TRENES
AGUATEROS
EL
GENOCIDIO SILENCIOSO AHORA EN EL DEPARTAMENTO FIGUEROA, SANTIAGO
DEL ESTERO
DURANTE
LA GESTIÓN ACTUAL EN INFORMES SUCESIVOS: 2005, 2006 y
2008, se dio cuenta de la situación del ferrocarril en
el interior del país, la provisión de agua, las
sequías y lo que fue el servicio de agua para las poblaciones
durante el tiempo de Ferrocarriles Argentinos.
Entregamos
esta serie de investigaciones publicadas en su momento en diversos
portales del país y de América Latina.
Por
Juan Carlos Cena * especial para Latitud Periódico **
27
de abril del 2012
DERECHOS
HUMANOS PARA FIGUEROA, SANTIAGO DEL ESTERO
El
Ferrocarril una Cuestión Nacional: Trenes aguateros
Agua, eres fuente de toda cosa y de toda existencia…
Ellas preceden a toda forma y sostiene toda creación…
¡Qué las aguas nos traigan el bienestar!
Rogaba el sacerdote védico, acharvaveda…
¨…Según
ciertas teorías, que casi son certezas, la vida viene
del agua. Poco a poco, en un principio, ésta, la vida,
se asomó fuera del agua arrimándose a las orillas
y desde ahí espió todo lo que tenía por
delante. Sospechó que había más cosas por
delante y, al rato, se animó más. Con precaución
se asomó más. Al avanzar más recibió
al sol y el aire que ya circulaba tibio y éste, la acarició
como una invitación. En las noches observó el
movimiento de la luna y los ojos del cielo.
Se
animó primero, luego se propuso, y de tanto asomarse
y quedarse fuera del agua, con el tiempo le crecieron patas.
Otras vidas optaron por las alas; otras, tímidas y desconfiadas
siguieron reptando hasta la fecha.
Una a una se fue metiendo en las espesuras de la tierra, y más
tarde, la enriquecieron con más vida. Más tarde
nacieron las primeras vidas fuera del agua. Siempre más.
La vida había desembarcado. Orilló en acantilados,
fiordos, lugares serenos, socavones de agua fría, y otras
no tanto.
La
vida vino del agua. Como una larga cabellera se fue desprendiendo
del vientre acuoso, poco a poco. La vida no vino sola, trajo
al agua consigo así siguió la cosa. Desembarcaba
más vida y más las otras que se adentraron ocurrió
la multiplicación. Siglos tras siglos, ratitos tras ratitos
se fue poblando el interior de la tierra con más vida,
unas chicas otras grandes, volando, gateando, reptando, escarbando
la cáscara del suelo...Desde el arribo fueron de andar
juntas, vida y agua. Hubo un tiempo en que la vida se erecto
y ahí no más, al rato, le creció el dedo
pulgar y un poco más tarde, los sonidos sordos de las
gargantas se le hicieron palabras y al juntarse, de a ratitos
y entre todos, armaron el lenguaje; y para no olvidarse (venían
con la memoria y el olvido a cuesta) apelaron a la piedra y
al jugo de las plantas. Estamparon signos que luego les recordaría
su historia. Inventaron la memoria escrita.
A
todo esto, la vida, ya sabía de la vital importancia
del agua: era su líquido amniótico pero, además,
la mantenía a la vida con vida. Para vivir la vida el
erecto, inundó tierras secas, hizo crecer el verde, desvió
torrentes, le quitó la sal a la del mar y la bebió;
empujó a la vida a través del agua.
Así, de esa manera arrinconó a las arenas, a las
salinas les paró el avance y con los árboles atrincherados,
aplacó los vientos. La vida penetraba al fondo de la
tierra.
Inventaron
y se reinventaron recipientes: calabazas vegetales, vejigas,
cueros cocidos a tiento, el verde se hizo madera y el tonel...
y así, con el tiempo y de a ratitos, el metal se hizo
redondo, y lo llenaron de agua y rodó y se comió
las distancias sin arenas.
