tiempos
del olvido, cáncer en la lengua.
Estudió filosofía en el Colegio Montserrat de
Córdoba y el Real de San Carlos. Se graduó en
jurisprudencia en la Universidad de Charcas. Fue un gran colaborador
del trabajo de Manuel Belgrano, su primo y amigo, en el Consulado.
Fue un protagonista fundamental de la Revolución de Mayo
donde se desempeña como vocal de la Primera Junta.
Junto a Mariano Moreno fueron los hombres empeñados en
instaurar, no sólo, un cambio de hombres y regímenes,
además de lograr una transformación más
profunda tanto en los aspectos políticos, sociales y
económicos.
Implacables
con el enemigo, decididos al servicio de una causa con plena
conciencia de su responsabilidad, Castelli y los revolucionarios
de Mayo llevaron adelante la ejecución de Santiago de
Liniers y de otros contrarrevolucionarios, en Córdoba.
Juan José Castelli es enviado a sofocar a los sublevados.
Posteriormente, marcha al Alto Perú con la misión
de instaurar un nuevo gobierno, liberando a los indígenas
de sometimientos a la esclavitud y los servicios personales.
Asume
su responsabilidad teniendo plena conciencia de la significación
trascendente de las gesta revolucionaria que se iniciaba, continuada
por los grandes jefes de la emancipación americana, San
Martín, Artigas y Bolívar, Juana Azurduy y Miguel
de Güemes entre otros y, de la inconciliable y dolorosa
guerra contra el enemigo colonial, cuyo propósito era
destruir este germen de lucha americana, sin escatimar brutalidades
como ya lo había demostrado en la represión de
las sublevaciones indígenas que hicieron tambalear el
poder español local, suplicio público como el
de su jefe Túpac Amaru.
Un
Castelli traicionado sufre, con sus fuerzas, la derrota de Huaqui,
el 20 de junio de 1811. De regreso a Buenos Aires, donde sus
posiciones consecuentemente revolucionarias le valieron ganarse
poderosos enemigos, es procesado y encarcelado.
Muere
víctima de un cáncer de lengua, enfermedad que
no le ahorra sufrimientos en el último tramo de su agitada
vida.
A
Castelli se debe el apoyo que prestaron los indígenas
a la causa de la libertad americana.
FUENTES: Calendario porteño, otras fuentes y fuentes
propias.
Caracteres:
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