EL
FERROCARRIL Y LA SALUD
Parte II
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
8
de diciembre del 2014
“Los
problemas de la Medicina como rama del Estado, no
pueden resolverse si la política sanitaria no está
respaldada
por una política social. Del mismo modo que no puede
haber
una política social sin una economía organizada
en beneficio
de la mayoría”.
Ramón Carrillo
Lucha
antituberculosa
El Ferrocarril Central Argentino crea la Liga Antituberculosa
Mutualista, en este sentido existía una preocupación
por el avance de la enfermedad y por lo tanto, se jerarquizó,
administrativamente, la atención de enfermos de tuberculosis
entre los ferroviarios y sus familias, buscando la coordinación
y atención a los enfermos en los aspectos médico
y social.
REPARANDO
EL TREN ALMA
En
cuanto a la profilaxis
Se planteaban como punto sustancial aislar al hombre enfermo
para evitar el contagio al sano. Las medidas eran el aislamiento,
la desinfección, el estudio de los hábitos, responsabilidad
y recursos del enfermo y familiares con el propósito
de buscar la comprensión de las medidas planteadas.
En cuanto al amparo de la familia trató de ser integral,
por un lado, teniendo en cuenta que dicha enfermedad afecta
esencialmente a los pobres y en segundo lugar que el trabajador
no fuera incomunicado y su familia dejada a la deriva. Por ello,
trazan los temas centrales: asistencia, internación,
recuperación y vuelta al trabajo y, educación
sanitaria y de propaganda.
La asistencia a los pacientes con tuberculosis fue en los centros
médicos en Córdoba, Tucumán y La Banda,
además de los que fueron inaugurando de acuerdo a la
vasta red de los ferrocarriles, ubicando los centros antituberculosos
en las localidades donde por el número de ferroviarios
así lo aconsejaba. Estos centros eran conocidos como
el Pacífico, el Estado, Sud, Oeste, Central Argentino,
Entre Ríos y Noreste Argentino.
En
aquel momento, década del 50 del siglo XX, la tuberculosis
atacaba a una parte importante de la población del país
y era la segunda causa de muerte a nivel mundial, incluido nuestro
país, téngase en cuenta que estas enfermedades
estaban directamente relacionadas con la pobreza y las malas
condiciones de vida, por ello, la lucha para erradicarlas conformó
una política de Estado, que está presente en la
Sanidad ferroviaria. La pobreza en Argentina fue recurrente,
en la actualidad, la tuberculosis es una enfermedad que aqueja
a miles de hogares, por supuesto está en las sombras.
En
tal sentido, si bien el hospital Regional de Cosquín
estaba a pleno, era insuficiente, por ello se otorgan 25 camas
en la sección pensionados del Hospital Nacional Central,
en los Hospitales de Tránsito Cáceres de Allende,
La Misericordia y la sección Pensionada de la Cátedra
de Patología y Clínica de la Tuberculosis, camas
que se abonaron para satisfacer la atención de los enfermos
ferroviarios. En ese momento, estaba en construcción
el Hospital Regional Barrio Belgrano de Rosario con 100 camas
para paliar dicha situación.
En cuanto a la faz de recuperación existían dos
clases: los aparentemente curados, por lo tanto, debían
regresar al trabajo y los que estaban siendo tratados, no contagiosos,
con lesiones y estabilizados, que no podían trabajar.
PERSONAL
DE SALUD DEL TREN ALMA
En
cuanto a la educación sanitaria diseñaron que
no servía solamente el conocimiento y las formas de prevención
sino el accionar de un equipo de trabajadores sociales, con
el objetivo de prevenir. De tal forma se instituye el carné
de sanidad y el relevamiento periódico de la salud de
los ferroviarios, donde se examinarían los lugares de
trabajo y sus condiciones sanitarias y de seguridad.
Se
destinaron fondos para que trabajaran especialistas en biología
del trabajo, nutrición del obrero o empleado y su grupo
familiar, la habitación o alojamiento, salario familiar,
el ahorro, utilización de las horas libres, o como sostenían
los anarquistas: el ocio creativo, los deportes, ergo todo lo
atinente a la producción, recreación y descanso
del trabajador.
En el estudio del Mayor Brisoli de la Dirección General,
a cargo de Intendencia, afirma sobre estos conceptos esenciales:
Toda persona que trabaja debe tener, además del descanso
hebdomadario, unas vacaciones no inferiores a diez días
hábiles de trabajo para los más jóvenes
y hasta de treinta días para los de mayor edad.
Dos
aspectos que tuvieron en cuenta: los niños huérfanos
ferroviarios, que fueron atendidos con un apoyo tutelar y la
ancianidad desvalida que fue protegida por la Dirección
General.
Además
se consideran los subsidios de varios tipos para seguir atendiendo
a los ferroviarios que quedaban sin posibilidad de seguir laborando
y determinaba que los fondos provenían de los trabajadores
en actividad, las patronales y el Estado, recaudación
por servicios, donaciones e intereses de títulos. También
queda en claro la participación de los sindicatos.