Más
tarde, estos empecinados erectos calentaron el agua y descubrieron
una fuerza vaporosa y aprovechando la fuerza de esa fuerza de
vapor acarrearon más y más agua tierra adentro.
El empecinamiento continuaba. Soñaron un día -desde
que les creció el pulgar, dicen, que lo vienen haciendo-,
y ¡ja!: inventaron el ferrocarril. ¡Ja!¡Semejante
cuestión, de no creer, empujado por el aliento del agua!;
digo: por el vapor de agua. El agua transformada, el agua vaporosa,
el agua encerrada que busca liberarse; del vapor de agua al
movimiento y, así: meta vapor de agua no más...
Luego, el acarreo; de ida: agua; regresando: el cereal múltiple,
otras piedras, otra gente...y el vino.
Entre
acarreo y acarreo penetraron montes, suavizaron salinas, alisaron
quebradas, abrieron picadas, se fueron haciendo un lugar y ahí
no más parieron, se aquerenciaron, y desde ese lugar
incursionaron más adentro y así...más adentro.
El territorio de adentro se fue poblando. Más tarde se
rompieron los silencios ocultos de la tierra y por entre las
grietas de la rotura aparecieron las tradiciones, el dioserío,
los cantos, las vasijas, la música y los fermentos. Los
de acá, le convidaron a los de allá, los jugos
cálidos y aguardentosos; se mezclaron los cantos, los
dioses arreglaron sus jerarquías; parieron y se juntaron
con los otros de más allá...de más lejito,
y así, todo se fue estirando...más adentro. El
agua acarreada por la fuerza del vapor los juntaba, la vida
se expandía...más y más adentro.
Después,
todo fue rutina. El vapor traía el agua en recipientes
redondos de metal rodando, por caminos de metal. Rutina que
se anunciaba de lejos. ¡¿Que si se anunciaba?!
Se escuchaba el pitazo de vapor. Este se elevaba como una columna
cónica, como si el sonido de vapor tuviera forma. Se
divisaba el vapor y, ahí no más, al ratito, llegaba
el sonido del pitazo. Uno muy particular.
Era
como un juego entre los niños y el viento. Estos, divisaban
la columna cónica blanca, cateaban el viento de ese día
y después ver quien acertaba la llegada del pitazo. Ese
muy particular: blanco cónico.
Viento en contra, de costado o a favor, todo un juego. El vapor
y... ¡ahora! ¡No! ¡Ahora sí! ¡Viene,
viene! El griterío por el acertijo. Apuesta sin premio.
Incluía solo la satisfacción de acertar. Porción
de alegría que traía el vapor y el agua acarreada:
El Tren Aguatero.
Agua,
vida, alegría, todo junto. Juego natural y fresco. Rutinario,
esperado. Larga y triste era la espera cuando la rutina se alteraba.
Algo ocurría. Comenzaban los primeros atrasos. El inexplicable
atraso. Esto fue lo primero. Más tarde, mucho más
tarde ya no fue rutina. Venía, sin horario y salteado.
Muchas veces de noche, a hurtadillas. Como: un dejo el agua
y me voy. El silencio de la descarga solo ruidos del enganche,
acoples y la bocina invisible del diesel.
Pero
venían, nunca dejaron de venir. Diagramar trenes de agua
era un acto solidario como una costumbre, diría: genética.
A pesar de las preferencias lucrativas de otros cargamentos.
Aquí el lucro era la vida. Capricho de ferroviarios.
Nunca dejaron de venir, repito, como sea, pero el agua llegaba.
Siempre. Solo que el vapor quedó cansado y vencido: desapareció
el pitazo, la columna de vapor y la llegada anunciada. El cambio,
luego la nostalgia por esos juegos infantiles. La locomotora
de vapor, juguete enorme, aportaba su chorrito de vapor y el
pitazo cómplice del maquinista sabedor del juego contribuía
al estallido de la risa y el brincar de la alegría. Sencillo
juego de esas sencillas vidas. El ferrocarril dejó de
hacer esos esfuerzos de vapor. Otra tecnología acarreaba
el agua.
Pero
los ferroviarios no solo transportaron agua, sino que, cuando
comenzó el acarreo vaporoso del agua, casi en forma simultánea,
enviaron a otros a perforar las entrañas de la tierra.
En cada Estación, según sea, al lado no más,
según sea el agua, un tanque se elevaba, vigilante y
húmedo. Abajo, una cisterna, según sea las cantidades
de bebedores. En otra estación se repetían, y
más allá también, tanque o cisterna, o
los dos, según sea el Pueblo bebedor.
Tanques
vigilantes y húmedos, era lo primero que se divisaba
y anunciaba: aquí hay vida. Agua y vida. En ese mismo
lugar abrevaban las locomotoras, coches de pasajeros, encomiendas,
vagones cisternas para repartir más adelante donde la
entraña de la tierra fuera seca.
El
ferrocarril calmaba la sed. El ferrocarril transportaba agua
y daba vida. Pobló el territorio de vida. Se metió
en terrenos inimaginables. Donde no se pudo perforar el caparazón
de la tierra construyó sobre ella gigantescas vasijas
metálicas.
Tan
importante era para el ferrocarril el agua, que dentro de sus
estructuras contenía a otra: el Departamento de Servicio
de Agua, era la Obra Sanitaria Ferroviaria.
….Había
un Comité de Agua por línea, y desde esa sección
se coordinaba todo lo que tenía que ver con el agua.
El relevamiento de todas las napas, ríos subterráneos,
salinidades del país, estaban ahí, en sesudos
estudios.
La importancia del agua para el ferrocarril fue tan seria que
cuando se efectuaba el cálculo del presupuesto, el agua
tenía su columna en la inversión. ¿Lucro?
¡No! Se invertía para la vida, que joder. ¿Cómo
lucro..? Proyectos, ampliaciones, conservación. El objetivo
era surtir agua. Puedo decir con certeza que el ferrocarril
regó al país.
Ahora,
por estos tiempos digo y pregunto: ¿cómo contabilizo
el verdor, el retroceso de las salinas y la contención
del esmerilado de las arenas? Si han cerrado el camino de metal,
el acarreo acuoso se detuvo, los pozos se secan o se pudre el
agua en las cisternas y éstas, son devoradas por yuyales,
que al secarse, transitan el camino de los vientos como representantes
de la muerte seca.
El
acarreo se detuvo, comenzó a desandar la sed el viejo
camino perdido. Los pueblos se vacían, uno a uno. La
despoblación, más la desertización, todo
un proyecto de país seco y de muerte, la vida se ausenta.
AGUA FERROVIARIA (I) (publicación:17/08/2004 Argenpress)
Todo
lo descrito es pasado, pero existió. Pasado, que en la
actualidad los lugareños bregan para que este pasado
acuoso se convierta en presente. Presente seco y árido.
Se lucha para revertir las consecuencias de las nefastas políticas
del modelo neoliberal implementado por el sistema capitalista
en varios frentes. Una, la mentira y el silencio descarnado
de los políticos del sistema, de los seudos y no tanto
intelectuales del progresismo, la otra, la fragmentación
de los luchadores y sus organizaciones que no intentan cerrar
filas porque prevalecen intereses mezquinos, llegando a ser
funcionales a tanta perversidad del sistema.
Repta la sed, la aridez la acompaña, no viaja sola. La
depredación y la tala indiscriminada de los bosques para
sembrar soja es una de las causales. Los pueblos se cierran,
huyen de la sed que se arrima sigilosa.
Ayer
fue Castelli, - Chaco, punta de riel de un ramal clausurado,
no rentable. Los habitantes del lugar no lo son, esa es la ley
de la concepción privada de la vida. ¿Qué
importa la vida si ella es improductiva? El mercado reguló,
cerró los ferrocarriles con los habitantes de las poblaciones
adentro, regló su existencia.
Hoy,
la zona del departamento de Figueroa en Santiago del Estero.