El 3 de septiembre de 1970 es inaugurado el servicio de Salud
de Junín, provincia de Buenos Aires, conocido como Consultorio
Médico Regional, para ese tiempo de la administración
se unificaron la línea Mitre y San Martín. En
esa apertura se destacaba la importancia de la medicina preventiva.
El 17 de diciembre de 1970 se inaugura el Consultorio Médico
de Talleres Alianza, donde destacan que es el final de un año
con avances en materia de educación y salud por parte
de la empresa Ferrocarriles Argentinos, a estas aperturas se
suman los Centros Educativos de Palmira, Villa Mercedes y Mendoza.
TREN ALMA Y LOS CHICOS
La
dotación de Alianza era de tres facultativos, un médico
de trabajo y dos enfermeras, atendiendo por día a 30
personas, con una dotación de 1.108 agentes.
Un
párrafo para el tren ALMA, fabricado en los talleres
de Tafí Viejo, atendió desde 1973 a los niños
de todo el ramal de la línea Belgrano, un recorrido que
hacía la locomotora con tres coches celeste y plata que
esperaban en los pueblos y que llevaba personal dedicado a la
salud que trabajaban ad honorem.
El
Tren Pediátrico Sanitario Alma fue un verdadero hospital
andante con médicos, laboratoristas, enfermeras, odontólogos,
pediatras y radiólogos. Luego de 7 años de andar
conformaron más de 28.000 historias clínicas de
niños de Santiago del Estero, Santa Fe, Tucumán,
Salta, Jujuy y San Juan, por todo el territorio de troncha angosta.
Realizó
70 viajes donde pudo comprobar el estado sanitario de los niños
recién nacidos hasta los 12 años, elevando el
informe correspondiente a las autoridades de Salud provinciales
y regionales, este mapa sanitario de los niños apuntó
a bajar la mortalidad infantil y cubrir la falta de alimentación.
Los tres problemas sustanciales fueron: el Mal de Chagas, la
Tuberculosis y la distrofia por falta de alimentación.
Los
dadores de sangre y su correspondiente banco de sangre fue un
pilar en estos años de los Ferrocarriles Argentinos.
ODONTOLOGÍA
TREN ALMA
El
otro Tren Alma fue de trocha ancha, partiendo de Retiro con
destino a Tucumán y trasuntando por Santiago del Estero
y Santa Fe, en 1992.
Los Ferrocarriles Argentinos se ocuparon de un tema esencial
que fue la salud de la población, primero los consultorios
zonales, los policlínicos, los trenes sanitarios y luego
los de la Fundación Alma, lo real y verdaderamente maravilloso
es que existieron políticas de salud y atención
de los trabajadores, sus familias y las poblaciones. La salud
fue un servicio público, no dejó ganancia para
el pensamiento usurero de privados y Estados actuales, sino
un servicio que benefició con mejores condiciones de
vida, salud preventiva, mapa de la realidad infantil de las
provincias más pobres de Argentina y, su andar, que no
olvidan ni olvidarán pobladores de todo tiempo y lugar.
El
ferrocarril fue salud, las políticas actuales en materia
de salud son una vergüenza, inexistentes, aún la
salud pública resiste en manos de muchos trabajadores
de la salud que la siguen defendiendo.
Cuando
se habla de políticas de Estado debemos apelar, sin lugar
a dudas, a Ramón Carrillo y a Arturo Oñativia,
ministro de Salud del doctor Illia. Desde su lugar ministerial
se promulgó la ley 17.259 para erradicar el cretinismo
bocioso: “Obligatoriedad del uso de la sal enriquecida
con yodo como profilaxis del bocio endémico”, se
trató de enriquecer la sal con yodo para uso alimentario
humano y animal; las provincias con estas falencias eran: Catamarca,
Chaco, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, San Juan,
Misiones, San Luis, Salta, Tucumán, Neuquén y
Tierra del Fuego, en ese momento Territorio Nacional, con índices
de bocio entre el 12 al 50 por ciento. Luego de esto y derrocado
Arturo Illia se dedicó a trabajar en los graves problemas
de desnutrición.
ESPERANDO
SER ATENDIDOS
Otro
médico sanitarista que debemos rescatar es Floreal Ferrara
que estuvo al frente del Instituto de Servicios Sociales para
Ferroviarios.
Salud y políticas de Estado son las llaves del progreso
y el avance de las naciones, junto a la educación y la
independencia de los pueblos.
El ferrocarril es salud, por ahora, lo han obligado a dormir
en estado de congelación.
Trabajo
publicado por primera vez en FERROVIARIOS SINFONÍA DE
ACERO Y LUCHA / autor: Juan Carlos Cena – Editorial La
Nave de los Locos / Monarefa - agosto 2009.
Aclaración: las correcciones son de estilo.
30 de marzo de 1982 Una Gesta Olvidada – Editorial La
Nave de los Locos / Latitud – mayo 2012.
Historiadora, periodista y docente / Coordinadora Escuela Político
Sindical.
Caracteres:
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