"La sequía afecta con mayor dureza a Figueroa. El
Gobierno (de Santiago del Estero) duplicará la distribución
del agua en el interior. La falta de lluvias hace sufrir a varias
zonas de la provincia. No llueve. Y para colmo, la provincia
de Salta no cumplió durante los últimos seis meses
con la derivación del cupo de agua correspondiente a
través del río Salado. Dicen las crónicas
de Santiago del Estero.
Santiago
del Estero tiene 135 mil kilómetros cuadrados Población:
806.000 personas, 71 municipios, cantidad de habitantes promedio
por municipios 11.352, promedio de km2 por municipio 1901, 6
habitantes por kilómetro cuadrado.
La
tarea no es fácil, porque en los últimos 20 años
los gobiernos provinciales no invirtieron en equipamiento de
la Dirección Provincial de Recursos Hídricos.
Muchos
animales, según ilustró fotográficamente
El Liberal, están muriendo de sed y varias familias santiagueñas
están viviendo un drama difícil de solucionar
ante la falta de agua.
Los
"expertos" esperan que llueva recién en noviembre
y, mientras tanto, el Gobierno de la Provincia atenderá
las necesidades con camiones llenos de agua potable que llegarán
hasta los lugares de mayor requerimiento.
A la falta de lluvias se le suma el poco ingreso de caudales
por el río Salado.
La
escasez de agua afecta con mayor dureza en Figueroa.
Consecuencias: A un kilómetro del brazo del río
Dulce, en la zona conocida como Saladillo (departamento Salavina),
un ternero murió empantanado en búsqueda de agua.
(Santiago Herramientas - El Liberal)
Néstor
Isac, presidente del organismo, detalló que la zona más
afectada es, "sin lugar a dudas", el departamento
Figueroa, donde un bañado está seco y el embalse
del dique también tiene una situación similar.
Para explicar el estado de necesidad, apuntó: "Durante
seis meses, lamentablemente, la provincia de Salta no cumplió
con los cupos establecidos por convenios para derivar agua por
el río Salado, llegó a cumplir hasta un 50%. Recién
desde hace 13 días está cumpliendo con el cupo
de 13 metros cúbicos. Pero este cupo de agua no llega
al sistema Figueroa (sistema de canales de riego), porque por
arriba del embalse y del dique Figueroa hay un bañado
que tiene 24 kilómetros de largo por 15 de ancho y, durante
estos meses el agua se evaporó y se secó. Hoy
está vacío y no podemos notar el aporte de Salta
porque hay que esperar que se llene para que luego el agua se
empiece a volcar. No podemos estimar en qué tiempo podemos
ver el agua en el sistema Figueroa".
De
todas maneras, dijo que el gobernador, Gerardo Zamora, firmó
un decreto por el cual autoriza a contratar 12 camiones por
tres meses para el aprovisionamiento de agua potable. "De
ellos, cuatro unidades estarán permanentemente en la
estación hídrica de Figueroa, para hacer una distribución
constante de lunes a lunes. Aquí triplicaremos la asistencia",
afirmó el funcionario.
Isac
indicó que el trabajo consistirá en llevar agua
de los canales para los animales "que se están muriendo
de sed" y agua potable para los pobladores de la zona.
Patético, lo de don Isac, y las medidas a tomar del gobierno
santiagueño, como el chaqueño, son astilla del
mismo palo, la sed no espera, acarrea la muerte.
La
sequía avanza con la sed a cuesta. Ya está en
los poblados cercanos a la ciudad de Añatuya, en el departamento
Taboada, donde se prevén algunos problemas. Afirmó
que Recursos Hídricos sólo envía un camión
tanque porque Aguas de Santiago se está anticipando a
los problemas, ya que puede faltar el agua y ante ello se restringe
la carga. Antes, iba un tren aguatero, a estos funcionarios
le limaron la sensibilidad, ni siquiera como nostalgia nombran
al tren. Estamos jodidos…
Todo
es silencio en los nuevos gobernantes, nadie menciona la necesidad
de los trenes aguateros, ni el de habilitación de las
cisternas y tanques clausurados, que regaron y abastecieron
la zona de agua en forma sistemática y permanente. Todos
esos dirigentes han sido cómplices culposos, no sólo
los Juárez, ni el Grupo Ick, que tiene acciones en Aguas
de Santiago.
Los
planes oficiales son aumentar la cantidad de litros de agua
entregados. "Con 25 camiones estamos distribuyendo aproximadamente
unos 13 millones de litros de agua por mes -sostuvo Isac-, con
el aporte de los 12 camiones estimamos que podemos rondar los
20 millones de litros por mes. Podríamos cubrir una deficiencia
de 50 millones de litros, pero no lo podemos hacer todavía.
Esto sería un paliativo, lo ideal sería que las
poblaciones en donde se distribuye el agua puedan tener una
planta potabilizadora, pero para eso se necesita tiempo para
confeccionar los proyectos y ejecutarlos, que pueden ir de los
8 meses hasta el año y medio". Patético.
Al
reflexionar sobre la escasez de agua, el funcionario expresó:
"Lamentablemente, los funcionarios no somos magos, no podemos
hacer que llueva en la provincia. Hay lugares que hace nueve
meses que no llueve, en otros, seis o siete. Hemos tenido dos
lluvias escasas que, por ejemplo, en la zona de Los Telares
sumaron 180 milímetros, pero no significa una gran solución".
Una
vez más se olvidó del pasado acuoso y sin sed.
La culpa la tiene el tiempo. No nosotros. Las destrucción
de bosques y montes para favorecer la soja, más la ausencia
del ferrocarril han generado un Katrina abrasador, no es casual
el ocultamiento, prima la cobardía de los intereses particulares
que el de la sociedad, por eso se oculta la verdad.
El
gobierno nacional mutis por el foro, para la Secretaria de Derechos
Humanos debe ser un asunto que no le compete, no hay muertes,
la gente y los animales se secan y quedan tiesos, no es de nuestra
incumbencia y competencia, total, pronto serán "polvo
enamorado" (dijera el poeta Quevedo) donde el viento seco
los esparcirá generosamente y los hará libres.
Hoy
es noticia, apareció el primer caso de cólera
en el Chaco, que tratan de minimizar tanto la prensa del Chaco
como los médicos que atienden al paciente. Las diarreas
y la disentería se han hecho presentes en los niños
y adultos.
Pero
desde los palcos electorales solo hay hipocresías, donde
se proclama que vamos saliendo del infierno y vamos rumbo al
purgatorio. Nadie habla de la sed, de los trenes aguateros,
de los estanques contaminados por la ausencia del tratamiento
de cloronización, de la deforestación, de la expropiación
compulsiva de las tierras de nuestras comunidades aborígenes
y campesinas, de las diarreas, de las escuelas ranchos…y
así.
Tolstoi
decía: Pinta tu Aldea y pintarás el mundo. Acá,
podemos parafrasear diciendo. Pintemos, Castelli, Taboada, Añatuya,
Figueroa o Quimilí y pintaremos la desolación
de nuestro país federal.
Hoy,
la preocupación de las autoridades nacionales, provinciales
y municipales son las tendencias electorales, están poseídos
de una sensibilidad numérica y porcentual especial, no
les interesan las vidas de nuestros habitantes de las zonas
desérticas, generadas por las manos del hombre; no les
interesan los vivos, solamente como carne de urna, además,
tienen en cuenta que los muertos no votan, aunque sigan figurando
en el padrón electoral y que, seguramente, alguna picardía
política los regresará a la vida tan solo por
un ratito.
Esta
es una de las tantas notas que vamos a elaborar denunciando
este genocidio silencioso. La vida viene del agua… necesitamos
el agua para vivir.
* Juan Carlos Cena es miembro fundador del Mo.Na.Re.FA –
Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles
Argentinos.
*
Autor de EL FERROCIDIO, entre otros. Investigador y experto
en transporte y Ferrocarriles.
*
ExSecretario General del Personal Técnico de Dirección
de Ferrocarriles Argentinos - Organismo Central (1984-1989)
**
Por Juan Carlos Cena especial para Villa Crespo Digital - 16
de octubre del 2005.